El fondo soberano de Noruega registró una ganancia de 50 mil millones de euros (US$ 53 mil millones) en 2016.
El Fondo Noruego de Pensiones, que gestiona unos 850.000 millones de euros, completó su quinto ejercicio consecutivo con un balance positivo en sus inversiones. La revalorización final alcanzó el 6,9% duplicando con creces el 2,7% obtenido en 2015.
Las tres grandes áreas de inversión alcanzaron un balance favorable. Las inversiones en renta variable se apreciaron 8,7%, las realizadas en renta fija 4,3% y sus activos inmobiliarios 0,8%.
El máximo responsable de la gestión del fondo, Yngve Slyngstad, destacó que “la revalorización de 2016 ha estado caracterizada por la caída global en las tasas de interés en la primera mitad de año, y por la fortaleza de la renta variable en la segunda mitad”.
Slyngstad añadió respecto a las subidas de las bolsas en la recta final del año y el ‘efecto Trump’ que “después de las elecciones presidenciales en EEUU, los mercados descontaron un incremento del crecimiento y de la inflación en la economía mundial”.
Hecho inédito
Al margen de la evolución favorable de los mercados, 2016 incluyó un hecho inédito desde que el fondo fue lanzado a mediados de los años ‘90. Por primera vez el gobierno tuvo que sacar dinero para equilibrar las cuentas públicas que acusaron notablemente los efectos del desplome sufrido en el precio del petróleo.
La situación extraordinaria vivida durante el pasado ejercicio en la renta fija, con los intereses hundidos en tasas negativas, llevó al gobierno de Noruega a plantear un cambio en la operativa del fondo. La propuesta pasa por permitir elevar el límite de inversión en bolsa desde 60% hasta 70%.
Al cierre de 2016 la exposición del fondo soberano a la renta variable ya superó el umbral del 60%.