Argentina reiteró hoy su rechazo a
una intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) como
condición para refinanciar su millonaria deuda con el Club de París,
en mora desde el cese de pagos de fines de 2001.
"No vamos a aceptar un monitoreo del FMI" en las condiciones que
actualmente pone el organismo multilateral, subrayó el ministro
argentino de Economía, Amado Boudou.
Además, repitió que se propone hacer "todo lo que tienda a
normalizar" el acceso de Argentina al "mercado de crédito
voluntario", del que el país suramericano está apartado desde el
cese de pagos de 2001 (unos 102.000 millones), el mayor
de la historia financiera.
"Hay muchos casos de países que llegaron a acuerdos con el Club
de París sin el FMI", aseguró al remarcar que las objeciones que
formula Argentina al organismo financiero son similares a las que
hacen "muchas" naciones.
"Nosotros no decimos que no vamos a ir al FMI, decimos que en
estas condiciones no vamos a ir: queremos llevar nuestra voz y la de
muchos países", puntualizó.
La deuda de Argentina con el Club de París, organismo crediticio
formado por 19 países desarrollados, suma unos US$6.900 millones, cuya mora impide el acceso al crédito a multinacionales que
quieren ampliar sus inversiones en este país, según insisten fuentes
empresariales.
La cancelación de esas obligaciones había sido anunciada por la
presidenta argentina, Cristina Fernández, en septiembre pasado, pero
no se concretó debido al rechazo a una intervención del FMI así como
por el recrudecimiento de la crisis global.
Argentina también tiene pendiente reanudar negociaciones con
acreedores de bonos soberanos por unos US$20.000 millones
que rechazaron la refinanciación de 2005, que puso fin al cese de
pagos de 2001.
Amado Boudou asumió como ministro de Economía hace 15 días,
dentro de una reforma del gabinete de ministros dispuesta por
Fernández luego de la derrota del oficialismo en las elecciones
legislativas del 28 de junio pasado.