El crecimiento económico de Argentina
caerá este año hasta entre el 0% y el 1% negativo, un parón muy
brusco respecto a 2008, predijeron hoy expertos en Washington, que
creen que la inflación seguirá alta.
Miguel Kiguel, director de la consultora EconViews, auguró que el
país entrará en un período de "estanflación", es decir,
estancamiento económico acompañado de una inflación elevada.
"El escenario económico es extremadamente difícil" para
Argentina, debido al empeoramiento del entorno internacional y la
sequía, opinó Kiguel en un seminario en el Diálogo Interamericano,
un centro de estudios independiente.
Aunque dolorosa, la crisis no alcanzará, sin embargo, el
dramatismo del colapso ocurrido en el 2001, principalmente porque el
sistema bancario tiene más liquidez y la deuda pública es
"manejable", dijo Kiguel.
El Producto Interno Bruto (PIB) argentino aumentó un 7,1% el año
pasado, según los datos oficiales, pero el último trimestre ya dio
un frenazo.
Para 2009 tanto Kiguel, como Claudio Loser, ex director del
departamento de América Latina del Fondo Monetario Internacional
(FMI), prevén que el crecimiento sea cero o llegue al 1% negativo.
En cambio, el Gobierno vaticina que una expansión de 4%.
Loser auguró un desempeño "mediocre" para su país natal y una
pérdida de su peso económico en América Latina.
"La situación es muy grave", alertó Loser, quien actualmente
trabaja en el Diálogo Interamericano.
Inflación
Al mismo tiempo, la inflación seguirá alta, pese al derrumbe de
la actividad económica, según Kiguel.
El Gobierno informó ayer que los precios subieron 0,5% en
enero, pero Kiguel calificó ese dato como "falso" y afirmó que la
tasa real fue de 2%.
Este experto cree que este año la inflación real se situará en
torno a 16%, lo que representa una bajada con respecto al 19% o 20%
de 2008, según sus cálculos.
En cambio, el Gobierno mantiene que los precios subieron 7,2%
el año pasado y sumarán 8% en 2009.
Kiguel afirmó que la inflación no caerá más principalmente por el
interés del Gobierno en gastar para mejorar sus posibilidades de
victoria en las elecciones legislativas de octubre.
Mientras otros expertos temen la posibilidad de una suspensión de
pagos de la deuda nacional, Kiguel señaló que el Gobierno "es capaz
de pagar y también está dispuesto a hacerlo".
Según sus cálculos, deberá abonar tan sólo US$2.000 millones a los tenedores de sus bonos este año y "prácticamente nada"
en 2009, pues los intereses de buena parte de su deuda están
condicionados a que la economía crezca más de 3%, una cifra que
Kiguel cree que no alcanzará.
Argentina ha logrado reducir sus obligaciones gracias a la
nacionalización del sistema privado de pensiones, explicó.
Pero al mismo tiempo esa medida "ha reducido la disponibilidad de
crédito para el sector privado", lo que ha intensificado la escasez
de préstamos, según Loser.
Argentina se encuentra en una situación más complicada que Brasil
o Chile, porque carece de la posibilidad de usar su política
macroeconómica para estimular la economía y aminorar el golpe de la
crisis, según los expertos.
No puede bajar las tasas de interés, ya que provocaría una salida
de capital aún más pronunciada que hasta ahora y una depreciación
brusca del peso, detalló Kiguel.
Al mismo tiempo, el Gobierno no cuenta con espacio fiscal para
llevar a cabo un programa de estímulo económico, afirmó.
Los problemas del país están agravados por la sequía, que
reducirá la producción agrícola en 20%, según Kiguel.
La Sociedad Rural Argentina ha augurado que la falta de agua
quitará 1,6 puntos porcentuales al crecimiento del PIB.