El nivel de participación
La participación en el plebiscito de entrada de octubre de 2020 fue del 50%. En la primera vuelta presidencial de noviembre de 2021 alcanzó el 47%, mientras que en el balotaje de diciembre pasado llegó al 55%. Lo que ocurra con la participación en este plebiscito, sin embargo, resulta una incógnita porque tiene características inéditas en Chile: la inscripción automática y el voto voluntario. Si bien se ha hablado de un 60% de participación –lo que en un padrón de 15,1 millones de personas estaría en torno a los nueve millones de personas–, expertos han elevado esa cifra en las últimas semanas. Cuando el voto era obligatorio, cerca del 80% de las personas votaba, por lo que si se acercara a ese porcentaje, sería todo un récord. Pero no existe consenso entre los expertos sobre si la masividad será funcional al Apruebo o el Rechazo.
Cualquiera sea el resultado del plebiscito, será seguido por un cambio de gabinete, cuya profundidad tendrá relación con los números de una y otra opción.
Los que habitualmente no participan son los sectores de menores recursos y los jóvenes, lo que haría pensar que si salen a las urnas, robustecerán al Apruebo. Distintos sondeos han mostrado hace meses, sin embargo, que los segmentos desfavorecidos y no políticos están mayormente por el Rechazo. Existe un tercer punto que complica las certezas: las encuestas telefónicas y de panel –que son las que se han hecho– suelen tener problemas en la representación de estos segmentos. El Servel, mientras, ha informado de cerca de 12 millones de consultas de usuarios únicos para conocer los vocales de votación, lo que podría anticipar mucha participación, al igual que el estreno de la georreferenciación (locales cercanos a los domicilios de los votantes).
¿Acertaron las encuestas?
Una de las principales incógnitas que se comenzarán a resolver a partir de las 19 horas del domingo –según las proyecciones del Servel para la entrega de los primeros resultados en un conteo rápido– será si las encuestas acertaron en sus proyecciones sobre un triunfo del Rechazo. Desde que a comienzos de abril la encuesta Feedback fue la primera que le concedió un mayor porcentaje que el Apruebo –un 44% contra un 41%, sobre la base de un estudio realizado en marzo–, consecutivamente los sondeos le han dado ventaja a quienes se oponen a la propuesta de la convención, lo que se ha instalado como tendencia. En promedio, las encuestas le dan al Rechazo entre ocho y 11 puntos más que el Apruebo, pero –nuevamente– los expertos electorales no descartan sorpresas. Primero, porque las encuestas se han equivocado, como ocurrió en 2017. Segundo, por el factor participación. Tampoco ha ayudado la prohibición de conocer sondeos hasta 15 días antes de la elección, porque los estudios de opinión aciertan más mientras más cercano se esté a la fecha en que la gente va a las urnas.
La diferencia entre una y otra opción
Si bien los expertos electorales han repetido que la diferencia será estrecha, voto a voto, no se descartan sorpresas. Los sondeos han indicado que la diferencia a favor del Rechazo estaría entre los ocho y los 11 puntos en promedio, por lo que si se sobrepasa esta barrera, será sin duda una brecha considerada importante. En el caso de ganar el Apruebo, todo indica que sería por menos, pero –nuevamente– tampoco se puede descartar de plano un triunfo amplio por las características inéditas de esta elección.
Lo que parece imposible será que se repita un 78% contra un 22% como en el plebiscito de entrada.
Desgranando la votación
Será de máximo interés observar cómo le fue al Apruebo y al Rechazo entre las mujeres y los hombres. ¿Una Constitución con perspectiva de género y redactada en forma paritaria será o no respaldada por las electoras? ¿O, más bien, entre las chilenas imperaron otras consideraciones, como la mayor cautela frente a lo económico? Lo mismo con respecto a Santiago y las regiones: ¿habrán tenido razón las encuestas que indicaron que en Santiago era más fuerte el Apruebo y que en regiones, sobre todo en las más pequeñas, era más potente el Rechazo? Y… ¿qué ocurrirá en sectores populares y en comunas grandes como La Pintana, Puente Alto y Maipú? ¿Se decantarán por la nueva Constitución o por rechazarla? ¿Y en La Araucanía y regiones aledañas?
El discurso del Presidente
El Presidente Gabriel Boric tomó la decisión no solo de defender el proceso constituyente –en los últimos meses habló de las mentiras en reiteradas ocasiones–, sino que hubo un momento en que apostó por jugársela por el Apruebo. De acuerdo a algunos análisis habría sido exitoso, porque, de lo contrario, esta opción incluso se podría haber desfondado con rapidez si no fuera porque puso a disposición su capital político, la mayor fortaleza del oficialismo. Pero, ¿se podrá el Presidente desacoplar de un fracaso del Apruebo? ¿Cuál debería ser su tono? Hay quienes han hablado, incluso, de la pertinencia de llamar a un gobierno de unidad nacional.
Cualquiera sea el resultado del plebiscito, sin embargo, será seguido por un cambio de gabinete, cuya profundidad tendrá relación con los números de una y otra opción. De ganar el Rechazo, tanto la derecha como el socialismo democrático del oficialismo llamarán a enmendar el rumbo, mientras que si gana el Apruebo, el ala izquierda de su coalición tendrá espaldas para continuar con la línea de cambios profundos.
Las reacciones de los vencedores
Como existe consenso político sobre la continuación del proceso constituyente más allá del domingo, será clave escuchar los discursos de quienes ganen para vislumbrar los acuerdos que se deberán realizar a contrarreloj en el Congreso a partir del lunes. De ganar el Apruebo, será importante el tono con que hablen los líderes oficialistas, que se comprometieron a una agenda de reformas al texto, empujados por el Presidente Boric. De ganar el Rechazo, lo mismo: ¿hasta dónde estará dispuesta a avanzar la derecha en el proceso por una nueva Constitución, en aspectos clave como la paridad, la participación de independientes y los escaños reservados?
Manifestaciones y desórdenes
Dado los acontecimientos que han ocurrido en la previa del plebiscito, sobre todo en la última semana, el mundo político espera que se trate de una jornada sin mayores incidentes, como ha ocurrido históricamente en Chile. La violencia en La Araucanía y los grupos de la izquierda extrema de la capital –como los que ayer se manifestaron en la Alameda y golpearon al hermano del Presidente– mantienen en alerta a las autoridades. Lo que ocurra en la noche del domingo tras conocerse los resultados será especialmente clave para vislumbrar el ambiente político y social que vendrá por delante.
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