El año comenzó agitado en el mercado. En solo semanas, los inversionistas, analistas y bancos de inversión enterraron la narrativa del “excepcionalismo estadounidense” que protagonizaron los reportes del 2024, y el discurso se volcó en que la mayor economía del mundo estaría frente al riesgo de una recesión y estanflación.
El cambio fue gatillado por la incertidumbre que ha generado la política comercial que está ejecutando el nuevo Presidente de EEUU. Los mercados no tardaron en reaccionar y las acciones de Wall Street retrocedieron con fuerza, mientras que la renta fija se encuentra en un período inusual de volatilidad.
“Estamos enfrentados a una realidad que cambia todos los días, y en estos últimos tres meses cambia varias veces durante el día. Tenemos que acostumbrarnos a recibir noticias los domingos a las 17:00 y tomar decisiones el lunes a las 08:00”, apuntó el Chief Investment Officer (CIO) de Sura Investment, César Cuervo, en el marco de SURA Advisory Forum realizado esta semana.
"Chile es el país que más nos gusta dentro de la región".
En entrevista con Señal DF, Cuervo detalla que el nuevo escenario se explica producto de distintas variables, aunque gatillado por el deterioro de indicadores económicos clave, como la caída de la confianza.
“Incluso el mismo Gobierno ha sido consciente de que las tarifas pueden tener un efecto en la actividad económica, ya que no solamente las cosas se van a encarecer, sino que la gente va a reducir su propensión a consumir en la medida en que los precios vayan subiendo. El cambio de escenario tan repentino se explica porque pasamos de las promesas de campaña de Trump a su materialización, provocando una exacerbación de la percepción de riesgo de un escenario recesivo y un escenario estanflacionario”, explicó Cuervo.
-¿Cuál es su visión sobre eso?
-A pesar de que sí ha aumentado la probabilidad, dependiendo de la métrica que uno utilice, la verdad, no vemos en el corto plazo un riesgo inminente de recesión en Estados Unidos.
-¿Cómo se plasma eso en su estrategia de inversión?
-Seguimos estando, más aún después de las correcciones del último tiempo, con una posición de sobreponderar la renta variable de Estados Unidos. Si bien creemos que hay alguna oportunidad puntual en Europa y también en Japón, vemos que EEUU sigue siendo el país que tiene fundamentos más sólidos en la renta variable debido a sus ratios de utilidades por acción, sumado a unos hogares con una situación financiera sana, apalancamientos controlados y una propensión a consumir relativamente alta.
-¿Cómo estar seguros del diagnóstico?
-Todo dependerá de cómo evolucione la guerra comercial, y lo importante será saber cuál de las dos motivaciones de los aranceles termina primando: si las tarifas son herramienta de política para darle algo de satisfacción a sus electores o si son una herramienta económica.
-¿Se justifica que el S&P 500 cayera un 10%?
-Creemos que sí se justifica, pero no solamente por las presiones inflacionarias que tendría la política de Trump, sino también porque las acciones de EEUU habían tenido un rally sobreextendido y porque las valoraciones estaban demasiado estiradas. En ese sentido, todos estos factores conjugados llevaron a una corrección, pero son correcciones que podríamos llamar incluso sanas dentro del mercado. Además, era apropiado ver algo de toma de utilidad.
-¿Ve nuevas correcciones en el corto plazo?
-Dependemos de las cifras que vayan saliendo, especialmente aquellas relacionadas con la demanda de los hogares y con la ralentización de la actividad económica en Estados Unidos. Otro factor importante será el impacto que tendrán en la Reserva Federal (Fed) las medidas de eficiencia que está implementando Trump en el frente fiscal.
-Una de las mayores preguntas del mercado es el impacto que tendrá la guerra comercial. La semana pasada, Jerome Powell señaló que los efectos serían transitorios. ¿Coincide?
-Los efectos de esta guerra de aranceles se van a sentir y, de inmediato los bienes importados subirán de precio, mientras que las cadenas productivas expuestas tendrán un efecto cascada. Sin embargo, en términos de precio, el efecto es de una sola vez, por lo que el impacto es de muy corto plazo. En el caso del consumo, también el efecto se produce una vez, aunque es más gradual mientras se acomodan nuevamente las cadenas productivas y la propensión a consumir cada uno de esos bienes y servicios.
-¿Cuál es la mayor interrogante?
-Lo que no tenemos muy claro es cuánto de lo que está ocurriendo con las tarifas se va a traducir en sustitución de importaciones, porque este escenario puede hacer competitivas a industrias locales en Estados Unidos que estaban fuera de mercado. Claramente, ese no es un proceso que ocurra de la noche a la mañana, por lo que la duda sobre cuánto se reactivarán las industrias locales en Estados Unidos hace difícil prever con qué rapidez se absorberá la menor demanda de bienes importados.
