Los domingos en Reino Unido ya no serán sólo para descansar, sino también para comprar. Las autoridades británicas están buscando nuevas formas de reactivar la economía y, en su búsqueda, plantearon flexibilizar las reglas que restringen la apertura del comercio en el séptimo día de la semana. Y, en Londres, eso será apoyado por un sistema de transporte que funcione de forma ininterrumpida.
El primero en plantear la posibilidad de flexibilizar el horario de apertura del comercio el domingo fue el ministro de Hacienda, George Osborne, en la presentación del presupuesto en julio. Ahora el gabinete está haciendo consultas para determinar si removerán las restricciones a las grandes cadenas minoristas ubicadas en el centro de las ciudades y si esta decisión quedará a discreción de las autoridades locales.
Actualmente sólo las pequeñas tiendas pueden funcionar todo el domingo, mientras que las grandes cadenas minoristas pueden abrir sólo seis horas. Si la decisión queda en los consejos locales, ellos determinarán qué tiendas podrán funcionar y por cuántas horas.
"Estamos entregando a las áreas locales otra herramienta para alentar la visita de los compradores al centro de las ciudades, para que las tiendas crezcan y prosperen", dijo el ministro de Comunidades, Brandon Lewis.
El gobierno quiere revitalizar el comercio local, golpeado por la intensa competencia de las tiendas online (que están disponibles todos el día) y por costos crecientes. La participación de mercado de las tiendas online ha subido a un 11% de todas las ventas del retail, llegando a 17% en el mes previo a Navidad.
Sin embargo, el anuncio ha encontrado resistencia de las de las pequeñas tiendas, que perderán su ventaja competitiva.
"Puede que cree algunos empleos en los cuatro grandes supermercados, pero costará empleos en las tiendas de conveniencia que apoyan a la comunidad local", afirmó Paul Cheema, propietario de una tienda de la cadena Nisa en el centro de Coventry, a Financial Times.
Metro ininterrupido
Los usuarios del "tube" de Londres enfrentarán dos paros de 24 horas esta semana: uno mañana y otro el jueves, que se suman a otras dos suspensiones del servicio este mes.
El alcalde de la capital británica, Boris Johnson, propuso el año pasado que el tren urbano funcione las 24 horas durante los fines de semana a partir del 12 de septiembre, pero la disputa entre los sindicatos y los administradores del metro escaló este mes a medida que se acerca la fecha.
La medida fue celebrada por los empresarios turísticos y de entretención, que apuestan que esto aumentará la visita a los pubs, restaurantes y clubes, y se alinea con lo que sucede en otras capitales europeas y en Nueva York. Asimismo, el inicio del servicio coincide con la realización de la Copa Mundial de Rugby, que se disputará en Inglaterra a partir del 18 de septiembre.
Sin embargo, los sindicatos piden mejoras laborales, y ya rechazaron la oferta del administrador del metro, que incluía un alza de salarios de 2% este año, y un bono para quienes trabajen en la noche.