El Grupo español Marsans y el Gobierno
argentino firmarán el acuerdo que resuelve la situación de
Aerolíneas Argentinas el próximo miércoles 18 de febrero en Buenos
Aires, "si todo se cumple tal y como está previsto", informaron hoy
a EFE fuentes próximas a la operación.
Las mismas fuentes añadieron que los directivos de la empresa
española se trasladarán a la capital argentina para firmar el
acuerdo que pone fin al litigio que han mantenido Marsans y el
Gobierno argentino durante el pasado año.
El acuerdo contempla la posibilidad de Marsans de mantener el
régimen de código compartido con Aerolíneas, para poder volar a
Argentina y desde allí a otros países Latinoamericanos, con la
compañía Air Comet (integrante del grupo español).
Así mismo el Gobierno argentino debe suscribir en el acuerdo
hacerse cargo de un número aproximado de 40 aviones de los 61
contratados por Marsans a Airbus, lo que liberaría a favor del grupo
español 150 millones de euros (192 millones de dólares) del aval
dado al fabricante europeo.
Marsans confirmó su pedido el pasado mes de noviembre, contándose
entre las 61 unidades, cuatro A380, el avión comercial más grande
del mundo, por un importe total de 6.100 millones de euros (7.819
millones de dólares).
En contrapartida, el grupo español se compromete a retirar la
demanda que interpuso contra el Estado argentino ante el Centro de
Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), por no
estar de acuerdo con el precio que quería pagar por la aerolínea.
Con este acuerdo se cerraría el litigio que mantienen abierto
desde el año pasado y que ha motivado que el Gobierno argentino
adoptara la decisión de nacionalizar la compañía aérea.
El conflicto entre el grupo español y el Ejecutivo presidido por
Fernández de Kirchner se radicalizó en 2008, tras una serie de
incidentes y huelgas protagonizadas por parte de los trabajadores de
la aerolínea, que situaron las relaciones en un punto de no retorno,
y que motivó la intervención del Ejecutivo.
En julio, el grupo español y el Gobierno argentino suscribieron
un acuerdo de venta en el que ambas partes se comprometieron a
buscar tasadores y, en caso de discrepancia, acudir a un auditor.
Al no encontrar un punto común en las negociaciones el Gabinete
argentino decidió el pasado mes de diciembre recurrir al Parlamento
y aprobar allí la nacionalización de la aerolínea, y por lo tanto su
expropiación al grupo español.
Aerolíneas Argentinas pasa de esta forma a ser pública tras
dieciocho años de mantenerse como una empresa privada, ya que fue
vendida a Iberia en 1990, que la mantuvo durante ocho años y después
cedió su explotación a American Airlines, que la mantuvo solamente
un año.
En 2000 la compañía estadounidense se la devolvió a la Sociedad
Española de Participaciones Industriales (SEPI), que la vendió en
octubre de 2001 al grupo Marsans.