Tasas altas por más tiempo
-¿Dónde ve la tasa de interés de EEUU en 10 años?
-El paradigma del dinero prácticamente gratuito en términos reales cambió. Esa era una herencia tras la gran crisis financiera de 2008, pero difícilmente volverá ese escenario. La verdad es que no estamos viendo un tesoro que esté consistentemente por debajo del 4% en el corto plazo.
-¿Cómo ven los recortes de la Fed para este año?
-Seguimos viendo uno o dos recortes en lo que resta del 2025. A menos que empecemos a ver una desaceleración económica profunda en Estados Unidos, vemos difícil que sean muchos más.
-Entonces, ¿dónde invertir en renta fija?
-Bajo el actual escenario, no creemos que la renta fija global pague mucho más por estar posicionados en los bonos de largo plazo, por lo que no lo vemos con mucho interés. Sin embargo, el escenario local es distinto y, en la región, mantenemos una postura positiva en duraciones medias y moderadamente largas.
El rally latino
-Las bolsas latinoamericanas anotan rendimientos de dos dígitos durante el 2025. ¿Qué explica este buen momento?
-Lo primero es que nuestros mercados venían muy castigados, lo que genera un efecto de apetito por invertir en los activos que han tenido un desempeño menos positivo en los últimos trimestres; además, a nivel regional existía un efecto de bajas valoraciones que los hacía más atractivos que otras opciones de los mercados emergentes. Junto a eso, también estamos frente a un fenómeno en el que los inversionistas se están adelantando a los ciclos electorales, y Chile no es la excepción. En ese sentido, un viraje hacia gobiernos más amigables con el mercado está incentivando la inversión local y extranjera.
-A nivel local, el IPSA ha recortado gran parte de sus descuentos. ¿Ve espacio para que siga creciendo?
-El mejor desempeño fundamental de las compañías se sustenta en un comportamiento superior en el crecimiento del EBITDA y de las utilidades, y ese fenómeno se mantendrá; Chile, en particular, conservará una posición favorable relativa al resto de América Latina. (...) Chile es el país que más nos gusta dentro de la región.
-La moneda chilena también vive un buen momento. En medio del alza del cobre, ¿cree que está en terreno firme?
-Parte de la explicación del alza del peso chileno es la relación con el cobre; sin embargo, al analizar los fundamentos del precio de cualquier moneda frente al dólar, los factores clave son la diferencia de tasas de interés con EEUU y el crecimiento relativo. En el actual escenario, vemos que la brecha del diferencial de tasas que vivió la región en los últimos años —desvalorizando la moneda— parece haberse cerrado, y no observamos que se vuelva a abrir. En ese sentido, creemos que los recortes del Banco Central y de la Fed irán más alineados.
-¿Cómo repercutirá una caída del precio del cobre?
-Si bien hay que monitorear de cerca lo que sucede con el cobre, pudiendo haber presiones de depreciación, lo cierto es que el diferencial de tasas de interés y las expectativas de crecimiento en Chile siguen siendo favorables, y hemos observado alguna recuperación en el ciclo económico. Por ello, vemos el peso chileno relativamente estable en el mediano plazo.
-¿Pesa más el cobre o el diferencial de tasas?
-En la coyuntura actual, creo que tiene un impacto mayor el diferencial de tasas de interés, ya que es el factor preponderante que mide el apetito por el dólar.
El desafío de los alternativos
-Pese al auge de los activos alternativos, los inversionistas están cada vez más reacios a invertir en fondos de private equity en Latinoamérica. ¿Ve posible una reactivación?
-En el caso específico del private equity, nuestra región enfrenta una dificultad complicada: las estrategias de salida en los mercados públicos no se realizan con la misma frecuencia que en los mercados desarrollados. En ese sentido, los inversionistas analizan con la misma meticulosidad tanto la entrada a un fondo como la posibilidad de salida. Sin embargo, hoy estamos viendo mercados de capitales que, en el mundo de la renta variable, lamentablemente se están achicando, lo que dificulta la proliferación de fondos de private equity.
-¿Y cómo ve los otros alternativos?
-Estamos observando oportunidades interesantes en deuda privada, las cuales están ocupando muchos espacios en donde el sector financiero tradicional no está incursionando. En ese sentido, consideramos que la deuda privada es una clase de activo que debería formar parte estructural de los portafolios, y ofrece retornos interesantes, relativamente estables y alejados de la volatilidad del mercado público.
Por otro lado, estamos prestando mucha atención al mundo del real estate, no solo en Estados Unidos, sino también en nuestra región. Se está comenzando a ver un interés por regresar a estos activos, luego de que los inversionistas se mantuvieran alejados durante todo el 2023 y casi todo el 2024 debido a las altas tasas de interés.