Economistas estiman que el alza del cobre podría ser un aliado para el PIB del año, pero ven un aporte fiscal acotado
Mientras el metal siga sobre los US$ 4 la libra, en el mercado reconocen que podría haber un beneficio, pero estiman que sería mayor si mejora la producción del metal.
- T+
- T-
Un auspicioso pasar tuvo el cobre la semana pasada. El viernes, el precio spot del commodity llegó a US$ 4,26 en la Bolsa de Metales de Londres, el mayor nivel desde enero de 2023, según la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).
Con una demanda “más fuerte de lo esperado”, las cotizaciones también “se han beneficiado a medida que los inversionistas comienzan a recurrir a las materias primas como cobertura contra los renovados temores inflacionarios”, mencionó Bloomberg.
“Un elemento que refleja la presión al alza del precio, es el fuerte aumento de la actividad especulativa en las bolsas de metales”, señaló un reporte de Cochilco, que a comienzos de año proyectó un promedio de US$ 3,85 la libra para 2024.
Todo un marco que bien le podría venir a Chile, considerando el rol clave del país en la producción de cobre del mundo y que es el principal producto de exportación .
“En general, cuando el precio del cobre ha estado alto, la economía se beneficia”, señala el coordinador macroeconómico de Clapes UC, Hermann González, y plantea que en la medida que esta alza se sostenga en el tiempo, podría “aportar efectivamente algunas décimas de crecimiento”.
El último Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central subió su proyección a expansión del Producto Interno Bruto (PIB) entre 2% y 3% para este año.
La gerenta de negocios de MBI Inversiones, Carolina Grünwald, dice que “de mantenerse el precio del cobre en niveles actuales, es un aumento relevante respecto de lo estimado. Esto, de ser permanente, podría ayudar las perspectivas de crecimiento”, estima.
“Nos viene bien”, agrega el académico de la UAI, Rodrigo Wagner, pero advierte que “no es algo gigante”.
La cautela de algunos analistas se explica por el tema de la producción. “Es bueno, porque nos hace más ricos, pero la producción de cobre no va a subir”, opina el exvicepresidente del Banco Central, Manuel Marfán.
Cochilco prevé para este año un volumen de 5,63 millones de toneladas, lo que representa un aumento de 5,7% frente al ejercicio anterior. Para 2025, calcula un alza de 6,4% con 6 millones de toneladas.
Precisamente, como lo plantea la economista senior de LyD, Macarena García, el incremento del precio del cobre “se demora en generar efectos en la producción, ya que en el corto plazo la producción está más determinada por factores de oferta, como la ley del mineral, escasez hídrica, etc”.
Añade que ante la “gran volatilidad” vista en el mercado en los últimos meses, existe incertidumbre sobre qué tan permanente será este nivel de valor. “Si el precio elevado se mantiene por un tiempo, probablemente veremos aumentos en la producción, pero más hacia adelante”, dice García.
Wagner también cree que el margen para aumentar la producción en el corto plazo es “muy muy bajo”. Pero considera que si el cambio es percibido como más permanente entonces, puede gatillar mayor inversión de mineras de cobre.
Y junto con aclara que en el PIB real no hay un alza aritmética cuando sube el precio del cobre, pues incluye los valores del año anterior, sí estima que la cotización afecta al PIB, porque “personas o empresas cambian su comportamiento”.
¿Y las arcas fiscales?
Otro efecto del precio del metal es el terreno fiscal. Pero García asegura que “la importancia de los ingresos del cobre -por impuestos a la minería privada y los excedentes de Codelco- en los ingresos fiscales se ha reducido en el tiempo”. En 2023 solo representaron el 5% de los ingresos fiscales. “Por lo tanto, un aumento del precio del cobre obviamente generará más ingresos al Fisco, pero dentro de un margen acotado”, proyecta.
