El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Reino Unido se
situó en septiembre en el 5,2 % en tasa interanual, frente al 4,7 % del mes
anterior, según los datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONS, en inglés)
publicados hoy.
Por su parte, el Índice de Precios Minoristas (RPI en
inglés), que incluye el pago de los intereses de las hipotecas y que se utiliza
en este país para calcular los aumentos de sueldos, las pensiones, el impuesto
municipal y los pagos hipotecarios, subió al 5 %, tras registrar en agosto su
primera caída desde marzo.
Las mayores presiones alcistas del IPC correspondieron al
gas y la electricidad, que se encarecieron en el último año el 30 y el 50 %,
respectivamente.
El resto de gastos relacionados con la vivienda y los
servicios del hogar también se encarecieron, hasta situar al conjunto de este
grupo con una subida interanual del 15 %.
Por su parte, los alimentos y las bebidas no alcohólicas
subieron un 11,3 %, mientras que la educación se encareció el 10,8 % y el
transporte, el 7,6 %.
El alcohol y el tabaco subieron el 4,3 %, los restaurantes y
hoteles lo hicieron en la misma medida y los bienes para el hogar y los
servicios sanitarios aumentaron el 2,9 %.
Por contra, la ropa y el calzado se rebajaron el 6,2 % y los
precios de las comunicaciones fueron un 2,7 % menores que doce meses antes.
En cuanto al RPI, las mayores alzas correspondieron a los
combustibles y a la electricidad, aunque se vieron algo compensadas por una
caída en el gasóleo para calefacción como consecuencia de los cambios en el
precio internacional del petróleo.
El IPC se vuelve a situar por encima del objetivo del
Gobierno, fijado en el 2 %, y supera por quinta vez en 2008 y por sexta desde
1997 el 3 % que obliga al gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, a
enviar una carta de explicación al ministro de Economía, Alistair Darling.