Las acciones de China volvieron a caer el viernes, cerrando el mes con un descenso de 15%, su mayor retroceso mensual desde agosto de 2009. Todo pese a los ininterrumpidos esfuerzos del gobierno por contener la debacle bursátil de la segunda mayor economía mundial. El índice de referencia Shanghai Composite bajó 1,1%, convirtiéndose en el índice con peor desempeño de los 93 índices globales seguidos por Bloomberg.
El gobierno ha realizado una intervención sin precedentes desde que la bolsa comenzó a caer el 15 de junio y llegó a perder hasta US$ 4 mil millones, después de llegar a su máximo en siete años el viernes 12.
Entre otras medidas, inyectó
US$ 480 mil millones a la agencia estatal de financiamiento para impulsar al mercado, ha permitido que cientos de empresas suspendan sus transacciones y le ha prohibido a los accionistas con participaciones mayoritarias que vendan acciones.
Asimismo, las autoridades lanzaron una ofensiva regulatoria para identificar a los inversionistas que hayan realizado prácticas maliciosas, apuntando directamente hacia quienes realizan ventas cortas.
Las operaciones de la semana pasada estuvieron marcadas por variaciones inexplicables en la última hora de transacciones. El jueves, por ejemplo, el Shanghai Composite bajó 2,2% en la última hora de operaciones, borrando un avance de 1,5%.
Ahora bien, pese a que las acciones del gobierno provocaron un rebote de 18% en el Shanghai Composite desde su mínimo del 8 de julio, la volatilidad volvió el lunes cuando el índice bajó 8,5%, su mayor caída desde febrero de 2007. La bolsa está ahora un 29% por debajo de su valor de mediados de junio y un 8,6% por debajo de su mínimo del 8 de julio. "Las medidas de apoyo parecen ser menos efectivas de lo que imaginó Beijing", dijo Bernard Aw, estratega de IG Asia, a Bloomberg.
El viernes, 505 empresas suspendieron sus transacciones en las bolsas de Shanghái y Shenzhen, lo que equivale a un 18% de todas las compañías listadas.
"El mercado aún está en el proceso de desapalancamiento y los fondos están saliendo", aseguró Li Zheming, analista de Daton Securities, a Reuters.
"Los inversionistas se han vuelto especialmente sensibles hacia el fin de semana, cuando Beijing generalmente entrega nuevos mensajes, y es por eso que tienden a adecuar sus posiciones el viernes", agregó.
Las acciones podrían seguir bajando en las próximas semanas, ya que la acción media en las bolsas de China continental se transa en 66 veces las ganancias reportadas, la cifra más alta de los diez mercados bursátiles más grandes del mundo, según datos de Bloomberg. Como referencia, en Hong Kong ese múltiple llega a sólo trece veces.
¿Qué es el spoofing?
El spoofing consiste en engañar a otros inversionistas para que compren o vendan un valor introduciendo una orden de compra o venta sin intención de ejecutarla. Estas órdenes se mantienen en la pantalla brevemente y luego son retiradas. El término se popularizó este año después de que la fiscalía estadounidense acusara a un operador de Londres de utilizar esta estrategia y contribuir al "flash crash" de mayo de 2010. Los spoofers simulan interés en un valor a cierto precio, crean la ilusión de demanda para que otros operadores muevan el mercado. Cuando lo logra, cancela la orden original y compra o vende al nuevo precio logrando así un beneficio.
El regulador chino lanzó una cacería para detectar supuestas operaciones maliciosas
Las autoridades chinas no se han limitado a imponer masivas restricciones a las ventas de acciones para intentar detener la hemorragia de las acciones. También está usando todo el peso de su maquinaria judicial para investigar supuestas ventas maliciosas. En las últimas semanas, el regulador chino ha pedido a las corredoras e instituciones financieras de Hong Kong y Singapur los registros de transacciones. La Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC, su sigla en inglés) quiere identificar a los inversionistas que tienen posiciones netas cortas contra el mercado chino, es decir, que están apostando a que las acciones caerán.
Una fuente informada indicó a Reuters que el blanco son inversionistas de ETF (fondos indexados) listados en el extranjero o en futuros del índice local a través del programa Qualified Foreign Institutional Investor y su similar denominado en yuanes EQFII.
"La amenaza implícita de la CSRC es que cualquier cosa que no sea un hedge (cobertura) es un no-no," señaló la fuente en Hong Kong. Los más probable, dice la fuente, es que las entidades cumplan las exigencias. "Cuando la CSRC hace una oferta, uno no puede rechazarla".
Otra fuente aseguró que la CSRC busca evidencia de "naked shorting", una práctica ilegal en la mayoría de los mercados y que tiene lugar cuando un inversionista trata de sacar beneficio de la caída de una acción sin poseer en realidad las acciones necesarias para completar la transacción.
Manipulación de precios
Las autoridades chinas también están apuntando al "spoofing", como se denomina la masiva colocación de órdenes de compra o de venta que sólo duran un instante, para influir sobre los precios. El regulador sospecha que esta práctica se ha realizado en 24 cuentas en los índices Shanghái y en el Shenzhen. Ambas bolsas han restringido las cuentas y el regulador está investigando los programas de los operadores, que recientemente han tenido un "obvio" impacto en el mercado, apuntó la CSRC. Ni el regulador chino ni sus contrapartes extranjeras han querido comentar las investigaciones.
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