Los mercados chinos lograron repuntar ayer tras cinco jornadas en picada. Las medidas de flexibilización anunciadas en la tarde del martes por el Banco Popular de China (PBOC, su sigla en inglés) no mejoraron la percepción de los inversionistas durante el miércoles, pero en la sesión del jueves el índice Shaghai Composite rompió la racha bajista.
El referencial chino pasó de una pérdida de 0,7% a un avance de 5,4% en la última hora de la sesión, marcando un punto de inflexión en un derrumbe que ha borrado más de US$ 5 billones (millones de millones) de valor desde mediados de junio. El de ayer es el mayor avance desde el 9 de julio, cuando Beijing adoptó una serie de medidas sin precedentes para evitar que el mercado siguiera hundiéndose. El CSI 300 de las principales acciones de Shaghai y Shenzhen, en tanto, logró cerrar la sesión con un avance de 6%.
Nuevas intervenciones
El gobierno chino, que se habría abstenido de intervenir durante el inicio de la semana a la espera de definir si era necesario un paquete de rescate sin precetentes según Bloomberg, reanudó ayer su intervención a través de la compra de acciones de grandes compañías.
Además, en su intento por estabilizar el mercado proveyendo liquidez, antes de la apertura de la sesión el PBOC realizó una nueva inyección al sistema bancario de 150 mil millones de yuanes (US$ 23.400 millones), después de los casi 300 millones de yuanes inyectados en las dos jornadas anteriores.
El esfuerzo para apuntalar las acciones es parte de un plan más amplio: asegurar que nada empañe el desfile del día 3 de septiembre para conmemorar el 70 aniversario de la victoria sobre Japón en la II Guerra Mundial. Para el Partido Comunista el evento servirá para manifestar su creciente poder político y militar, y el presidente Xi Jinping podrá presentarse por primera vez ante su país como comandante en jefe.
El gobierno además vendió bonos del Tesoro estadounidense para recaudar dólares con los que fortalecer su divisa. El PBOC ha vendido al menos US$ 106 mil millones en activos de reserva en dos semanas, según Societe Generale, incluyendo bonos. El yuan subió 0,08% a 6,4053 unidades por dólar, reduciendo su caída de este mes a 3,1%.
Mercado inmobiliario
La devaluación del yuan ha restado atractivo a los activos inmobiliarios, razón por la que el gobierno decidió flexibilizar algunas de las restricciones para a inversionistas extranjeros impuestas en 2006. Los ciudadanos extranjeros que residen y trabajan podrán comprar ahora una vivienda. Previamente, a los inversionistas del sector inmobiliario que querían establecerse en el país se les exigía contar con un capital registrado no inferior a la mitad de sus inversiones totales.