POR Peter Spiegel
Bruselas
Los ministros de Relaciones Exteriores europeos no lograron acordar nuevas sanciones contra Rusia por su papel en el derribo del vuelo MH17, a pesar de la insistencia del Reino Unido, Suecia y un grupo de países del este de Europa de que se imponga un embargo de armas al Kremlin. En lugar de eso, se pidió a las autoridades europeas que elaboren medidas más severas, que se aplicarán sólo si Rusia no coopera con Occidente en el futuro.
Estados Unidos y algunos de sus aliados europeos creen que el sistema de misiles suministrado por Rusia fue utilizado por los separatistas pro rusos para derribar el avión de Malaysia Airlines en el este de Ucrania el jueves de la semana pasada.
No obstante, el embargo encontró resistencia de otros países de la Unión Europea (UE). Francia, particularmente, se vio obligada a defender su decisión de continuar honrando el contrato de 1.200 millones de euros (US$ 1.615 millones) por el que vende buques de asalto clase Mistral a Rusia.
La “línea dura” sin embargo ganó concesiones y la Comisión Europea deberá pedir a los ministros, por primera vez, opciones de sanciones económicas más duras, como el bloqueo del acceso de Rusia a los mercados europeos y límites en el Ejército y en otras “tecnologías sensibles”, incluido el sector energético.
La discusión llegó cuando el ex ministro de Finanzas de Rusia, Alexei Kudrin, uno de los asesores económicos de mayor confianza del presidente Vladimir Putin, advirtió que el enfrentamiento con Occidente afectaría la modernización económica y política del país. Catherine Ashton, la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea, dijo que entre las opciones se encuentra la posibilidad de convocar una cumbre de emergencia de líderes de la UE para debatir sanciones “nivel tres”, dirigidas a los sectores de la economía rusa.
“Sería erróneo interpretar la falta de acción por parte de la UE como debilidad”, dijo Mujtaba Rahman, jefe de análisis de la consultora de riesgo Eurasia Group. “La política de sanciones en Europa se ha vuelto más agresiva y, dada la trayectoria de este conflicto, seguirá intensificándose. Es probable que a fines de año se concreten sanciones sectoriales”.
Aunque esta podría ser la primera vez que los diplomáticos de la UE discuten acerca del “nivel tres” de sanciones, en su despacho, los ministros dijeron que sólo se llevará a cabo si no había “cooperación total e inmediata” de Rusia en el cese del suministro de armas a los separatistas ucranianos y en la investigación sobre el desastre del vuelo MH17.
Los ministros más reacios dijeron estar complacidos con el acuerdo. Además, ganaron un nuevo acuerdo por el que las sanciones de la UE podrán ahora dirigirse a individuos que se beneficien de la desestabilización del este de Ucrania. Defensores dijeron que esto permitirá a Bruselas ir detrás de la misma clase de “amigotes” que persigue Putin en la administración de Obama.
François Hollande, el presidente francés, dijo por primera vez que París podría cancelar la entrega del segundo buque Mistral a la marina rusa si el Kremlin no escucha las advertencias de Estados Unidos. Sin embargo, la primera nave sería entregada, según lo prometido, a pesar de las críticas de David Cameron, el primer ministro británico.
Jean-Christophe Cambadelis, líder del Partido Socialista francés, insistió en que el presidente “no se estaba echando atrás”. “Se trata de un falso debate dirigido por los hipócritas”, dijo Cambadelis. “Cuando ves cuántos oligarcas (rusos) han buscado refugio en Londres, David Cameron debería comenzar por limpiar su propio patio trasero”.
Cameron no estaba solo en su crítica a Francia, sin embargo. Los ministros de Relaciones Exteriores de Letonia y Lituania también castigaron el acuerdo de París. “Entregar armas en esta situación es algo difícil de defender”, afirmó por su parte Carl Bildt, ministro de Relaciones Exteriores de Suecia.