La crisis financiera mundial hará que
este año 53 millones de personas entren en el umbral de la pobreza,
según advirtió el Banco Mundial, en un mensaje a los ministros de
finanzas del Grupo de los 7 que se reunirán mañana en Roma.
"Otros 53 millones de personas quedarán atrapadas en ingresos por
debajo de US$ 2 diarios", dijo, y añadió que esta cifra se suma
a los entre 130 y 135 millones de personas que fueron empujadas a la
pobreza en 2008 por los aumentos de los precios de alimentos y los
combustibles.
El BM había calculado, antes de la crisis financiera global, que
este año aproximadamente el 17% de la población mundial,
esto es 987 millones de personas, tendrían ingresos por debajo de
US$ 1,25 diarios.
"Los nuevos cálculos para este año indican que las tasas de
crecimiento más bajas atraparán a otros 46 millones de personas, con
ingresos de menos de US$ 1,25 diarios, esto es un total de 1.033
millones", dijo a Efe el portavoz del BM, David Theis.
"Si se considera un ingreso diario de menos de US$ 2, serán
53 millones de personas más en la pobreza", subrayó.
"La crisis económica amenaza con transformarse en una crisis
humana en muchos países en desarrollo a menos que puedan tomar
medidas enfocadas a la protección de las poblaciones más
vulnerables", dijo el presidente del BM, Robert Zoellick, quien
participará de las conversaciones en Roma.
"Mientras que buena parte del mundo presta atención a los
socorros bancarios y los estímulos económicos, no debemos olvidar
que los pobres en los países en desarrollo están muchos más
expuestos si colapsan sus economías", añadió. "Ésta es una crisis
global que requiere una solución global".
"Las necesidades de los pobres en los países en desarrollo deben
estar sobre la mesa", advirtió Zoellick.
El documento identificó a Argentina, Brasil, Chile, Colombia,
Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica,
México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Trinidad y Tobago, Uruguay y
Venezuela entre los países cuyas economías se están desacelerando.
Haití figura en el grupo de países con una "alta exposición" a la
pobreza.
"La nueva investigación muestra que unas tasas de crecimiento
sustancialmente más bajas demorarán de manera significativa el
progreso en la reducción de la mortalidad infantil", señaló el BM.
"Tres de cada cuatro de estos países no pueden reunir dentro de
sus economías o en el ámbito internacional los fondos para programas
que contrarresten los efectos de la crisis", agregó.
"Uno de cada cuatro países expuestos -concluyó- también carece de
la capacidad institucional para aumentar el gasto con el fin de
amparar a los grupos vulnerables".