Economía cae menos de lo previsto en septiembre y afianza rumbo al rebote en el último trimestre
Economistas esperan que la actividad retome el crecimiento medido en 12 meses entre octubre y diciembre.
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Un aire a las expectativas dio la caída de 5,3% que acusó el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) en septiembre, comparado con igual mes de 2019. No sólo fue menor a lo que esperaba el mercado (-6,5% según Bloomberg y -7,1% sondeo del instituto emisor), sino que dejó atrás los retrocesos de dos dígitos observados desde abril.
La cifra, dijo el economista senior de LyD, Tomás Flores, “es consistente con los resultados observados en el mercado laboral y representan una clara señal de que la economía chilena comienza a dar signos de recuperación”.
De hecho, el mismo informe del instituto emisor, mostró que la serie desestacionalizada del Imacec evidenció un repunte de 5,1% frente a agosto.
Estrechamente ligada a la evolución de la crisis sanitaria, la actividad productiva del país ha ido de la mano del proceso levantamiento de las cuarentenas desde fines de julio.
Esto, a juicio del economista jefe de BTG Pactual Chile, Pablo Cruz, explica el alza respecto al mes previo, ya que la reapertura -más profunda en los últimos meses- ha permitido que la economía retome parte de su dinamismo.
Para el economista senior de BCI Estudios, Felipe Ruiz, lo ocurrido en septiembre reafirma “las perspectivas de recuperación que ya comenzaron a advertirse en agosto”, período en el que el sector del consumo y las manufacturas, muestran una “importante” reactivación.
El motor del comercio
En septiembre -que tuvo tres días hábiles más que hace un año- el Imacec minero disminuyó 1,9%, mientras que el no minero lo hizo en 5,7%. Esto, en términos desestacionalizados y comparado con el período precedente, significó un descenso en el primer caso de 1,5%, mientras en el segundo se expandió 5,9%.
En este escenario, el retiro de parte de los ahorros previsionales dio un apoyo extra al comercio, de acuerdo con la economista de Euroamérica, Martina Ogaz, consolidando una mejora en la economía por el relajamiento de las medidas sanitarias.
Precisamente, el reporte del Banco Central destacó el crecimiento del comercio, la industria manufacturera y, en menor medida, de los servicios empresariales como los factores que dieron alivio parcial al negativo impacto que deja la crisis sanitaria. En contraste, la construcción y los servicios de educación, transporte y restaurantes y hoteles, siguen siendo los rubros más damnificados.
En línea con lo anterior, y siempre que se mantenga el control de la crisis sanitaria y que no existan eventos disruptivos para la actividad, las menores restricciones de movilidad y una base de comparación menos exigente -dadas las caídas que generó el estallido social- se traducirían en un alza del Producto Interno Bruto (PIB) en el último trimestre, según el economista de Banchile Inversiones, Agustín García.
Las perspectivas de crecimiento para dicho período de los economistas van entre un nulo crecimiento y un avance del PIB de 2,5%.
Para el subgerente de Estudios de Econsult, Mauricio Carrasco, lo que sustenta la recuperación es “una continuidad gradual de la apertura”.
Para octubre, las expectativas apuntan con los primeros datos disponibles a que la actividad mostrará los primeros signos de avance interanual desde febrero. Eso sí, será una mejora en el margen y a una velocidad menor que la registrada previamente, advierte el gerente de Macroeconomía del Departamento de Estudios del Grupo Security, César Guzmán.
Otro factor que se agrega para el décimo mes del año es que hay una base de comparación “muy débil por el estallido social del año pasado”, comentan desde Santander en donde tienen una estimación de repunte entre 1% y 2%. Hace un año, el Imacec descendió 3,4%.
Para el año, el rango es de una contracción entre 6% y 5%, algo diferente a la última proyección incluida por el Banco Central en el Informe de Política Monetaria de septiembre (-5,5% y -4,5%).