Expertos analizan trabajo y pendientes de la función de monitoreo de la competencia del Coordinador Eléctrico a cinco años de su puesta en marcha
Escasos antecedentes enviados a la FNE, dotar que los informes tengan peso regulatorio; y la revisión y posiblemente una expansión de su mandato y capacidades son algunos de los elementos que se instalan en el debate.
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Siete años han pasado desde la publicación en 2016 de la ley que creó el Coordinador Eléctrico Nacional y cinco desde que el organismo que supervisa la operación del sistema estrenó una de sus nuevas atribuciones: el monitoreo de la competencia, la que surgió de la Ley de Transmisión. Para esto, se puso en marcha la Unidad de Monitoreo de la Competencia (UMC), cuya función entró en ejercicio el 1 de julio de 2018.
Según la ley, el Coordinador debe monitorear permanentemente las condiciones de competencia existentes en el mercado eléctrico. En caso de detectar indicios de "actuaciones que podrían llegar a ser constitutivas de atentados contra la libre competencia", tiene que ponerlas en conocimiento de las autoridades. El rol gatilló incluso preocupación en algunos por las acciones que se podían desplegar, ya que se consideraban facultades para pedir contratos y otros documentos.
El director de la UMC, Paulo Oyanedel, asegura que la Unidad "ha demostrado un enfoque sólido en la supervisión y análisis de la competencia en el sector eléctrico". Además, "ha contribuido a mejorar los procesos internos al entregar feedback directamente a las áreas respectivas", lo que -dice- no se lograría con una unidad externa. Lo anterior, añade, también ha aportado para contribuir a los análisis que realiza la Fiscalía Nacional Económica (FNE) y el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC).
Relación con entidades de libre competencia
De acuerdo a los registros públicos, desde julio de 2018 a 2022, si bien se han analizado más de 20 materias por año, sólo una fue derivada a la FNE en año 2019 y otra en 2022. De hecho, en 2020, el organismo antimonopolio desechó el primer caso por eventual falta a la libre competencia respecto a las conductas de la central Guacolda. Mientras, durante 2021, hubo dos aportes de antecedentes al TDLC.
En esa línea, en un documento de junio, titulado "Coordinación regulatoria en el sector eléctrico chileno y función de monitoreo de la competencia", de la abogada de la U. Adolfo Ibáñez, Andrea Von Chrismar, en base a los datos entre 2019 a 2021, concluyó que la mayoría de las acciones de monitoreo terminan no siendo derivadas a la FNE ni a otras entidades.
Consultada, la directora de Prieto considera adecuado el que denomina "diseño institucional secuencial" en donde la UMC realiza su análisis, lo presenta al Consejo Directivo del Coordinador y éste luego decide remitir los antecedentes a la autoridad de competencia. Si bien reconoce que la mayoría de las acciones de monitoreo de competencia realizadas por la UMC durante los primeros años de su funcionamiento terminaron archivadas, es decir, sin ser derivadas a la autoridad de competencia, dice que esto no implica necesariamente que exista un mal diseño.
A su juicio, debe ser entendido en términos amplios, "como promoción de la competencia en el mercado eléctrico, por medio de la señalización que hace la UMC al recopilar información, en la emisión de los informes de monitoreo año a año y en las recomendaciones que pueda formular a distintos actores y autoridades del mercado".
Oyanedel afirma que las facultades y el modelo institucional responden a un diseño específico del mercado, el que en la actualidad está basado en costos auditados y las principales materias en donde puede existir ejercicio del poder de mercado están ya siendo analizadas por la UMC y existe el camino definido hacia la FNE o al propio TDLC. "En el caso de que la autoridad decidiera avanzar a un mercado mayorista basado en ofertas, este tipo de diseño podría ser reforzado para asegurar resultados efectivos en la identificación de potenciales infracciones, algo que de todos modos es potestad del regulador definir", recalca.
