Las empresas familiares o family offices son actores con una creciente relevancia en el mercado y de acuerdo con el Instituto de Directores de Chile (IdDC), enfrentan desafíos en términos de gobernanza, sucesión y sostenibilidad.
Recientemente, el IdDC llevó a cabo el "Estudio Empresas Familiares 2024", con el objetivo de tener una mirada profunda a la situación actual, oportunidades y retos que deben afrontar este tipo de organizaciones.
El estudio recogió las perspectivas de 52 líderes de empresas familiares, incluyendo directores, gerentes y accionistas, para abordar aspectos claves como: la transición generacional, la integración de directorios y la diversificación empresarial, proporcionando recomendaciones para fortalecer a esta clase de entidades.
Uno de los puntos críticos del informe fue la falta de planificación para la sucesión generacional, ya que solo el 32% de los family offices cuenta con un plan definido para la transición del liderazgo, mientras que el 68% respondió que no ha tomado medidas concretas en esta materia.
Según el IdDC, esta falta de preparación incrementa los riesgos de conflictos internos y pone en peligro la continuidad del negocio.
Además, aunque el 65% de los encuestados consideró que existen miembros capacitados en la siguiente generación para asumir el liderazgo, el 35% percibió que no hay una preparación adecuada.
La capacitación en ética de trabajo y liderazgo son las principales áreas de formación identificadas como prioritarias para garantizar una transición efectiva.
La debilidad estructural de los directorios
El informe, sostuvo que la profesionalización de la gobernanza sigue siendo un reto para las empresas familiares porque aún muchas operan sin directores independientes, lo que limita la incorporación de nuevas perspectivas y experiencia externa en la toma de decisiones.
Sin embargo, aquellas que han integrado expertos externos en sus directorios han dado un paso importante hacia una gestión más estructurada y estratégica.
"La gobernanza es el eje que define la sostenibilidad de las empresas familiares. Si bien el 75% de las familias cuenta con un directorio formal, la alta dependencia de redes personales para integrar directores externos muestra que aún hay un largo camino hacia la profesionalización y la adopción de procesos más estructurados”, aseguró la directora ejecutiva del IdDC, Fadua Gajardo.
En cuanto a las empresas sin directorio formal, la mayoría justificó esta ausencia por el tamaño reducido de su negocio, mientras que otras simplemente no lo consideran necesario.
A pesar de ello, existe un creciente interés en implementar consejos consultivos como una etapa intermedia antes de formalizar un directorio, lo que indica una apertura gradual hacia modelos de gestión más sólidos y profesionales.
Diversificación
El informe reveló que el 69% de las empresas familiares en Chile optaron por diversificar sus actividades, operando en múltiples sectores para mitigar riesgos y asegurar su sostenibilidad a largo plazo. Esta estrategia les permitió generar nuevas fuentes de ingresos y aprovechar oportunidades de negocio en distintos mercados.
En contraste, el 31% de las empresas optó por la especialización en un único sector, priorizando la eficiencia y la consolidación de su legado.
Además, el estudio señaló que las familias empresarias chilenas gestionan en promedio tres empresas operativas. Sin embargo, el 23% de las familias opera solo un negocio, mientras que un 10% administra seis o más.