La presidenta brasileña Dilma Rousseff está consiguiendo apoyo de fuentes impensadas. Los empresarios son los últimos en sumarse a los esfuerzos que ya están realizando el presidente del Senado, el opositor Renan Calheiros, y el diario O Globo para contener la crisis política y reactivar la economía.
Las confederaciones nacionales del transporte, la industria y la agricultura, además de la Organización de Abogados de Brasil, están preparando un comunicado que aseguraría apoyo a las propuestas de Rousseff para evitar una rebaja en la calificación soberana y para apuntalar a la economía y pondría presión sobre el Congreso para que las apruebe, publicó la agencia Bloomberg.
"No se trata de apoyo político, es un movimiento para asegurar la gobernabilidad y el estado de derecho de modo que Brasil pueda atraer capital extranjero", aclaró Robson Andrade, presidente de la Confederación Nacional de la Industria, a Bloomberg. "Seguimos discutiendo los detalles", agregó.
Fuentes del gobierno, en tanto, adelantaron a Reuters que la presidenta se reuniría esta semana con los líderes de las mayores compañías del país en busca de apoyo para revivir la economía.
El respaldo de la industria podría ayudar a Rousseff a apaciguar los llamados a una impugnación que han crecido rápidamente a medida que la actividad se desacelera y los escándalos de corrupción escalan a los más altos niveles del gobernante Partido de los Trabajadores (PT).
"Un juicio político es un asunto traumático que afecta a los sectores políticos y empresariales en un momento en que Brasil lucha por recuperar su credibilidad en el extranjero", afirmó Alencar Burti, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio del estado de Sao Paulo, a Reuters.
"Lo que importa ahora es salvar a nuestro país. Necesitamos hallar una solución por encima de los intereses personales", agregó.
El domingo, cerca de 1 millón de personas salieron a las calles para pedir que la mandataria salga del cargo. Como respuesta, Rui Falcão, líder del PT, convocó a una marcha en apoyo de la mandataria para hoy, donde participará la Central Única de los Trabajadores (CUT), la mayor unión sindical del país.
Asimismo, algunas autoridades políticas y ahora los líderes empresariales reconocen que la impugnación agravaría la recesión. El presidente del Senado fue el primero este mes en proponer un pacto para mantener la disciplina fiscal, mejorar el ambiente para la inversión y asegurar beneficios de seguridad social. Calheiros, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), presentó el plan la semana pasada y lo llamó "Agenda Brasil".
Por su parte, el periódico O Globo también apoyó a Rousseff al criticar al Congreso por avivar la crisis política que está agravando la crisis económica del país.
"Más personas en la comunidad empresarial y el sector privado se están dando cuenta de que sin apoyo para Rousseff, la situación económica podría empeorar aún más", dijo David Fleischer, profesor emérito de ciencia política de la Universidad de Brasilia, a Bloomberg.
PIB sigue contrayéndose
Un informe presentado ayer por el banco central mostró que la economía se contrajo más de lo anticipado en junio. El índice de actividad económica ajustado estacionalmente, un indicador del Producto Interno Bruto, bajó 0,58% en junio frente al mes anterior, después de crecer un revisado 0,06% en mayo. Los economistas encuestados por Bloomberg esperaban una caída de 0,50%.
La economía se contrajo 1,9% en el segundo trimestre frente a los primeros tres meses del año. Frente al año anterior, el índice no ajustado bajó 1,2%. En el trimestre, la contracción fue de 3,1% en comparación con el mismo período del año previo.
"La economía de Brasil no ha mostrado señales de recuperación", dijo Roberto Padovani, economista jefe de Votorantim Ctvm, a Bloomberg. "La frustración con la actividad económica sólo se está profundizando".
La confianza empresarial y de los consumidores está en mínimos récord, ya que las altas tasas de interés -en 14,25%- se combinan con el mayor ajuste fiscal para obstaculizar la actividad.
A eso se suma la devaluación del real, que ha perdido un 23% de su valor este año, el peor desempeño de las monedas seguidas por Bloomberg.
Moody's bajó la calificación soberana de Brasil a un nivel sobre basura este mes, diciendo que los niveles de deuda seguirán subiendo hasta el fin del mandato de Rousseff, en 2018.
Los economistas del mercado brasileño esperan que el PIB se contraiga 2,01% este año y 0,15% en 2016, mostró la encuesta semanal del banco central publicada el lunes.
Merkel en brasil
La canciller alemana Angela Merkel inició ayer un viaje de dos días a Brasil donde presionará a las autoridades para otorgar mejores términos de inversión a las empresas alemanas, que han inyectado más de 19 mil millones de euros (US$ 21 mil millones) a la economía, pero enfrentan costos de la energía crecientes, dijeron funcionarios del gobierno.
La delegación la componen representantes de once departamentos del gobierno y de las grandes empresas germanas. No se esperan anuncios de grandes acuerdos corporativos, pero el ambiente de inversiones será prioritario.
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