El verano trajo más turistas extranjeros al país, pero aún son menos que antes de la pandemia
A nivel local, se calculan 25 millones de viajes con pernoctación. La situación económica y oferta de destinos en países vecinos y el Caribe, le han restado dinamismo, según gremios.
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Un dispar primer balance de la temporada de verano 2024 entregaron los distintos gremios relacionados con el turismo. Si bien valoraron que las cifras comienzan a mejorar, el punto en contra es que aún son inferiores a las registradas antes de la pandemia, las cuales situaban a Chile como uno de los destinos favoritos en la región por una diversa geografía, incluidos desiertos, bosques o glaciares; seguridad e infraestructura.
Tras analizar lo ocurrido entre diciembre y enero -dos de los meses de la temporada alta que termina en marzo-, la presidenta ejecutiva de Fedetur, Helen Kouyoumdjian, estima que en línea con lo que habían proyectado llegaron 1.816.000 turistas provenientes desde el exterior.
De hecho, precisó que esta semana ajustaron levemente ese número a 1.808.000 extranjeros, lo que implica un alza de 19% frente al mismo período estival de 2023, pero que es un 13% menos de lo que ocurría previo a la pandemia.
Una percepción distinta existe a la fecha entre los sectores de hoteles y gastronomía sobre lo ocurrido estos meses.
Hace un año, recuerda la dirigenta, el país recién estaba dejando atrás las restricciones sanitarias y se estaba empezando a notar la recuperación internacional.
También ha notado la recuperación el presidente de la Asociación de Hoteleros, Alberto Pirola, quien calcula que será una temporada un 10% por debajo los resultados previo a la crisis sanitaria que generó el Covid-19.
Por lo mismo, mencionó la necesidad de que restablezcan algunas rutas aéreas y más frecuencias.
Para su gremio, la primera parte de la temporada alta -que considera de octubre a diciembre-, fue “muy buena” y menciona que hubo mejores números que en la prepandemia en la Patagonia, San Pedro de Atacama e isla de Pascua. Otras zonas con un “auge importante” han sido Coquimbo y sus alrededores, con un porcentaje superior al estimado de visitantes argentinos. Las cifras definitivas las tendrán en abril.
Máximo Picallo, Asociación Chilena de Gastronomía. Helen Kouyoumdjian, Fedetur. Alberto Pirola, Asociación de Hoteleros.
Estadías más cortas
Esta percepción más positiva de los hoteleros no tiene eco en la Asociación Chilena de Gastronomía, desde donde su presidente, Máximo Picallo, afirma que la temporada ha estado por debajo de las expectativas, afectadas principalmente por los incendios de Viña del Mar, que golpearon al lugar con mayor ponderación en a lo que turismo de verano significa.
“La contracción que está viviendo nuestra economía, por supuesto, ha impactado a los restaurantes” en todo el país, señala.
Un punto en que coincide con Kouyoumdjian es respecto a que el turismo local será levemente menor que en 2023. “Para una inmensa mayoría de los chilenos la situación económica hace que los bolsillos estén más estrechos y a la hora de hacer uso de esos recursos para vacaciones la gente se restringe”, afirma.
Esto implica que “las estadías han sido más cortas, menores consumos en gastronomía, es decir, viajar a nivel interno, pero con mayores restricciones”.
Mientras la emergencia en la región de Valparaíso, explica, se ha traducido en que algunas personas “no concurran a un determinado lugar”.
A lo anterior suma que para aquellos segmentos de la población con posibilidades de viajar al exterior, ahora ya no se quedaron en el país. “Así como hubo muchos años en que los chilenos se quedaron en el país, hoy no; y toman las ofertas importantes de destinos como Brasil, Argentina, Perú y el Caribe”.
“Esperábamos una temporada con mayor reactivación y nuestra evaluación es hasta ahora conservadora”, señala Kouyoumdjian.
La estimación inicial era de 25 millones de viajes con pernoctación a nivel local, que se está cumpliendo, pero que es es casi 1% menos que en 2023.
La tarea pendiente
¿Cómo revertir estas cifras? Kouyoumdjian señala que “la pérdida de competitividad que tiene Chile se debe a la tardanza en la reapertura luego de la pandemia” comparada con otros países de la región y a “una promoción muy alicaída en términos de lo que el Estado invierte en promoción internacional”.
A su juicio, los recursos han disminuido en los últimos años retrasando el volver a posicionar a Chile como destino y “eso es lo que estamos viendo hoy en los niveles de demanda”.
Pirola, de todas formas, ve con optimismo el futuro y plantea que para la temporada 2025 se están ejecutando reservas desde el extranjero, “lo que es muy positivo y augura que vuelve el interés por visitar Chile”.
Pero recalca “que debemos preocuparnos por entregar más seguridad”.