Hoteleros: “Ojalá todos pasemos la tormenta, porque de otro modo esto es retroceder 15 años”
El gremio celebra las medidas anunciadas, pero las considera insuficientes. Pide aumentar recursos a promoción, tax free y tickets de descuento.
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Mal lo ha pasado la industria hotelera. A la baja de turistas que empezó a notarse con fuerza durante 2018 y que derrumbó la ilusión de sobrepasar los seis millones de turistas en el país, se sumó el estallido social que redujo los niveles de ocupación en un 30% y la pandemia por Covid-19 que terminó por llevar la demanda a prácticamente 0.
La dramática situación que vive el sector la relata el presidente de la Asociación Hoteleros de Chile, Andrés Fuenzalida, que señala que actualmente solo un 2% de la industria está funcionando, y de ellos, el promedio de ocupación no sobrepasa el 15%.
Además, dice que, de las más de 100 mil solicitudes que se han presentado a la banca para financiamiento en líneas especiales, un 40% provienen del sector turismo.
“Si representamos un 3,3% del PIB y las solicitudes de ayuda provienen en gran parte de nuestra industria, quiere decir que estamos 12 veces más afectados respecto de las otras industrias. Esa es la magnitud de nuestra gravedad”, recalca Fuenzalida.
-¿Qué le parecen las medidas anunciadas por el gobierno?
- Creemos que van en la línea correcta. Sin embargo, y sin ser mal agradecido porque destaco la labor de los ministros Palacios y Briones, te diría que aquí hay que empezar a aplicar distingos, porque para nuestra industria todavía son insuficientes.
Haciendo una analogía con el sistema de salud, no puedes aplicar un protocolo estándar para todos. Si bien eso reduce el 90% de los problemas, va a haber un 10% que no va a estar atendido adecuadamente. Necesitamos pasar a esa segunda fase de perfeccionamiento de políticas públicas, porque la industria del turismo en general y la hotelería en particular, somos si no las más afectadas por el coronavirus.
-¿Y concretamente qué proponen?
-En lo inmediato, y una medida fácil para nuestra industria es multiplicar por dos las medidas anunciadas. Si la Ley de Protección al Empleo va a durar seis meses, en el caso nuestro que nos permitan negociar con nuestra gente por un período más largo, porque la recuperación tampoco va a ser de forma inmediata, va a ser gradual. Por ejemplo, si las líneas Covid van a ser al equivalente de tres meses de venta, a lo mejor en nuestra industria tiene que ser equivalente a seis meses de venta, a 48 meses plazo y con 12 meses de gracia.
Y luego, una vez que se supere la crisis, se abran las fronteras y empiece a producirse intercambio, vamos a tener al turismo empezando a reactivarse. Y ahí yo creo que hay dos focos de atención: el nacional y el internacional.
Para aumentar las visitas de connacionales, lo primero es aumentar la inversión en promoción. Segundo, eximir del pago de IVA por los primeros tres años a los nacionales, así como ya lo aplicamos como estímulo a los extranjeros, y tercero, un programa de descuento compartido. Si tú miras experiencias internacionales, Australia desarrolló cupones de descuento para la industria del turismo, donde te dan unos $ 18 mil por persona para que los utilice en cualquier lugar al que vaya. Y también generaron acuerdos y promociones entre líneas aéreas y hoteles, donde te hacen un 30% de descuento. Para Chile podría aplicarse que el 50% del cupón lo absorba el establecimiento que entrega el servicio y el restante el Estado.
-¿Y para los extranjeros?
- Si bien el turismo nacional representa en términos de números el 50% del movimiento país, la diferencia está en que este paga mucho menos que el internacional. Cerca de un 30% de los ingresos proviene del turismo nacional y por eso es importante no dejar de lado el turismo extranjero. Para ellos, proponemos medidas a tres años, que incluyen aumentar los recursos a unos US$ 40 millones anuales para promoción, abrirnos al tax free, que nuestros vecinos como Argentina ya utilizan, y, por último, protocolos de higiene.
-En este escenario sin precedentes ¿Qué tan alto es el peligro de que algunos en el sector quiebren?
- Cada realidad es una situación particular. He conversado con gente que dice que tiene la posibilidad de funcionar dos años en un escenario como el que estamos viviendo, pero hay otros que no aguantan un mes, hay quienes ya se les acabo la caja. Si esta crisis se mantiene por mucho tiempo, claramente muchos van a tener que pensar en salir de la industria o reinventarse.
Entonces, el impacto económico va a pasar por la inyección de flujos que entregue el sistema financiero y por el control de costos que estamos haciendo cada uno de nosotros, conversando con nuestros proveedores, con los arrendadores, etc.
Yo espero que ojalá todos pasemos la tormenta porque de otro modo esto es retroceder 15 años en el desarrollo de la industria. Celebrábamos con botellas de champaña en los 90’ cuando pasamos el millón de turistas. En el 2017 llegamos a 6,5 millones, algo impensado. Pero si hoy día, que ya nos pegamos una retrotraída importante con la salida de los argentinos (estamos en menos de 5 millones), a eso tú le quitas un 40%-50%, vamos a estar llegando a la realidad que teníamos en 2006, con dos millones de visitantes. Tenemos que salvar la industria, son 600 mil empleados.
- ¿Cuál es su visión para el segundo semestre?
- Aquí se mezclan percepciones y deseos. Yo espero que para mediados de agosto podamos estar operando en este contexto de nueva normalidad. Esto va a ser un proceso de despegue gradual, donde nuevamente el turismo nacional va a ser fundamental. Y ojalá que las autoridades nos escuchen la idea, se hagan eco y si tienen mejores ideas, mejor también, si nosotros estamos sugiriendo lo que nos parece más apropiado en función de la realidad.
Tenemos mucho trabajo que hacer, no solamente como industria, sino que desde el sector público también, porque aquí el turismo lo único que ha hecho en los últimos 20 años es traerle buenas noticias al país en cuanto al crecimiento permanente, empleo, etc.