Según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, sigla en inglés) del Reino Unido, entre octubre y diciembre de 2016, la economía británica creció 0,7%, lo que supone una subida de 0,1% frente a la primera estimación relativa, que fue de 0,6%.
Ese incremento se debe, según los analistas, a la subida de 1,2% en la facturación de la industria manufacturera, así como al aumento de 0,8% registrado en el sector servicios.
La economía del Reino Unido ganó velocidad y creció a su ritmo más rápido durante el año en los últimos tres meses de 2016, pese a que los economistas no habían anticipado una revisión. Además, con ese dato se encadena el decimosexto trimestre de expansión.
En términos anuales, el PIB creció 1,8%, por debajo del 2,2% del pasado año.
Durante la primera estimación del PIB, publicada el 26 de enero, la economía británica se situó como la de más rápido crecimiento de los principales países industrializados, un título que perdió en esta segunda revisión.
Las cifras divulgadas ayer por el instituto reflejan el poco impacto inmediato que ha tenido el resultado del pasado referendo del 23 de junio donde triunfó el Brexit.
El responsable del PIB de la ONS, Darren Morgan, indicó que “la economía creció ligeramente más en los últimos tres meses de 2016 que lo que se había pensado, principalmente debido a un rendimiento más sólido de la industria manufacturera”.
“En general, el sector dominante de los servicios continuó creciendo sólidamente, debido en parte a la continuada expansión en el gasto del consumidor, aunque los minoristas mostraron algunas señales de debilidad en los últimos dos meses de 2016, lo que ha seguido en enero”, agregó.