Chile avanzará en inversión de activos alternativos, pero aún se ubicará lejos del promedio OCDE
En países como Alemania y Dinamarca la apuesta por este tipo de instrumentos equivale casi al 50% de la inversión total, según el Observatorio Perspectivas.
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La decisión del Banco Central de elevar los límites de inversión en activos alternativos para los fondos de pensiones permitirá a Chile avanzar en la materia, reduciendo su brecha respecto a otros países.
Sin embargo, a pesar del avance, el país aún quedará rezagado respecto a otros mercados, sobre todo considerando algunos sistemas de pensiones que están evaluados dentro de los mejores del mundo.
“Anticipamos que al final de la transición habrá un nivel de inversión en activos alternativos que estará en torno a 12%, lo que aún se ubicará muy por debajo del promedio de 18,5% que exhibe la OCDE”, sostuvo un análisis de Observatorio Perspectivas.
A marzo de 2024 - con los límites máximos vigentes a la fecha- el porcentaje efectivamente invertido en activos alternativos fue de cerca de 5,4%. Mientras que si se incluyen las promesas de compra de las AFP llega a casi 9%, según Perspectivas sobre la base de datos de la Superintendencia de Pensiones.
Antes del cambio normativo informado por el Banco Central, los límites de inversión vigentes en este tipo de activos son 13% para el fondo A; 11% en el caso del B; 9% el C; a 6% llega en el D; y a 5% en el E.
La medida del Banco Central apunta a subirlos de forma gradual hasta alcanzar el 20%, 16%, 12%, 7%, 6%, respectivamente al 1 de agosto de 2027.
“La inclusión de este tipo de activos mejora la diversificación, desplazando la frontera eficiente de inversiones y permitiendo acceder a mejores combinaciones riesgo-retorno. Es decir, existe la oportunidad de acceder a mejores rentabilidades manteniendo controlado el nivel de riesgo”, sostuvo el director de Observatorio Perspectivas, Gabriel Cestau.
Comparación mundial
El estudio comparó la actual situación de Chile en materia de inversión en activos alternativos con el resto de los países de la OCDE, según las últimas cifras disponibles.
Así, con la inversión actual promedio sin promesas de compras (de 5,4%), Chile se ubica bajo la media de la OCDE, cerca de países como Noruega (4,7%) y Suecia (4,6%) y por debajo de otros como Hungría (7,9%) y Costa Rica (6,9%).
En tanto, considerando compromisos de compra, se ubica sobre estos dos últimos y por detrás de Portugal, cuya inversión en alternativos llega al 10,1%.
No obstante, Chile se posiciona muy lejos de mercados desarrollados. “En países como Alemania y Dinamarca, la inversión de 2021 en activos alternativos equivalía casi al 50% de la inversión total. En Países Bajos, Australia, Canadá y Finlandia, este guarismo era superior al 30%”, ejemplificó Cestau.
Añadió que el 5,4% del porcentaje efectivo (sin promesas) que tenía Chile a marzo es menos de lo que invertía Dinamarca el año 2001.
Mayores retornos
El mundo ha avanzado hacia la inversión en activos alternativos buscando mayores rentabilidades. De hecho, Perspectivas destacó que el retorno de los activos alternativos de los fondos chilenos ha duplicado la de los activos tradicionales en los últimos 10 años.
Solo por dar algunos ejemplos de este tipo de inversiones, Observatorio Perspectivas citó que el Fondo de Pensiones de los Profesores de Ontario en Canadá (Ontario Teacher’s Fund) es dueña en Chile de porcentajes relevantes de empresas sanitarias y de agua potable (Esbbio) y también ha invertido en campos de avellanas.
Otro ejemplo es el fondo australiano AFM Investors -compuesto por 17 administradores de fondos de ese país- es dueño de casi el 15% de Naturgy, matriz a su vez de Metrogas y GasSur en Chile.
¿Qué son los activos alternativos y cuáles son sus ventajas?
Los activos alternativos comprenden un espectro amplio de vehículos de inversión que incluyen el capital privado, deuda privada, bienes raíces, infraestructura, entre otros.
Las ventajas de apostar por este tipo de instrumentos, de acuerdo a actores del mercado, son múltiples y a la larga generan un impacto positivo sobre la pensión, considerando que suelen aportar con mayores rentabilidades.
Lo anterior es relevante pues la industria previsional ha insistido en que un punto porcentual de mayor rentabilidad podría mejorar el monto de la pensión en alrededor de 25%.
Esto cobra aún más relevancia en un contexto en que las rentabilidades actuales -y más aun las que se esperan en el futuro- son menores a las que se registraron en el pasado, lejos por ejemplo, de los retornos que anotaron los multifondos en los inicios del sistema.
Cuando se instauró la operación de que las AFP pudieran invertir los fondos de los afiliados en este tipo de instrumentos, en 2017, la Superintendencia de Pensiones resaltó en una presentación las cualidades de la medida.
Para el regulador, entre los beneficios está una mejora la diversificación de las carteras, permitiendo acceder a mejores combinaciones de riesgo-retorno.
Así, se permitía acceder a mejores combinaciones de riesgo-retorno, alcanzando “premios por liquidez”. Lo anterior, junto con permitir inversiones de largo plazo coherentes con el horizonte de inversión de fondos de pensiones, como por ejemplo, en activos inmobiliarios y de infraestructura.