El déficit fiscal de Estados Unidos
rondará los US$ 1,6 billones este año fiscal, lo que equivale
a más del 11% de su PIB, según calcularon hoy la Casa
Blanca y la Oficina de Presupuestos del Congreso.
En comparación, el déficit del pasado año fiscal sumó US$ 455.000
millones, lo que ya fue un récord en términos absolutos.
Desde que se iniciara el actual ejercicio fiscal, en octubre de
2008, la recesión ha hundido los ingresos públicos, al tiempo que el
Gobierno ha tenido que gastar mucho más en ayudas a la banca, la
industria del motor, los propietarios de viviendas y otros programas
para reactivar la economía.
Aún así, las previsiones iniciales sobre los números rojos del
erario público eran peores, pues la Oficina de Presupuestos del
Congreso había augurado US$ 90.000 millones más de déficit
para este año fiscal.
Mientras, la Casa Blanca había contado con un déficit de US$ 1,84
billones, pues había apartado US$ 250.000 millones extra para ayudar al sector financiero.
Al final, no necesitó esos fondos, por lo que ha reducido su
cálculo del déficit a US$ 1,58 billones , similar a los US$ 1,6
billones de los que habla la Oficina de Presupuestos del Congreso.
En los próximos diez años, el Gobierno pronostica que el déficit
acumulado superará los US$ 9 billones, US$ 2 billones más que
lo calculado anteriormente, debido a la gravedad de la recesión y a
los intereses de la deuda.
En el terreno del mercado laboral, la Casa Blanca ha abandonado
su pronóstico de febrero, en el que auguraba un desempleo de 8,1% para este año y ahora cree que llegará al 10% en los próximos meses.
Al mismo tiempo, la economía se encogerá un 2,8% este
año y crecerá un 2% en el 2010, unas cifras también peores
que su anterior estimativa. Para 2011 predice una expansión del 3,8%.
Del mismo modo, la Oficina de Presupuestos del Congreso vaticina
"una recuperación relativamente lenta", según dijo su director,
Douglas Elmendorf.