Los planes de Donald Trump para que Estados Unidos tome el control de Gaza han sido recibidos con ira y consternación en todo el mundo árabe y han suscitado temores de que se reavive el conflicto en la región.
El presidente estadounidense dijo el martes por la noche que Estados Unidos debería “tomar el control” de la devastada Franja de Gaza, partes de la cual están en ruinas después de más de un año de guerra entre Israel y Hamás, y que los 2,2 millones de habitantes palestinos deberían ser reasentados.
Los líderes palestinos dijeron el miércoles que desafiarían cualquier intento de expulsarlos de su tierra.
“Las declaraciones (de Trump) son agresivas hacia nuestro pueblo y nuestra causa, no contribuirán a la estabilidad en la región y sólo echarán leña al fuego”, dijo el miércoles Hamás, el grupo militante que controla Gaza desde 2007.
“Exhortamos a la administración estadounidense y al presidente Trump a que se retracten de estas declaraciones irresponsables. Exhortamos a la Liga Árabe, a la Organización de Cooperación Islámica y a la ONU a que se reúnan urgentemente… y a que adopten una posición firme e histórica que preserve los derechos nacionales del pueblo palestino”.
Hussein al-Sheikh, secretario general del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina, dijo que el liderazgo palestino seguía comprometido con una solución de dos Estados y “afirma su rechazo a todos los llamados al desplazamiento de nuestro pueblo palestino de su patria”.
La OLP está vinculada a la Autoridad Palestina, que ejerce un autogobierno limitado en partes de la Cisjordania ocupada. Los estados europeos y árabes han estado presionando para que la AP tenga un papel en el gobierno de Gaza después de la guerra.
Los Estados árabes han rechazado desde hace tiempo cualquier nueva expulsión de palestinos. El éxodo de palestinos durante la creación de Israel en 1948, conocido por los palestinos como la Nakba o catástrofe, generó oleadas de desplazamientos hacia países vecinos y desencadenó años de inestabilidad en la región.
Reacción de los vecinos
Los vecinos Jordania y Egipto han rechazado anteriormente la sugerencia de Trump de que deberían aceptar refugiados palestinos desplazados.
En declaraciones citadas por la televisión estatal el miércoles, el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Badr Abdelatty, dijo que era importante seguir adelante con los programas de recuperación en Gaza. También dijo que era importante acelerar la entrega de ayuda sin que los palestinos abandonaran el territorio.
Abdelatty hizo estas declaraciones tras una reunión con Mohammad Mustafa, ministro de Asuntos Exteriores de la ANP. Abdelatty añadió que la ANP debería asumir la responsabilidad por Gaza y que Egipto apoya los derechos “inalienables” del pueblo palestino, así como la solución de dos Estados. Jordania todavía no ha respondido a los últimos comentarios de Trump.
La amenaza de Trump de asegurar Gaza con soldados estadounidenses también reavivará los recuerdos de la desastrosa invasión y ocupación de Irak en 2003, que desestabilizó aún más la región y manchó la reputación de Estados Unidos en el mundo árabe.
La intervención de Trump también amenaza con socavar su objetivo de hacer más para normalizar las relaciones entre Israel y Arabia Saudita y otros estados musulmanes.
Arabia Saudita, considerado el aliado más cercano de Trump en la región del Golfo rica en petróleo, rechazó el miércoles el desplazamiento de los palestinos y dijo que no mantendrá conversaciones de paz con Israel a menos que se cree un estado palestino independiente.
Después de haber negociado con éxito acuerdos de normalización entre Israel y los estados del Golfo, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin durante su primer mandato, se esperaba ampliamente que Trump buscara un acuerdo entre Israel y Arabia Saudita.
Pero la guerra de Israel en Gaza, desencadenada por el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, endureció la actitud de Riad hacia Israel y le hizo renovar su compromiso con un Estado palestino independiente.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, calificó anteriormente el ataque de Israel, que mató a unas 47.000 personas en Gaza, como un “genocidio”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores del reino afirmó que Arabia Saudita “no establecerá relaciones diplomáticas con Israel” sin un Estado palestino independiente y destacó que esta posición era “no negociable y no sujeta a compromisos".