El dólar volvió a caer a mitad de semana, ya que en general han disminuido las tensiones de la guerra comercial impulsada por Estados Unidos, y una encuesta de confianza empresarial reforzó la presión a la baja sobre las tasas de interés en la primera economía del mundo.
Sin embargo, al perder la marca de $ 970, surgió una serie de compras que borró la mayor parte del descenso.
El precio del dólar cerró en un mínimo de dos meses de $ 972,2 en la serie de Bloomberg, una caída de $ 1,88 respecto del fin de la sesión anterior, y después de que en la jornada de ayer se hundiera $ 15, ya influido por el alivio en las tensiones comerciales.
Pasado el mediodía la paridad había tocado un mínimo de $ 966,5, su precio intradiario más bajo desde el 8 de noviembre.
La tendencia fue global: el dollar index retrocedía 0,5% a 107,47 puntos y el cobre Comex subía 2,2% a US$ 4,45 por libra, mientras las tasas a 30 años se hundían 11,6 puntos base en los bonos del Tesoro estadounidense.
Menos preocupación
Si bien el Presidente Donald Trump anunció aranceles el sábado, ya el lunes se empezaron a introducir matices. "Ahí comienza a calmarse todo y, una vez más, se confirma lo que muchos creemos: Trump anuncia medidas drásticas, adopta un tono duro, pero luego modera su postura y ajusta su estrategia de negociación", dijo a DF el gerente general de Patrimore, Sergio Tricio.
Fue esto lo que influyó en el dólar, aseguró. Y el rebote desde sus mínimos del día responde a que había un soporte técnico en los $ 967, de acuerdo con el ejecutivo.
A través de su informe diario de divisas, los analistas de ING señalaron que existe "una opinión generalizada de que Beijing llegará a un acuerdo con EEUU y evitará una escalada de las tensiones comerciales".
Observaron que esto dio un respaldo a monedas como el dólar australiano (considerada una divisa commodity y por ende sensible a China, al igual que el peso).
También influyeron hoy noticias relacionadas con las perspectivas económicas estadoundienses. De hecho, el dólar-peso bajó a su piso media hora después de que se publicara en EEUU la última encuesta ISM de servicios, más débil de lo esperado.
“Es un dato clave porque anticipa tendencias económicas y refleja cómo están operando los actores del mercado. Que haya caído en esta ocasión es relevante, ya que vuelve a acercarse a los 50 puntos, el umbral que separa crecimiento de contracción. En definitiva, este dato menor a lo esperado debilita al dólar", explicó Tricio.