El presidente de Estados Unidos, George W.
Bush, y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, expresaron
hoy su confianza en que la comunidad internacional logrará superar
la crisis financiera mediante acciones concertadas entre los países.
En una declaración conjunta en la Rosaleda de la Casa Blanca
después de la reunión que mantuvieron en el Despacho Oval, y que
estuvo marcada por la crisis financiera, ambos líderes elogiaron las
iniciativas adoptadas este fin de semana por los ministros de
Finanzas del G-7 y de los países de la zona euro.
En otro intento por calmar los mercados, Bush aseguró que valora
las medidas "vigorosas" y "específicas" acordadas por los países
europeos en concordancia con el plan de acción promovido por las
siete naciones más industrializadas en Washington para recuperar la
confianza en el sistema financiero y evitar más colapsos de bancos.
En este contexto, prometió que su Gobierno continuará aplicando
medidas conformes al plan de acción del G-7 para "facilitar a los
bancos acceso al capital, fortalecer el sistema financiero,
desbloquear los mercados de crédito y recuperar la confianza" en el
mercado.
Bush admitió que las economías de todo el mundo pasan por
"tiempos difíciles", pero dijo: "podemos confiar en que lograremos
superar estos desafíos".
"Estados Unidos seguirá trabajando en estrecha colaboración con
las otras naciones para coordinar nuestra respuesta ante la crisis
financiera global", prometió.
El primer ministro italiano señaló, por su parte, que las
acciones "concretas" adoptadas por los líderes de la comunidad
internacional les "ayudan a resolver una de las más recientes
crisis: la crisis financiera".
Berlusconi advirtió, no obstante, del peligro de que la crisis se
extienda a la "economía real".
"Tenemos que prevenir, por todos los medios", que la crisis
afecte también a la economía real", sostuvo.
En este sentido, aseguró que la acción concertada entre EE.UU. y
Europa "ciertamente tiene la posibilidad de prevenir que la economía
real se vea afectada por lo que está pasando en todo el mundo en los
mercados financieros".
El mandatario italiano informó hoy a Bush de las medidas puestas
en práctica por los líderes de la zona euro para garantizar liquidez
al sistema bancario europeo, y reveló que el presidente
estadounidense pretende reunirse con los mandatarios del G-8 en las
próximas semanas para concretar la respuesta conjunta a la crisis.
"Creo que todo lo que se puede hacer para promover una acción
coordinada con el fin de perseguir un método y una respuesta común a
esta crisis global es algo positivo", destacó Berlusconi.
Si bien buena parte de la reunión entre Bush y Berlusconi se
centró en la crisis económica, los dos líderes también abordaron
asuntos de política exterior, como las relaciones de Siria con el
Líbano, la estabilidad en los Balcanes, el programa nuclear iraní y
las recientes acciones militares de Rusia en Georgia.
Ambos líderes coincidieron en la necesidad de que Siria respete
la soberanía del Líbano y cese su apoyo al terror, y en la
importancia de que a Irán no se le permita tener armas nucleares.
También se mostraron a favor de que se invite a las naciones de
los Balcanes a unirse a la Unión Europea y a otras instituciones
transatlánticas, y de que Rusia respete la soberanía y la integridad
territorial de sus vecinos y acepte sus responsabilidades y sus
obligaciones internacionales.
La breve declaración conjunta de Bush y Berlusconi también
proporcionó una pequeña anécdota, cuando el primer ministro italiano
declaró al presidente estadounidense su "amor".
"Quisiera cerrar mi declaración expresando al presidente Bush mi
agradecimiento, mi amistad, mis felicitaciones, mi amor y mi
aprecio", señaló el primer ministro italiano.