CEO de Telefónica Hispam: “No busco regulación, busco desregulación y nivelación de la mesa de juego”
El ejecutivo valoró que Chile y Colombia lideren la discusión sobre la necesidad de modernizar las normas que rigen a la industria y que permitan menores costos y una mejor convivencia con otros modelos de negocio.
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En los próximos cuatro años, el consumo de datos podría llegar a triplicarse, pero los operadores actuales no tienen las condiciones para atender esa demanda y mucho menos que sus inversiones tengan un retorno suficiente que les permita equiparar la capacidad instalada.
La difícil proyección la hizo este martes Alfonso Gómez Palacio, CEO de Telefónica Hispam, en el marco del Hispam Digital Forum, el evento anual de la compañía española que en esta ocasión se hizo en Santiago.
En una presentación a la prensa, el ejecutivo indicó que mientras los ingresos de la industria en la región bajaron en torno a un 38% en 2022, el tráfico de Internet ha seguido creciendo y se estima que, a 2o28, aumentará un 26% en cuanto a la conexión móvil y 24% para la red fija.
“Hay señales en todas partes que alertan que las empresas no son capaces de aguantarlo todo. Y pasa en todos los países”, dijo el ejecutivo colombiano.
A su juicio, este escenario pone al sector “frente al desafío de poner las piezas de manera adecuada para que realmente nos potenciemos y para que no se abra más la brecha” entre quienes están o no conectados.
En ese sentido, en una entrevista posterior con DF, Gómez Palacio destacó tres pilares fundamentales de la operación: “Marcos regulatorios que promuevan la sostenibilidad a largo plazo, costos del espectro adecuados para nuestros mercados, y los procesos de consolidación”.
Industria sostenible
El ejecutivo colombiano abordó la necesidad de que América Latina, así como lo está haciendo Europa, reflexione sobre las normas que rigen la industria y que, a la fecha, han quedado prácticamente obsoletas, considerando que “es un sector que cambia permanentemente”.
“Si se revisan los marcos regulatorios vigentes, muchos están hablando de lo que éramos hace 20, 15 o 10 años, en el mejor de los casos”, indicó.
En esa línea, dijo que las nuevas discusiones deben darse con el propósito de aprovechar la ola de productividad producto de la tecnología y de “sincerar los altos costos del espectro que, de alguna manera, han puesto en entredicho la sostenibilidad financiera”.
“Hay señales en todas partes que alertan que las empresas no son capaces de aguantarlo todo. Y pasa en todos los países”, señaló.
Por esa razón, destacó que en Colombia y Chile ya se están dando las conversaciones necesarias en la industria y con autoridades, con miras a pensar en lo que va a pasar en la siguiente década y que “se inclinan hacia el despliegue de infraestructura, más allá del ánimo recaudatorio de corto plazo”.
Regular o desregular
Consultado sobre el costo de modernizar las reglas y la factibilidad de entrar en ese proceso, el ejecutivo reconoció que existen complejidades, pero consideró que “no se puede ser estáticos ni aplicar recetas predeterminadas”.
“Hay que encontrar cuál es el modelo para cada mercado. La compartición de infraestructura activa (antenas) e inactiva (torres) y de espectro es fundamental”, señaló.
Pero también lo son los “marcos regulatorios y los costos del espectro adecuados para nuestros mercados”.
De lo contrario “hay operadores que pueden colapsar”, dijo.
Y aseveró: “No busco regulación. Probablemente, busco desregulación y nivelación de la mesa de juego”.
Convivencia responsable
En ese particular apuntó a las implicaciones de la concentración del tráfico en los servicios de OTT, que son aquellos que permiten la transmisión de contenidos a través de Internet sin la implicación de los operadores tradicionales.
“Llamamos a la responsabilidad social. Si todos estamos impactando esta infraestructura, seamos responsables para que todos estemos conectados y no solamente unos cuantos, para que no se abran nuevas brechas” y para que las inversiones sean sostenibles, dijo.
“Cada vez que incrementamos el uso de datos, todos los operadores tenemos que invertir en crecimiento, y eso no se monetiza”, explicó.
Su intervención no apuntaba a desconocer a las OTT como actores, sino más bien a buscar una convivencia “de manera responsable y, sobre todo, con visión de largo plazo” entre todos.