Chile no logra sacarle todo el partido al liderazgo en la producción del cobre y litio
Informe de Capital Economics estima que la demanda por la transición verde allanará el camino para un crecimiento del PIB de entre 2,5% y 2,8% interanual en promedio desde ahora hasta el final de la década.
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La transición energética global es una oportunidad para que la economía chilena se beneficie, ya que sus reservas de minerales críticos como el litio, que serán claves para la producción de infraestructura de energía verde. Sin embargo, de acuerdo a Capital Economics, si bien es probable que Chile mantenga su papel como proveedor de minerales críticos, no llegaría a ascender en la cadena de valor de la tecnología verde, además de tener dificultades para aumentar su producción de cobre y litio.
Un informe de la economista para mercados emergentes de la firma, Kimberly Sperrfechter, indica que el impacto económico más inmediato del cambio climático en la economía chilena proviene de los esfuerzos nacionales y globales para mitigar sus efectos, con el cambio de combustibles fósiles a renovables. Pero apunta a que “el problema más importante” está relacionado con el papel del país en el suministro de minerales críticos.
“El potencial de Chile para ser uno de los principales beneficiarios de la transición verde es inmenso. Por un lado, es probable que el rápido despliegue interno de energías renovables reduzca la vulnerabilidad de Chile a las oscilaciones en los precios globales de la energía y podría resultar en precios internos más bajos de la energía en el futuro”, señala en el documento.
Esto, en un contexto en el que el país es el principal productor mundial de cobre y segundo mayor de litio -después de Australia y antes que China, llegando a representar una cuarta parte del cobre mundial y el 30% de la producción mundial de litio.
Mientras que la Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que la demanda de litio podría ser unas 40 veces mayor que su nivel de 2020 para 2040, al mismo tiempo que la demanda de cobre podría casi triplicarse con la descarbonización de las economías mundiales.
Con esto, Capital Economics estima que allanará el camino para un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 2,5% y 2,8% interanual en promedio desde ahora hasta el final de la década. Dadp esto, el país superaría a sus pares de la región, pero todavía estaría atrás de los otros mercados emergentes asiáticos.
No obstante, apunta a que la oportunidad de un impulso al crecimiento de la productividad y convergencia de ingresos dependerá de si Chile lleva a cabo un proceso de valor agregado, como por ejemplo, la producción de baterías de litio o vehículos eléctricos.
“Hasta ahora, Chile simplemente desempeña un papel importante en la extracción y, en menor medida, en el procesamiento de minerales críticos, pero apenas desempeña un papel en actividades que se encuentran más arriba en la cadena de valor. Y dudamos que esto cambie sustancialmente en los próximos años”, dice.
Las razones por las cuales el país se queda atrás están tanto en la geografía, al estar alejado de mercados claves como Estados Unidos, Europa y Asia; además de falta de inversiones y fuerza laboral altamente calificada.
“Sin embargo, lo más importante es que Chile llega tarde a la fiesta de las baterías y los vehículos eléctricos: otros países, especialmente en Asia, ya tienen una gran industria de baterías, una enorme ventaja competitiva en términos de conocimientos tecnológicos y dominan la industria de la tecnología verde”, dice el informe.
Según los datos de la AIE, recuerda, el 75% de todas las baterias de iones de litio se producen en China, seguido por Corea y Japón.
Baja producción
El documento también indica que el sector minero ha tenido problemas en los últimos años, por lo que no habría un aumento sustancial en la producción de cobre y litio, proyectando una expansión de 1,3% y 4% interanual, respectivamente, en promedio hasta 2030.
“El deterioro del entorno empresarial minero de Chile en medio de mayores regalías y un proceso de permisos complejo y largo, así como, en el caso del litio, una legislación restrictiva impedirán que las empresas realicen las inversiones necesarias para aumentar la producción”, señala.
Además, se espera que los ingresos por exportaciones en dólares aumentará en el mismo periodo en un 4%, en tanto el precio del petróleo baje.
“En conjunto, esto significa que los términos de intercambio de Chile mejorarán durante este período y proporcionarán un viento de cola estructural para el peso. Esperamos que la moneda se fortalezca hasta $ 800 para finales de 2025. Y aunque no creemos que avance mucho frente al dólar estadounidense hasta 2030, esperamos que supere a la mayoría de las demás monedas de los mercados emergentes”, proyectan.