Von Chrismar también concluye que "la existencia de esta función de monitoreo radicada en el Coordinador no ha implicado una mayor interacción o un mayor número de investigaciones de la FNE respecto del mercado eléctrico, versus otros mercados regulados". Sin perjuicio de eso, la existencia de la UMC -dice- es un aporte en el sentido de ejercer un rol de monitoreo.
El líder de la UMC asegura que la Unidad "ha demostrado ser un enlace valioso entre los aspectos de competencia y la regulación del sector eléctrico". Dado que la configuración del mercado eléctrico difiere sustancialmente con la de otros mercados regulados, dice, "creemos que no se puede hacer una comparación directa con otras entidades".
Peso de los informes y desafíos
Uno de los que ha seguido los alcances del monitoreo de competencia del Coordinador es el académico Carlos Barría, exjefe de la División de Prospectiva y Análisis de Impacto Regulatorio del Ministerio de Energía, quien sostiene que se ha aplicado correctamente su función, pensando en que su responsabilidad y actuación está acotada por lo que dice la ley.
El ingeniero reflexiona en torno a los informes que levanta la Unidad: "Quizás lo que faltaría es darle más peso a esos informes de seguimiento del punto de vista regulatorio (...) Quizás no se le da el peso que debería tener", afirma. Sugiere que, cuando se haga regulación, "pensemos también en dar un enfoque a la libre competencia". Esto, considerando -por ejemplo- que se están licitando estudios para crear un nuevo mercado de oferta en el mercado de corto plazo.
Este año, el Coordinador ha dado un paso atípico al realizar recomendaciones directas al Ministerio de Energía respecto al fuerte crecimiento de los Pequeños Medios de Generación Distribuida (PMG/PMGD).
A la hora de delinear desafíos, Oyanedel sostiene: "Creemos que tenemos que seguir mejorando nuestros informes, por lo que estamos en proceso de crear una serie de informes mensuales sobre temas específicos y además desarrollar white-papers de temas relacionados con la normativa actual o cambios planteados para mejorar la competitividad y eficiencia en nuestro sector". Cabe recordar que, hasta el momento, la emisión de informes es semestral y anual.
El 4 de mayo, en el marco del webinar "Hacia un Coordinador Eléctrico Nacional de clase mundial para la transición energética: Un espacio de diálogo tras seis años de su creación", organizado por la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera), Carlos Finat, expresidente del CDEC SING (2011-2012), se refirió a esta función.
"Hemos visto que la Unidad de Monitoreo de la Competencia de repente se pronuncia por un tema regulatorio vigente como es la famosa carta de los nueve", dijo, aludiendo al pronunciamiento de la instancia respecto a la propuesta de algunas firmas de cambios a la tarificación de energía renovable. Y añadió: ¿Debe hacer eso la UMC? Cuidado, porque además el Coordinador no es un regulador y vemos que ahora va a participar o está organizando una instancia para modelos de mercado".
"El Coordinador no puede ser juez y parte. El Coordinador es un ejecutor -en mi opinión- de políticas y lo tiene que hacer muy bien eso, pero no puede ser un centro de estudios, en términos de regulación estoy hablando, porque significa desviarse", recalcó.
Para la directora ejecutiva de Acera, Ana Lía Rojas, la Unidad "cumple una función necesaria y ha trabajado razonablemente bien en su rol de monitoreo. Sin embargo, los desafíos emergentes y la necesidad de una vigilancia más proactiva en un mercado en constante evolución requieren una revisión y posiblemente una expansión de su mandato y capacidades".
En cuanto a desafíos y pendientes, indica -por ejemplo- que "la UMC podría expandir su alcance para identificar proactivamente problemas y desafíos emergentes en la competencia del sector, en lugar de sólo reaccionar a los ya existentes". Suma fortalecer la colaboración con otras instituciones como la FNE y el TDLC que puede mejorar su capacidad para identificar y abordar posibles amenazas a la libre competencia; y que "la UMC podría requerir más recursos y capacidades para abordar eficientemente la complejidad y el volumen de los temas en el mercado eléctrico, mejorando su capacidad de análisis y respuesta".