por Shawn donnan
Es poco probable que la economía mundial vuelva a ver el crecimiento del comercio que impulsó la globalización antes de la crisis financiera de 2008, principalmente porque los fabricantes chinos están mirando hacia su propio mercado, según un informe del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
El estudio busca responder a una de las cuestiones más desconcertantes para los economistas recientemente: ¿El continuo decrecimiento del comercio internacional significa que la globalización tocó techo?
En los últimos dos años el comercio mundial se ha expandido más lento que la economía, la primera vez que esto pasa en décadas. El cambio ha sido interpretado como el aparente fin de lo que algunos economistas llaman la era de la "hiperglobalización", durante la cual el comercio internacional creció de forma estable al doble del ritmo de la economía mundial.
Muchos economistas culpan de la reciente desaceleración al malestar económico de la Unión Europea, con el argumento de que una vez que se recupere, el comercio también lo hará. También se atribuye a un ritmo más lento de la liberalización del comercio en los últimos años.
Pero en sus últimas investigaciones, los economistas del FMI y del BM dicen que un factor principal es estructural. Por eso, es poco probable que la aceleración del comercio vuelva a ser el mismo aporte al crecimiento global que en el pasado. "Ese motor particular parece haber agotado su energía", recoge la revista del FMI Finance&Develpment.
La evolución de las cadenas globales de suministro impulsaron en gran parte el rápido crecimiento del comercio internacional en los '90. Pero en los últimos años, China ha acaparado gran parte de esas cadenas de suministro gracias a la inversión extranjera y el desarrollo de las fábricas en el país.
El resultado es que, mientras China era de uno de los principales contribuyentes a la globalización, incluso antes de la crisis de 2008, ya había empezado una "globalización interna", explicó Aaditya Mattoo, del BM. "No es sólo un fenómeno post crisis, es algo estructural que empezó antes". Mattoo argumenta que la naturaleza estructural de la desaceleración se suma al escenario de que la economía mundial se enfrenta a una "nueva normalidad" de crecimiento más lento.