FMI: gobiernos latinoamericanos deben evitar subidas salariales
Dominique Strauss-Kahn adviritó que ante la crisis actual "hay que evitar consecuencias en el futuro".
El director gerente del FMI, Dominique
Strauss-Kahn, señaló hoy la inflación como el principal problema al
que se enfrenta América Latina y recomendó a los Gobiernos
resistirse a otorgar subidas salariales que cimenten el aumento de
precios.
Tras años de éxito en el combate contra la inflación, el repunte
actual, avivado por un petróleo y unos alimentos con precios en la
estratósfera, supone la primera prueba real para los banqueros
centrales latinoamericanos, según el jefe del Fondo Monetario
Internacional (FMI).
En una entrevista con agencias de prensa previa a su partida para
México, donde participará mañana en una conferencia económica,
Strauss-Kahn señaló los salarios como la clave para asegurarse de
que la credibilidad de las autoridades monetarias no salte por los
aires.
"El canal entre el presente y el futuro para la inflación es la
cuestión de los efectos de segunda ronda", dijo Strauss-Kahn, quien
los resumió en "los incrementos en salarios que siguen estrechamente
el aumento de precios".
El FMI teme que el nivel actual de inflación se incorpore en la
negociación de los contratos, comenzando con los de los funcionarios
públicos, que cuentan con los sindicatos más poderosos y
frecuentemente marcan la pauta para el resto.
Eso solidificaría la inflación en unos niveles muy superiores a
los márgenes de comodidad de los bancos centrales.
"Hay una crisis actual, que no es difícil de afrontar, pero de
cualquier forma que se haga, hay que evitar consecuencias en el
futuro", enfatizó Strauss-Kahn.
Seguir la recomendación del Fondo significa una pérdida de poder
adquisitivo de los trabajadores a corto plazo, pero el organismo
cree que es el precio que la sociedad debe pagar para asegurarse de
que el ave Fénix de la inflación no renazca de sus cenizas.
Strauss-Kahn no predicará con el ejemplo, sin embargo, pues su
salario, libre de impuestos, está vinculado a la inflación de la
zona de Washington.
En Perú, por ejemplo, la inflación ronda el 5% anual,
frente a la meta oficial del 2%; en Chile supera el 8%, comparada con la meta de entre el 2% y el 4%; y en
Uruguay se acerca al 10%, frente al objetivo de entre el 4%
y el 6%.
A todos los supera Venezuela, donde alcanzará un 25,7%
este año, según cálculos del FMI.
El problema principal es el precio del crudo. En junio del año
pasado el petróleo de referencia en Estados Unidos rondaba los US$70, una cifra considerada muy alta entonces, pero que palidece
frente a la cotización de casi US$135 de hoy.
Dado que el mundo no cuenta con mucha capacidad ociosa de bombeo,
los tiempos de la energía cara serán "largos", a juicio de
Strauss-Kahn.
El otro motor de la inflación son los alimentos. El maíz, por
ejemplo, ha subido un 140% en los últimos cuatro años,
hasta colocarse hoy en los US$7,14 por bushel, es decir, US$281 por tonelada en el Mercado de Chicago.
Pese a que estas alzas han provocado gran descontento popular en
algunos países, Strauss-Kahn recomendó a los Gobiernos no caer en la
tentación de otorgar subsidios generalizados a ciertos alimentos,
como han hecho Haití y República Dominicana, por ejemplo.
En su lugar, aconsejó dar transferencias de dinero a las familias
más pobres, para quienes la subida de los alimentos básicos es una
tragedia.
Strauss-Kahn seguirá hablando de inflación mañana, cuando
intervendrá en Cancún (México) en el "Primer Encuentro de Ministros
de Hacienda de América y el Caribe", al que se espera que acudan 26
ministros y representantes de organismos internacionales.
Se trata de una iniciativa del secretario de Hacienda y Crédito
Público de México, Agustín Carstens, el "número tres" del FMI antes
de pasarse al gabinete del presidente Felipe Calderón, quien
inaugurará el acto mañana.