Justo cuando el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, José Miguel Ahumada, calculó que las respuestas a las side letters que espera el Gobierno para ratificar el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP) podrían tardar lo que resta de este año o el próximo, el senador oficialista Ricardo Lagos Weber (PPD) le salió al paso no sólo para contradecir a la autoridad, sosteniendo que un plazo razonable para ese proceso son dos meses, sino para acusar la opacidad que ha envuelto a las cartas enviadas.

Es bien sabido que el senador Lagos Weber es uno de los principales y más férreos defensores del TPP11 en el Congreso y hoy salió a reiterar algo que ya había señalado el martes recién pasado, cuando se votó y despachó del Senado el acuerdo, y es que un plazo razonable para que el gobierno lo ratifique serían dos meses. Esta reiteración coincide con el cálculo mucho más extenso que hozo Ahumada en radio Sonar.

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“Lo que viene ahora es darle un espacio de tiempo razonable, me imagino uno o dos meses, al gobierno para su estrategia de conseguir acuerdos con los países miembros para aclarar acordar algo distinto, en un tema específico que es la solución de controversias”, argumentó Lagos Weber; pero también fue categórico en que este proceso no puede convertirse en “una maniobra dilatoria de algunos sectores que no quieren el acuerdo”, agregó aludiendo a Apruebo Dignidad.

Por otro lado, señaló que sería importante para todos los sectores conocer la estrategia del Gobierno en cuanto a las side letters, porque “le envió carta a diez países, con cuántas respuestas se va a dar por conforme el Gobierno para que el Presidente de la República ratifique el tratado”, le interesó saber al parlamentario oficialista. Pero no solo eso, sino que también se pregunta si “podremos conocer algún día el contenido de esas cartas, porque hasta ahora hay mucha opacidad en su contenido”, subraya.

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Pero, tal vez más preocupante para Lagos Weber es que no solo se desconoce el contenido de las misivas, sino que la ciudadanía y gran parte de la clase política también desconoce si los países con los que el Gobierno está en el proceso de side letters le pedirán a Chile algo a cambio o qué es lo que nuestro país está dispuesto a ceder para que concordar voluntades con los demás países miembros del tratado.