Canciller anuncia que ofrecerá cooperación a los países vecinos para desarticular las bandas que ingresan extranjeros a Chile

Junto con reiterar su llamado a la Cámara Alta para que no respalde las indicaciones que faciliten el ingreso clandestino a Chile, el canciller Andrés Allamand anunció que se coordinará con los países vecinos para evitar la migración irregular hacia nuestro país, para lo cual se reforzará las fronteras, especialmente en el norte del país.

"Las personas que están ingresando clandestinamente al país están cometiendo un delito y, en consecuencia, lo que correspondería es que hubieran procedimientos expeditos para expulsar a dichas personas del país", señaló el ministro de Relaciones Exteriores.

Dado que aún no existen los citados procedimientos, Allamand explicó que "lo que vamos a hacer es que vamos a fortalecer el control sobre las fronteras, que es particularmente extensa, vamos a continuar trabajando con las cancillerías de los países vecinos, precisamente para coordinar esfuerzos; y vamos a ofrecer una cooperación, en términos de contribuir a desmantelar las verdaderas maquinarias que existen, verdaderas bandas de personas que, en definitiva, funcionan como trata de personas o, de alguna manera, aprovechándose de las personas que pretenden ingresar al país".

El canciller añadió que desarticular esas bandas delictuales "es particularmente importante", por lo que enfatizó que espera que este martes y miércoles –cuando el Senado retoma la votación del proyecto de migración y extranjería y que se encuentra aún en su segundo trámite en la Cámara Alta- "tengamos, por fin, una legislación que permita o que facilite la tarea que se debe efectuar en la frontera".

En tal sentido, Allamand fue categórico en que "han resultado particularmente inconveniente todas las propuestas que ha formulado la oposición, por ejemplo, en términos de regularizar la situación de quienes ingresan en forma clandestina al país". Ello, porque desde su punto de vista esas indicaciones generan "exactamente el incentivo inverso al que se necesita".

Por tanto, el canciller advirtió que "no avalamos el ingreso clandestino, el ingreso clandestino es un delito. Ojalá tuviéramos los expedientes para poder generar expulsiones expeditas", aumentando la presión sobre el Congreso.