El Gobierno mexicano afirmó hoy que
incluirá en el Presupuesto de Egresos de 2010 una serie de nuevos
impuestos para compensar la caída en los ingresos petroleros, que el
año próximo provocará un "boquete" en las finanzas públicas de unos
US$23.076 millones, por una menor producción de crudo.
"El futuro nos alcanzó. Siempre habíamos tenido en mente la
posibilidad de que los ingresos petroleros iban a agotarse, y ahora
estamos enfrentando una manifestación muy clara al respecto", afirmó
el secretario Hacienda, Agustín Carstens, durante una comparecencia
en el Congreso.
El responsable de las finanzas públicas adelantó algunos detalles
del proyecto de gasto público que el presidente, Felipe Calderón,
propondrá al Congreso, para lo cual tiene de plazo hasta el próximo
8 de septiembre.
Las autoridades en materia fiscal estiman que México, cuyos
ingresos públicos dependen en un 40% de la producción petrolera,
dejará de producir el próximo año unos 800.000 barriles de crudo
diarios, lo que implicará dejar de percibir alrededor de 300.000
millones de pesos (US$23.076 millones).
Según Hacienda, entre 2006 y 2009 la producción petrolera
mexicana cayó 23,1%.
Además, el Ejecutivo calcula que la mezcla mexicana de petróleo,
que actualmente se vende a US$66,92, se cotice en 2010 en
apenas US$53,8 por barril en promedio.
México "enfrenta un shock financiero, el impacto fiscal más
grande en los últimos 30 años", reconoció Carstens, quien calcula
que el próximo año la economía mexicana crecerá un 3%, tras caer en
2009 aproximadamente un 7%, según estiman la mayoría de analistas.
Por esta razón, el ministro exhortó a los legisladores a que
aprueben el Presupuesto de Egresos 2010 con las nuevas medidas
tributarias y administrativas propuestas, que "permitirán enfrentar
esta caída en los ingresos petroleros".