Menor movilidad de personas ha ayudado a prevenir incendios: eventos han bajado 3% y superficie afectada 62%
Cerca de US$ 80 millones han invertido las empresas en nuevas tecnologías, como softwares, drones y helicópteros.
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Condiciones climáticas adversas que han producido una mega sequía y altas temperaturas pronosticadas para estos meses son parte de las señales que hacían prever una temporada de incendios complicada, para el período que comenzó formalmente el 1 de julio pasado, pero cuyos meses más críticos se dan en el verano.
Sin embargo, hasta el momento, las restricciones en movilidad producto de la pandemia han ayudado a contener los siniestros. Según cifras de Conaf, hasta el momento van 3.243 eventos, 3% menos que la temporada anterior, aunque un alza de 26% respecto al promedio del quinquenio a esta misma fecha.
Al medirlo en la superficie afectada, la mejora es más evidente, porque van 8.232 hectáreas, un 64% menos respecto al período anterior en esta misma fecha y 78% frente al quinquenio, lo que de alguna manera da cuenta del trabajo que se está realizando para enfrentar estos episodios y poder detener su propagación a tiempo.
"Si continuamos en la curva que estamos, este año a nivel nacional será menos complicado que el año pasado, pero no se pueden ignorar las proyecciones que teníamos hechas", advirtió la institución en un comunicado.
Pero la cifra global esconde diferencias. La región del Biobío registra más de 300 incendios, un 25% más con respecto al periodo anterior. La superficie afectada ha bajado 53% respecto a la temporada 2019-2020.
Se estima que las empresas forestales están invirtiendo del orden de US$ 80 millones para combatir el fuego, con un personal de 4.553 personas dedicadas a la prevención, detección y control de incendios. De ellas, 395 están especializadas en detección de incendios y 3.951 son brigadistas.
El combate del fuego se ha sofisticado. La tecnología está comenzando a tomar un rol relevante en la detección de focos. También se están incorporando drones y aeronaves especializadas en el combate del fuego.
Precaución a nivel local.
Por el lado de las empresas, la Corporación Chilena de la Madera (Corma) tiene un comité de Prevención y Control de Incendios, donde se sientan las compañías del sector. Ahí se coordina el trabajo de combate de incendios para hacer un uso más eficiente de los recursos, coordinar el trabajo colaborativo con Conaf y llevar adelante programas de prevención que puedan educar a la comunidad.
El principal esfuerzo para lograr educación en la comunidad es la Red de Prevención Comunitaria (RPC), organización formada por 330 comités de prevención distribuidos desde la región del Maule a la de Los Ríos, cuyo objetivo es evitar la ocurrencia de incendios en zonas de interfase urbano-rural, área donde se junta el bosque con las viviendas habitadas.
Héctor Jorquera, asesor de la RPC, comenta que "este año deberemos lidiar con un nuevo escenario de menor movilidad, interacción y mayor riesgo sanitario de las personas". Frente al desafío expuesto, Jorquera explica "haremos un gran esfuerzo de coordinación e innovación para seguir disminuyendo la ocurrencia, lo que requerirá digitalizar algunos procesos, especialmente los de educación y alertas".
Prevención y vigilancia
Por el lado de las empresas, CMPC -ligada a la familia Matte, que está destinado cerca de US$ 31 Millones con este objetivo- destaca la incorporación del Wildfire Analyst, un software que permite simular el comportamiento del fuego.
Este simulador trabaja basándose en tres variables: la meteorología; el grado de humedad del combustible donde se inicia el fuego; y los tipos de combustible. Con dichos elementos, el programa puede entregar información sobre cómo combatir los siniestros.
Por otro lado, se encuentra el uso de drones, que permiten visualizar zonas según temperatura y también con visión nocturna, ayudando a detectar y prevenir focos. Según el gerente de Bosques y Maderas de CMPC, Eduardo Hernández, "la mejor estrategia de combate contra incendios es evitar que estos sucedan".
A principios de 2020 también se incorporaron sistemas de cámaras de detección semiautomática, con operación durante 24 horas, las que dan una cobertura y análisis en 360° cada 2 minutos, tienen un alcance y precisión óptima hasta 15 kilómetros de distancia, pero pueden detectar e informar hasta 35 kilómetros.
Arauco, la forestal ligada al grupo Angelini, ha registrado una inversión aproximada de US$50 millones esta temporada en la cual destacan los nuevos equipos aéreos de combate.
Entre las incorporaciones se encuentran dos helicópteros rusos Kamov KA32, dos aviones de coordinación con cámara óptica-termal y dos mega-helicópteros CH47D Chinook, estos últimos de origen estadounidense con una doble hélice y dotados con un estanque para agua de 10.000 litros con la capacidad para transportar 18 brigadistas.
Guillermo Mendoza, subgerente de Asunto Públicos de Arauco, cree que se una difícil temporada de incendios, por lo que es enfático en señalar que "este año como compañía, hemos invertido en mayor tecnología y recursos que nos permitan detectar y dar respuesta oportuna a los focos de incendios, pero hay que dejar claro que aquí todos debemos cooperar con la prevención ante situaciones de incendio, cuidar nuestro entorno y alertar en caso de detectar algún incidente".