Tras cuatro horas y media de negociaciones en Riad este martes, Rusia y Estados Unidos acordaron "sentar las bases para una futura cooperación" para poner fin a la guerra en Ucrania y lograr una rápida normalización de las relaciónes, despues de sus primeras conversaciones de alto nivel sobre el conflicto desde la invasión de Vladimir Putin.
El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que ambas partes designarían “equipos de alto nivel” para tratar de poner fin a la guerra y establecer un canal diplomático para resolver los problemas bilaterales.
La parte rusa, indicó que acordaron “garantizar la pronta designación de embajadores en sus respectivas capitales y eliminar los obstáculos impuestos por la administración Biden a las misiones diplomáticas rusas”.
Las conversaciones marcaron un giro extraordinario de los acontecimientos después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, llamara a Putin la semana pasada en un esfuerzo por poner fin a la guerra, sin consultar a Ucrania ni a sus aliados europeos.
"Este debe ser un fin permanente a la guerra y no un fin temporal como hemos visto en el pasado", dijo el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Mike Waltz, quien acompañó al secretario de Estado Marco Rubio y al enviado especial de Trump, Steve Witkoff, en las conversaciones.
Las conversaciones en la capital saudita son
el primer esfuerzo de alto nivel para negociar el fin de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Putin desde sus primeras etapas hace casi tres años, cuando las negociaciones fracasaron en medio de las intratables demandas del presidente ruso.
“La realidad práctica es que habrá alguna
discusión sobre territorio y habrá alguna discusión sobre garantías de seguridad, esos son simplemente conceptos básicos fundamentales”, agregó Waltz, señalando que Trump estaba “decidido a actuar muy rápidamente”.
Concesiones a Putin
Las conversaciones del martes no incluyen a Ucrania, que ha dicho que no aceptará ningún acuerdo realizado sin su participación.
“
Quieren terminar con esto rápido, ambos. Y el presidente de Ucrania, (Volodimir Zelenski) también quiere ponerle fin”, dijo Trump el lunes.
El acercamiento entre Estados Unidos y Rusia ha generado temores en Kiev y en las capitales europeas de que Trump quiera resolver el conflicto en los términos de Moscú.
Washington parecía haber
cedido a algunas de las demandas centrales de Putin incluso antes de que comenzaran las conversaciones de este martes, después de decir que las ambiciones de
Ucrania de unirse a la OTAN y recuperar territorio actualmente ocupado por Rusia no eran "realistas".
Eso indicó que el Kremlin no había abandonado sus
objetivos de conquistar grandes áreas de Ucrania y hacer prácticamente imposible que el país siga siendo un estado funcional. Rusia
descartó un papel para Europa en las negociaciones y exigió que la OTAN rescindiera una invitación abierta de 2008 para que Kiev se uniera a la alianza.
El presidente ucraniano Zelenski dijo que había reprogramado una visita a Arabia Saudita después de las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia, y describió la reunión de este martes como una "sorpresa".
Yuri Ushakov, asesor de política exterior de Putin, dijo que Estados Unidos y Rusia trabajarían para "crear las condiciones" para una reunión entre Trump y Putin, pero agregó que probablemente no tendrá lugar la próxima semana porque primero se necesita un "trabajo exhaustivo".
Ushakov agregó que Keith Kellogg, el enviado de Trump para el conflicto, manejaría las relaciones con Ucrania y Europa, lo que significa que Estados Unidos designaría a otra persona para que tome el liderazgo con Moscú.
Kiev ha dicho que rechazará cualquier acuerdo que se le imponga sin su participación, mientras que los países europeos han tenido que luchar para recuperar un lugar en la mesa. Mientras se desarrollaban las conversaciones del martes, Zelenski visitó a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdoğan, quien anteriormente había intentado desempeñar un papel de mediador en el conflicto.
“No queremos una paz negociada entre bastidores sin nuestra participación”, afirmó el presidente ucraniano. “Sin Ucrania, no se puede lograr la paz”.
"Aquí nadie queda al margen"
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo que ambas partes acordaron "garantizar el rápido nombramiento de embajadores en las capitales de cada uno y eliminar los obstáculos que la administración Biden ha puesto en marcha con respecto a nuestras misiones diplomáticas".
Entre esas barreras figuran “la expulsión de diplomáticos, la confiscación de nuestros bienes y transacciones bancarias”, dijo Lavrov. “Nuestros diputados convocarán próximamente una reunión para evaluar la necesidad de eliminar esas barreras”, añadió.
Normalizar las relaciones bilaterales requeriría levantar las sanciones estadounidenses contra Rusia, que ha sido una de las principales demandas de Moscú. Rubio dijo que la UE “tendrá que estar en la mesa en algún momento porque también tienen sanciones (contra Rusia)”.
Cuando se le preguntó qué concesiones haría Moscú a cambio, el secretario de Estado estadounidense dijo que cualquier paso de ese tipo sería el resultado de una “diplomacia dura y difícil” en “salas cerradas durante un período de tiempo”. Agregó: “Aquí nadie queda al margen”.
Pero mientras Europa busca responder a las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia, el presidente francés, Emmanuel Macron, está planeando una reunión de emergencia de líderes europeos este miércoles, la segunda en lo que va de la semana, según personas informadas sobre los planes.
La reunión está destinada en gran medida a los países que no fueron invitados a la cumbre anterior del lunes, cuando los líderes chocaron por el envío de fuerzas de paz a Ucrania. Mientras que el Reino Unido se ofreció a enviar “fuerzas sobre el terreno”, Alemania, Italia, Polonia y España expresaron su renuencia a hacerlo.
En la conferencia de seguridad de Munich del fin de semana pasado, los diplomáticos europeos se opusieron a la velocidad con la que la administración Trump se estaba moviendo para entablar conversaciones con Putin, y a la perspectiva de que el presidente ruso tuviera casi toda la influencia.
Lavrov dijo el martes que cualquier despliegue de fuerzas de paz europeas era “inaceptable”. También insinuó que Moscú había rechazado una solicitud de Estados Unidos para detener los ataques a la infraestructura energética ucraniana, afirmando –falsamente– que Rusia no atacaba objetivos civiles.
Waltz dijo que Estados Unidos estaba llevando a cabo una “diplomacia de lanzadera” y había consultado a Zelenski y Macron, mientras que Trump se reunirá con el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, la próxima semana. Rechazó la “noción de que nuestros aliados no han sido consultados”.