Andrés Pérez, Itaú: "Una baja de tasas mayor a 100 puntos repercutiría en más volatilidad en el dólar"
El exHacienda y exBanco Central ve espacio para que el instituto emisor aplique esta semana un ajuste mayor a los 75 puntos base de diciembre, pero también advierte riesgos, principalmente provenientes desde el exterior.
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El miércoles 31 de enero a las 18 hrs. todos los ojos estarán puestos en el Banco Central, que tiene espacio para un recorte más agresivo en la Tasa de Política Monetaria (TPM) que los 75 puntos base de diciembre.
Esa es la visión que tiene el economista jefe para América Latina -con la excepción de Brasil- de Itaú, Andrés Pérez. El economista de la Universidad de Chicago, y que tuvo un paso por el Ministerio de Hacienda y el Banco Central, a su vez, defiende la manera en que el instituto emisor ha comunicado su política monetaria al mercado.
- Entre la reunión de diciembre y la de ahora, la inflación tuvo una significativa moderación hasta un 3,9%. ¿Cree que el Banco Central repetirá una baja de tasa de interés de 75 puntos base o hay espacio para ser más agresivo?
- A lo largo del 2023 el Banco Central realizó importantes ajustes a la baja en la TPM, completando 300 puntos base de baja. Considerando el nivel de tasa y las condiciones macro que existen hoy día, creemos que el Banco Central va a avanzar en un ajuste mayor en esta reunión, de 100 puntos base, que está en línea con lo que sugieren los precios de mercado.
- ¿No ve un riesgo en la decisión de bajar la tasa en dicha magnitud?
- Efectivamente, sorpresas en las decisiones de política monetaria tienen implicancia. Hemos visto que el tipo de cambio ha estado más volátil de lo que era anteriormente. Nosotros creemos que una baja mayor a 100 podría repercutir en mayor volatilidad y una depreciación mayor del tipo de cambio desde los niveles actuales. Pero, efectivamente, las condiciones macro de la economía sugieren que necesitamos tasas cada vez menores y más cerca de los niveles neutrales a lo largo del año.
- Para las siguientes reuniones, ¿qué recortes proyectan?
- Nosotros creemos que tras bajar 100 en esta próxima reunión, las condiciones se pueden dar para que sigan bajando en 75 puntos base en la reunión del 2 de abril y después seguir bajando, pero en un ritmo menor.
También hay que pensar que a esa altura la Fed ya debiese de haber iniciado su ciclo de baja y con ello las condiciones financieras globales también se deberían moderar desde los niveles actuales.
Con todo, esperamos que la TPM termine el año en torno al 4,5%, que está bien por debajo del 8,25% en el que estamos actualmente.
- ¿Entonces la TPM alcanzaría el nivel neutral en 2025?
- Las condiciones de la economía sugieren que necesitamos acercarnos hacia niveles neutrales a lo largo del año. El 4,5% ya está más cerca de los niveles neutrales y bajas mayores a ello sugerirían que la tasa pasaría por debajo de los niveles de la Fed, que no es una restricción per se, pero puede ser que eso sea acompañado de mayor volatilidad del tipo de cambio y condiciones más adversas en el punto de vista de los mercados financieros locales.
- ¿Cuánto cree que pesará el tipo de cambio en la decisión que tome el Banco Central en esta reunión?
- Yo creo que el Consejo y el staff observan un set bien amplio de medidas dentro de las cuales están, por cierto, los indicadores financieros y el tipo de cambio.
Ahora, la depreciación más reciente del peso chileno se da en el tiempo en que el dólar global se ha fortalecido en el margen y también se han acentuado las expectativas de baja de tasas después de la sorpresa de inflación de diciembre.
Entonces, yo creo que las condiciones están para que bajen 100, a pesar de la volatilidad o la depreciación reciente del tipo de cambio.
- En los meses anteriores desde el mercado hubo críticas hacia la comunicación de la política monetaria por parte del Banco Central. ¿Cree usted que el instituto emisor ha sido poco claro?
- Yo creo que el Banco Central ha sido claro en que las tasas van a seguir bajando. En términos de la calibración o movimientos tácticos reunión a reunión, van a depender también de las noticias y los distintos shocks que se van observando en el momento, en un ciclo yo diría atípico en los distintos shocks que hemos visto.
Yo me tiendo a alinear con la comunicación del Banco Central, donde las tasas van a seguir bajando y que debiesen terminar en torno al 4% para fines de este año.
- El ente autónomo tiene su meta de inflación en 3%. ¿Cuándo se alcanzaría?
- Yo creo que hay que reconocer que hubo una importante sorpresa a la baja en la inflación de diciembre. Es verdad que parte de eso se debiese revertir para la inflación de enero, en la cual nosotros estamos esperando un 0,4%.
Pero con todo, yo creo que los sesgos van hacia una inflación algo más baja a lo largo del año, incluso transitemos hacia 3% en marzo.
- ¿Qué puede hacer peligrar esa meta?