Su cálculo es que si el precio promedio del año fuera US$ 4 la libra , los ingresos fiscales aumentarían en torno a US$ 450 millones, algo más de un 0,1% del PIB.
“Más importante sería que Codelco realice sus inversiones estratégicas para retomar el nivel de producción que ha perdido”, lanza.
A su vez, el economista jefe para Chile de Credicorp Capital, Samuel Carrasco, calcula que en US$ 4,2 la libra durante todo el año generaría ingresos fiscales efectivos en torno a US$ 1.0o0 millones adicionales. “El impacto en el ingreso estructural puede ser más acotado”, asevera.
Otra que saca la calculadora es Grünwald, quien plantea que según la Dipres, una baja en el precio del cobre de 1 centavo se traduce en una caída de US$ 10,1 millones en los ingresos efectivos que percibe el Gobierno. “Si asumimos que esta relación es simétrica, un aumento de 40 centavos se traduciría en un aumento de US$ 400 millones en ingresos efectivos. Sin embargo, si esto da mayores holguras fiscales debe evaluarse según el ingreso cíclicamente ajustado, que depende de la diferencia del precio spot con el precio tendencial estimado para el cobre. Por lo tanto, no necesariamente significa más holgura fiscal ‘en el ejercicio’, pero claramente ayuda en el ahorro”, señala.
De hecho, desde la Dirección de Presupuestos (Dipres) destacan que un alza coyuntural si bien pudiese aumentar la recaudación para un período en particular, la política fiscal se guía por el Balance Cíclicamente Ajustado.
De esta manera, más bien hacen un seguimiento a la brecha de precios con respecto a su nivel de largo plazo (referencia). “En este entendido, un alza coyuntural del precio del cobre señala la obligación de ahorrar dichos recursos, y no necesariamente dirigirlos hacia la planificación de un mayor gasto”, señalan.
Las proyecciones ubican al metal rojo sobre los US$ 4 la libra este año y el próximo
Factores como la transición energética, la electromovilidad e incluso la IA podrían generar una mayor demanda.
Tras las alzas de los días pasados, en el mercado hubo agentes que mejoraron sus perspectivas para la cotización del cobre.
Por ejemplo, Bank of America (BofA) sorprendió al subir su estimación para este año de US$ 3,91 la libra a US$ 4,23 y para el siguiente de US$ 4,76 a US$ 4,88. A su vez, el valor de la tonelada para 2026 se elevaría a US$ 12 mil desde los US$ 9.200 actuales.
Estas cifras están por arriba de la previsión de enero de Cochilco de US$ 3,85 la libra.
Desde Inversiones Security apuestan a que el precio del cobre se ubicará en torno a US$ 4 la libra en promedio durante 2025 y 2026, “siendo el principal factor una cierta moderación en el crecimiento mundial después de años donde la economía ha sorprendido al alza importantemente”, dice su economista, Marcela Calisto.
“Dos tercios del aumento del precio cobre se ven explicados por un mayor crecimiento en la producción industrial mundial, manteniéndonos en un escenario de crecimiento sólido a nivel global, y el otro tercio se explica por mayores costos de producción que se ven reflejados, por ejemplo, en el aumento del precio del petróleo”, añade Calisto.
El economista jefe de BICE Inversiones, Marco Correa, cree que las perspectivas son al alza en el mediano plazo. “Existen factores como la transición energética, vehículos eléctricos e, incluso la IA, que generarían una mayor demanda potencialmente, mientras la oferta podría estar más limitada para aumentar”, postula, y estima que debería ubicarse en torno a US$ 4,2 por libra en los siguientes meses.
En Bci Estudios prevén un nivel de US$ 4 la libra este y los próximos dos años. “Lo que vemos hasta ahora son expectativas favorables, pero los fundamentos no han cambiado mucho durante el último mes. Más aún, las condiciones monetarias globales siguen siendo restrictivas y los inventarios han aumentado”, plantea su economista Juan Ángel San Martín.