Fiat y sus socios cerraron hoy la compra de los activos de Chrysler, creando la sexta mayor compañía automotriz en el mundo, a cargo del CEO Sergio Marchionne.
La italiana será la dueña del 20% de la nueva Chrysler, dijeron las empresas hoy en un comunicado. La adquisición transfiere la mayoría de las operaciones de la estadounidense, excluyendo ocho fábricas, una docena de propiedades y contratos de leasing y de 789 concesionarias.
Las compañías combinadas tendrían ventas por 4,5 millones de vehículos en el mundo, quedando sólo por detrás de Ford, de acuerdo a los resultados de 2008.
El nuevo grupo, reza la nota, "dispone desde hoy de recursos,
tecnologías y redes de distribución necesarias para competir de modo
eficaz a nivel mundial" y que serán facilitados por Fiat, como ya
contemplaba el acuerdo previo.
Según explican ambas compañías en el texto, la estadounidense
podrá así ofrecer una gama más amplia de productos, incluidos
automóviles de bajo impacto ambiental, cada vez más demandados en el
mercado.
"Desde el inicio estábamos decididos a hacer de esta alianza un
paso fundamental para resolver los problemas que afectan a la
industria del automóvil. De ahora en adelante trabajaremos en la
definición de un nuevo modelo de referencia para las compañías
automovilísticas que quieran obtener beneficios", afirma Marchionne
en la nota.
"La actividad de Chrysler que adopta la nueva sociedad, parada
durante este período, están ya o estarán operativas de nuevo en
breve, y ya ha comenzado el trabajo para desarrollar automóviles
ecológicos, de bajo consumo y alta calidad", explica el consejero
delegado del nuevo Grupo Chrysler LLC.
La nueva Chrysler será dirigida por un Consejo de Administración
compuesto por tres consejeros nombrados por Fiat, entre ellos
Marchionne, cuatro por el Gobierno estadounidense, uno por el
canadiense y uno más por el United Auto Worker's Retiree Medical
Benefits Trust.