China ordenó a los bancos mantener una mayor proporción de sus depósitos en reserva con el banco central, buscando reducir el monto que pueden prestar y para controlar la obstinada alta inflación.
El banco central subió el ratio de reserva de depósitos requerido el viernes en 0,5 punto porcentual para todos los bancos chinos, en una medida efectiva a partir del 20 de enero, colocando el ratio en 19% para las principales instituciones del país.
El requisito ya estaba en su nivel más alto desde que los requerimientos de reservas fueron introducidos a mediados de los 80. El banco central elevó el ratio seis veces el año pasado.
La inflación general anual de precios al consumidor alcanzó una máxima en 28 meses de 5% en noviembre y, pese a algunas expectativas de que las alzas de precios se moderaron en diciembre, la presión inflacionaria subyacente en la economía sigue fuerte.
El gobierno ha hecho que la lucha contra la inflación sea una tarea clave entre la preocupación de que los rápidos incrementos en los precios provoquen un alza del descontento social, como ha ocurrido en numerosas ocasiones en la reciente historia de China.
Los precios de los alimentos afectan desproporcionalmente a los ciudadanos más pobres, que gastan gran parte de su ingreso en necesidades diarias. La comida ha sido el principal conductor de la inflación, con los precios subiendo 11,7% en el año a noviembre, de acuerdo a cifras oficiales.