El apoyo internacional al gobierno interino de Venezuela, liderado por Juan Guaidó, dio ayer un paso más con los presidentes de Chile y Estados Unidos, y la Unión Europea aumentando la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro, con el fin de que ingresen al país cientos de toneladas de alimentos y medicinas que siguen acumulándose en la ciudad colombiana de Cúcuta.
Mientras Donald Trump preparaba su discurso ante la comunidad de expatriados venezolanos en la Universidad Internacional de Florida, Sebastián Piñera anunció que viajará este viernes al puente colombo-venezolano Las Tienditas para entregar “ayuda humanitaria a quienes llevan años sufriendo crisis causada por la dictadura”.
“Venezuela y su pueblo necesitan apoyo internacional para recuperar su libertad y democracia”, aseguró el mandatario en Twitter, quien fue invitado por su par Iván Duque.
La semana pasada, La Moneda informó que aportará con 17 toneladas de insumos para paliar la crisis en la nación caribeña.
Apoyo de migrantes
Más tarde se sumó a la ofensiva Trump, quien en pleno corazón de la comunidad de inmigrantes de Florida, reafirmó su respaldo a Guaidó y declaró que “el camino actual hacia la democracia es irreversible”.
En su discurso -con el que apuntó al voto latino pensando en las elecciones de 2020-, elevó además un duro mensaje a los militares que respaldan al régimen y que mantienen bloqueada la frontera.
“Tienen una opción clara: trabajar hacia la democracia para su futuro y el futuro de sus familias, o perderán todo lo que tienen”, apuntó. “EEUU sabe dónde tienen dinero escondido en todo el mundo”, dijo días después de anunciar sanciones a funcionarios cercanos a Maduro y a las transacciones comerciales con la estatal petrolera Pdvsa, principal fuente de ingresos para el país.
Los venezolanos han pasado a ser foco de atención para la Casa Blanca, tras convertirse en una de las comunidades de inmigrantes más grandes de Florida, un estado que tradicionalmente pone en jaque a los políticos, pues sus votantes hacen perder o ganar los comicios por el margen más estrecho.
Según Bloomberg, de los 14 millones de votantes registrados en la entidad, aproximadamente 36 mil se han identificados como nacidos en Venezuela y 65% de ellos acuden a las urnas. Ello se compara con los 340 mil votantes de origen cubano y los 210 mil nacidos en Puerto Rico.
Europa insiste
En tanto, desde Europa se insiste en apoyar una transición democrática y pacífica por lo que ayer se anunció que mañana llegará al país una comisión técnica del Grupo Internacional de Contacto, liderada por la Unión Europea y por Uruguay.
Federica Mogherini, la alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, descartó que con ello se estuviese respaldando una intervención militar extranjera y reiteró que trabajarán “para evitar que la ayuda humanitaria se utilice para objetivos distintos” a los previstos en la ley.
Aseveró que, hasta el momento, no se tiene conocimiento de algún impedimento para el ingreso de los delegados a la nación, tal y como ocurrió el domingo con cinco eurodiputados que viajaban a Caracas invitados por Guaidó.
Entre esos estuvo Esteban González Pons, portavoz del Partido Popular español en el Parlamento Europeo, quien adelantó que entonces viajarán a Cúcuta para asistir a la entrega de los insumos a los venezolanos.
“Lo que no logramos en Venezuela, lo haremos allá”, dijo. “El gobierno de Colombia nos invitó (...) a participar en la actividad, en la que cientos de miles de personas van a intentar impulsar la ayuda humanitaria para que pase desde Colombia a Venezuela”, agregó.
Pidió además que se revoquen las credenciales de todos los embajadores de Maduro ante la UE, que se les confisquen los bienes y que se impida la entrada en Europa del canciller, Jorge de Arreaza.
En medio de la presión, el régimen de Maduro anunció que celebrará en un punto de la frontera con Colombia un “gran concierto” -bajo el lema “Manos fuera de Venezuela”, que servirá de respuesta a la actividad que el viernes realizará en Cúcuta más de una decena de artistas en apoyo a la ayuda humanitaria. Esta iniciativa fue impulsada por el empresario británico, Richard Branson y busca recaudar US$ 100 millones.
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