Los ministros de Economía de los países del
G7 (los siete más industrializados del mundo) comienzan hoy en Roma,
bajo presidencia italiana, una reunión de dos días en la que
tratarán de impedir que la crisis aboque la economía global al
proteccionismo.
Los países industrializados discutirán la manera de abordar la
deriva hacia el nacionalismo económico que ha comenzado a aflorar en
decisiones como la cláusula "buy american" (comprar producto
americano) del plan de estímulo económico estadounidense o la
decisión del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, de entregar US$ 8.379 millones al sector automotor francés.
Pero tal y como dijo el presidente del Banco Mundial, Robert
Zoellick, en un encuentro con un grupo de periodistas celebrado hoy
en Roma, otro asunto será la implicación de países en vías de
desarrollo como China y la India para ayudar a sacar al mundo de la
crisis.
El secretario estadounidense del Tesoro, Thimothy Geithner, que
acudirá a su primera reunión del G7, deberá responder a las
preguntas de sus colegas sobre la cláusula "buy american", que está
incluida en la versión preliminar del plan de estímulo de EE.UU. y
dicta la utilización de hierro y acero de este país en las obras
públicas que se financiarán con el plan de estímulo.
El ministro de Finanzas japonés, Shoichi Nakagawa, ya advirtió
hoy contra el proteccionismo, una tentación en tiempos de crisis que
calificó como "desastre absoluto" para los países que han "pedido
más liberalización a Japón" en el pasado.
Países como Japón y Canadá, miembros del G7 junto con Francia, el
Reino Unido, Alemania, Italia y EE.UU., ya han protestado contra la
cláusula "buy american", que a su juicio podría provocar represalias
de sus socios comerciales.
Los ministros de Economía del G7 tendrán asimismo sobre la mesa
el objetivo de coordinación de sus políticas, los desequilibrios
globales en el mercado de divisas y la presión por demostrar que sus
medidas tienen efecto, dado que la atención global está puesta ya en
la reunión de los países del G20 en abril.
El G20 está integrado por la Unión Europea (UE), los países del
G7, Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India,
Indonesia, México, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía y Rusia.
Zoellick subrayó hoy la "interconexión" entre los países de la
economía global, lo que dificulta encontrar las soluciones ya que
cada país responde a su propio público, que no desea que el dinero
de sus impuestos salga de las fronteras nacionales.
Por eso apuntó que habrá que hacer un esfuerzo para ayudar a los
países en desarrollo, ya que lo "económicamente correcto" puede ser
"políticamente incorrecto".
El presidente del Banco Mundial pronosticó que de no tener en
cuenta a los países en desarrollo la salida de la crisis será "más
profunda" y "prolongada". Zoellick avaló los planes de estímulo de la economía con dinero
público, pero alertó contra la falta de disciplina fiscal.
Los ministros de Economía y los presidentes de los bancos
centrales del G7 iniciarán esta noche los dos días de encuentros con
una cena de trabajo.