Fiat decidió no acudir a la reunión convocada por el gobierno
alemán para analizar la necesidad de aportar fondos de emergencia para Opel y,
aunque el grupo italiano mantiene su interés de fusionarse con la firma
germana, advierte de que no lo hará a cualquier precio.
El presidente ejecutivo de Fiat, Sergio Marcchione, expresó
el compromiso de su empresa a continuar con las negociaciones para buscar una
integración con Opel y conseguir una solución estable para sus actividades
industriales que satisfaga las expectativas de General Motors y del gobierno
alemán.
Sin embargo, en un tono muy duro, Marchionne explica que en
Fiat se quedaron "perplejos" cuando General Motors planteó el miércoles
pasado una necesidad de financiamiento adicional de Opel por más de US$ 400
millones.
"Fiat no ha podido tener total acceso a la situación
financiera de Opel", según el ejecutivo italiano, lo que le impide
presentar una oferta concreta por una cuestión de prudencia.
"Riesgos innecesarios"
En este sentido, advierte de que las últimas exigencias
planteadas requerirían que Fiat aportara a Opel unos fondos de emergencia, lo
que expondría a la empresa italiana ante "unos riesgos innecesarios".
"No es razonable que Fiat aporte fondos a una organización cuya situación
financiera se desconoce hasta la fecha", agregó el primer ejecutivo.
Tras recordar que la iniciativa de buscar un socio para Opel
partió del grupo General Motors y generó la implicación del Gobierno alemán,
Marchionne admite que el proceso se ha complicado en los últimos días "por
la exigencia de asistencia financiera", ya que en su oferta Fiat no
contempla la asunción de ninguna deuda.
En todo caso, Fiat confirma su determinación de participar
en la consolidación del sector en Europa, y considera una eventual integración
con Opel una vía factible, que daría lugar al segundo fabricante de automóviles
del continente. Además, sostiene que su propuesta limitará los costos sociales
del proceso y aportará al mismo tiempo sinergias significativas en diversas
áreas.