El brillo de Gloss Crystal no se apaga

Cuando tenía 10 años, Catherina Montes recorría las playas de Viña del Mar con sus collares y aros de mostacilla. Con un pandero llamaba la atención de los peatones que pasaban por el Muelle Vergara y ofrecía sus productos a $ 500 pesos. Si bien ella no lo sabía, este sería su primer acercamiento al negocio de la joyería.

Veinticinco años después, Montes es dueña de Gloss Crystal, una PYME dedicada a fabricar joyas con cristales Swarovski. La empezó en 2011, cuando trabajaba en el sector público. Durante los primeros siete años diseñó y fabricó los productos por su cuenta cuando volvía del trabajo o en sus tiempos libres de fin de semana. A finales del año pasado, sin embargo, decidió dejar su empleo estable para dedicarse por completo a potenciar su emprendimiento.

Hoy, tiene más de cinco trabajadoras directas y la iniciativa de Mujeres Brillantes, un grupo de más de cien distribuidoras dedicadas a vender los productos de Gloss Crystal por todos los rincones del territorio nacional. Sus joyas están, además, en Falabella, Ripley, París y otras empresas tradicionales del rubro del retail.

Pero todos estos avances no fueron instantáneos. Montes tuvo que vender su auto, un departamento y dejar de percibir ingresos estables cada mes. Todos estos esfuerzos hicieron que ella, en una tarde de noviembre, llorara frente a la televisión al ver decenas de personas protestando en el centro de la ciudad, en las cercanías de su tienda. Tuvo miedo. Pensó que su proyecto de nueve años podría terminar destruido en un instante, tal como le ha pasado a cientos de pequeños negocios durante los últimos 60 días.

Hoy recuerda ese momento con tranquilidad y hasta con humor. Como tantos otros pequeños emprendedores también pensó en cerrar para siempre. Tanto así, que le dijo al dueño del local que arrienda que se iría a fin de mes. Pero fueron las mismas distribuidoras de sus joyas quienes la hicieron cambiar de parecer. Respiró hondo y se armó de fuerzas de nuevo. "Voy a seguir. Si cierro, dejo sin pega a muchas mujeres. No puedo cerrar, no puedo quebrar. Voy a seguir con esto. Voy a darle", se dijo a sí misma.

Renovar el modelo de negocio

Catherina Montes es realista con su rubro. Sabe que cuando ocurren este tipo de situaciones, sus productos pasan a segundo o tercer plano. Pero al mismo tiempo entendía que la época de fin de año significaba un aumento exponencial de las ventas. El verano y la navidad eran sinónimos de mayores ingresos. Pero eso se interrumpió abruptamente. "Como las joyas son un producto de poca necesidad, es lo primero que gente va a dejar de consumir. Para nosotros octubre, noviembre y diciembre eran los mejores meses del año", se lamenta.

Esta incertidumbre la forzó a tomar decisiones rápidas. Una de las principales fue realizar ofertas exclusivas en su sitio web para generar más demanda y recibir ingresos rápidos. También ha barajado la opción de exportar sus productos a través de Amazon y otras plataformas de ventas online.

Otra decisión, que tomará más tiempo, tiene que ver con reconfigurar la red de distribuidoras que tiene por todo Chile. Quiere sumar a otros emprendimientos femeninos para que puedan aumentar sus ventas y llegar a regiones: "Queremos que otras marcas que fabrican joyas también vendan a través de nuestra plataforma de Mujeres Brillantes. Entonces así nosotros le damos la oportunidad de que ellas vendan", adelanta.

El número de distribuidoras ha crecido exponencialmente desde inicios de noviembre. Los despidos masivos que se han producido desde el estallido social han obligado a miles de mujeres a encontrar fuentes de trabajo alternativas. Según los datos que manejan desde Gloss Crystal, en el último mes han aumentado más de un 50% las solicitudes para ingresar a Mujeres Brillantes. "El desempleo está pegando fuerte. Ya se está notando que la gente está quedando sin pega o que las familias necesitan un segundo ingreso. Están viendo en las joyas una forma de vender", señala Montes.

Apoyo del gobierno y privados

Pero independientemente de las bajas ventas, Catherina Montes saca cuentas alegres. En las últimas semanas la demanda ha aumentado considerablemente. Eso se explica por la cantidad de instancias que se han creado para fomentar los negocios emergentes que han sido afectados por la contingencia. Según su visión, las mismas personas han preferido los productos chilenos y de empresas pequeñas.

Otras de las razones que fomentaron el repunte de su empresa tuvieron que ver con la ayuda que entregó el Ejecutivo. Según su experiencia las iniciativas de la Corfo y del Servicio de Impuestos Internos (SII) han sido importantes para calmar la ansiedad que ha generado toda la coyuntura. "Yo de verdad he sentido un apoyo del gobierno para las PYME. Nosotros somos una empresa no tan chica pero igual lo hemos sentido. Están las instancias ahí para darte una mano", cuenta.

Pero también, expone, han existido iniciativas privadas que han ayudado a las compañías emergentes. Una de ellas es Mujeres Empresarias, una organización que apoya la gestión empresarial femenina. "Abrimos la posibilidad de difundir gratis sus productos y servicios a través de nuestros canales de comunicación y hemos organizados varios encuentros de conversación y reflexión", cuenta Francisca Valdés, directora ejecutiva de Mujeres Empresarias.

Independiente de las malas ventas y la inestabilidad financiera, Catherina Montes ve en este estallido social una oportunidad para revalorizar su negocio y encontrar nuevas formas de crecimiento. "Se te abren ventanas de puertas que se te cierran (...) estábamos todos súper cómodos como lo estábamos haciendo y ahora tienes que buscar otras formas de emprender", concluye.