- El tipo de cambio se ha depreciado de manera bien notoria en los últimos meses. Tuvimos una depreciación bien relevante hasta fines de octubre y después un nuevo aire de depreciación en lo que va del año. Todavía no hemos visto con claridad los efectos de esa depreciación sobre el precio de los bienes transables. Entonces, es probable que eso eventualmente llegue, que sea una presión al alza. Al tiempo en que las tensiones que existen sobre las cadenas de logística en Medio Oriente también podrían traducirse en mayores precios del petróleo.
Ojo con el escenario externo
- En cuanto al dólar, ¿cuán volátil estará el tipo de cambio este año?
- En el corto plazo, en la medida en que se vaya reduciendo el diferencial de tasa, creemos que el tipo de cambio va a tener un sesgo hacia una depreciación mayor en el corto plazo.
Sin embargo, a lo largo del año, en la medida en que la Fed vaya consolidando las bajas y que las condiciones externas financieras se vayan moderando, eso va a permitir que el dólar global se vaya debilitando y también contribuyendo a que el tipo de cambio acá se vaya apreciando desde los niveles actuales.
Con ello, esperamos que el tipo de cambio termine el año en $ 850. Es una depreciación significativa con respecto a los niveles actuales.
Ahora, ese escenario también descansa en un supuesto donde la incertidumbre de política económica también se mantenga acotada o moderada.
- En octubre el Banco Central decidió poner pausa a su compra de reservas internacionales. ¿Cuándo creen que sería un buen momento para retomar esa reposición?
- Las reservas internacionales del Banco Central han aumentado este año. A diciembre se encontraban en torno US$ 46.000 millones, que es más o menos 14 puntos del Producto Interno Bruto (PIB).
Sumando aquello con la línea de crédito flexible que contamos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), tenemos recursos suficientes para enfrentar shocks en las turbulencias externas.
También tenemos otras facilidades de liquidez tanto con la Fed de Nueva York, como por el BIS, y como con el Banco Central de China, que nos permiten enfrentar shocks.
En el tiempo deberíamos seguir acumulando reservas hasta los niveles que han señalado tanto el mismo Banco Central en el pasado como el mismo Fondo Monetario Internacional en su artículo 4º más reciente, que es el llegar a 18 puntos del PIB.
¿Cuándo? Cuando las condiciones financieras externas así lo permitan y eso puede ser más adelante en el año.
- En términos de riesgos, ¿cuáles serán las principales amenazas para la economía chilena este año?
- Por el lado externo, yo diría que tenemos riesgos que ya están presentes pero que se podrían acentuar.
Por ejemplo, estas tensiones que tenemos en geopolítica. Tenemos varias elecciones en economías importantes durante este año, ahí surgen riesgos, por ejemplo, a eventuales nuevas rondas de aranceles mayores. Por ejemplo, cambios en las políticas de aranceles en economías importantes podrían generar un efecto negativo para la economía chilena.
En el ámbito local, yo creo que uno de los principales riesgos se relaciona con nuevas discusiones de retiros de ahorros previsionales, que yo creo que sería negativo para los activos chilenos y para la economía.
Y en relación a otros riesgos, creo que existe el riesgo de que, en contraste a una economía que el año pasado terminó teniendo un ajuste más suave, yo creo que existe el riesgo de que esta recuperación sea más lenta de lo que se estima, que transitemos a crecer hacia el crecimiento potencial, pero que sea más lento de lo esperado.
Y esa recuperación está acompañada de un escenario de menor creación de empleo y un mercado del trabajo que se demora más tiempo en recomponerse.
“La economía chilena ha tenido un buen desempeño. La gran incógnita es qué tan dinámica va a ser esta salida”
-¿La economía chilena evitaría una caída en 2023?
- El año pasado, mirando desde el retrovisor, la economía tuvo un ajuste más suave de lo esperado. Hace un año, nuestra proyección era una contracción relevante y ese ajuste fue más suave. También fue acompañado de una caída de la inflación más rápida de lo que se esperaba.
Entonces, desde ese punto de vista, la economía chilena ha tenido un buen desempeño. La gran incógnita es qué tan dinámica va a ser esta salida.
La clave va a ser la inversión privada, que a todas luces se sugiere que va a seguir siendo débil e incluso se podría volver a contraer durante el 2024. Para potenciar la inversión privada van a ayudar niveles de TPM menos contractiva, pero también va a ser clave, por ejemplo, que se reduzca la incertidumbre política económica, que se evite elevar los costos de capital o los costos del trabajo, y, por otro lado, es favorable que estemos hablando de crecimiento. También es favorable que se busque reformar los sistemas de permisos y de aprobación ambiental.
- ¿Qué crecimiento proyectan para 2024?
- Tenemos una proyección de 1,7% para este año y de 2,2% para el año 2025. Diría que está en línea con el consenso. Pero de nuevo, para nosotros el riesgo es que se demore un poco más la economía en dinamizarse.
- ¿Será, entonces, este un buen año para la economía chilena?
- Va a ser un año mejor que el año pasado en términos de actividad, pero donde todavía no nos vamos a acercar a crecer por encima del potencial. Después de un ajuste, uno en general vuelve a crecer más rápido del potencial y después se estaciona en el potencial, pero en este caso lo más probable es que nos demoremos.