Licitación de obra de transmisión clave para la Región de Ñuble se vuelve a declarar desierta y gremios llaman a destrabar crisis energética
Se trata del proyecto de ampliación de capacidad línea 1x66 kV Charrúa-Chillán que el 21 de noviembre completó tres intentos fallidos para su materialización y dos relicitaciones que no prosperaron.
Por: Karen Peña | Publicado: Miércoles 27 de noviembre de 2024 a las 15:16 hrs.
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Sigue bajo tensión los problemas de transmisión eléctrica cuyo foco está en la Región de Ñuble. La licitación del proyecto de ampliación de capacidad línea 1x66 kV Charrúa-Chillán -obra propiedad de CGE que es clave para aliviar en parte la situación de dicha zona y asegurar la disponibilidad de energía- nuevamente fracasó. El 21 de noviembre, en la apertura de propuestas económicas, el Coordinador Eléctrico descalificó la única oferta presentada, sellándose de esta manera tres intentos fallidos para impulsar esta iniciativa y dos relicitaciones que no llegaron a puerto.
Han sido varias las idas y vueltas en torno a la obra, marcada por las dificultades. Primero, fue adjudicada a la empresa SEMI, pero luego la firma abandonó la iniciativa. Así, el organismo que supervisa la operación del sistema eléctrico emprendió un proceso de relicitación que quedó desierto al no presentarse ofertas. Ante este escenario, se volvió a licitar en un nuevo proceso, el que el jueves pasado quedó nuevamente desierto.
La única oferta que llegó corresponde a la BAC Ingenieros SPA por US$ 6,3 millones, pero la propuesta fue descalificada por el Coordinador, ya que -según se consigna en el acta de evaluación de las ofertas económicas- "el proponente no cumple con las condiciones de capital propio y volumen de negocios" establecidas en las bases administrativas generales. En otras palabras, el proponente no cumplía con los requisitos que asegurasen que tenía las espaldas financieras para llevar a cabo la inversión en la magnitud que proponía, y que es una exigencia que el Coordinador ha incorporado en las licitaciones para evitar el abandono de las obras.
Considerando que esta obra ya se relicitó dos veces, ahora será la Comisión Nacional de Energía (CNE) quien debe definir si la relicita u opta por otro camino. Sin embargo, este miércoles el proyecto de transición energética fue despachado a ley, por lo que esto cambia el escenario en el sentido que CGE como propietaria tendría que hacerse cargo.
Consultada, desde la CNE, señalaron que la aprobación del proyecto de transición energética "abre nuevos caminos y mecanismos de solución para proyectos como la línea 66 kV Charrúa-Chillán, además de las alternativas ya contempladas en la regulación vigente. De esta manera, una vez que la Ley sea promulgada, se trabajará e implementarán las herramientas que entrega la nueva normativa, de modo de avanzar en el desarrollo de las obras y de la infraestructura eléctrica necesaria, especialmente para la Región de Ñuble, considerando que la ley de transición energética establece condiciones transitorias favorables para la aplicación de distintos mecanismos para el desarrollo de la transmisión en dicha región".
El llamado de los gremios de Ñuble
Lo sucedido reavivó la preocupación en la zona. En un documento, al que tuvo acceso DF, firmado por cuatro presidentes de gremios sectoriales de la región -Ricardo Salman (Corñuble), Sebastián Godoy (Cámara Chilena de la Construcción Ñuble), Alejandro Lama (Cámara de Comercio Chillán Ñuble) y Carlos González (Asociación de Agricultores de Ñuble)-, señalan que con "preocupación" y un "profundo sentido de urgencia" se dirigen a las autoridades nacionales, regionales y al sector privado involucrado en la infraestructura eléctrica para abordar la "situación crítica que enfrenta Ñuble debido al fracaso reiterado" en la licitación del proyecto antes mencionado.
Según sostienen, el reciente fracaso de la licitación para la ampliación de la línea Charrúa-Chillán evidencia la necesidad de soluciones inmediatas y advierten que con la aprobación del proyecto de transición energética "este emblemático proyecto podría ser tomado directamente por el propietario de las instalaciones para acelerar procedimientos y tiempos de construcción".
Los dirigentes recogen cifras de Copelec donde, por ejemplo, esta última ha informado que actualmente tiene 453 proyectos sin factibilidad, representando 97 MW de potencia y una inversión postergada de aproximadamente US$ 1.200 millones, con el potencial de generar miles de empleos formales, directos e indirectos. Esto, dicen, sin contar los proyectos de otras empresas que enfrentan las mismas limitaciones.
"Hacemos un llamado respetuoso pero firme a todas las autoridades nacionales, parlamentarias y regionales, para que asuman la responsabilidad que esta situación exige. Resolver este problema no es solo una cuestión de infraestructura, es una tarea fundamental para garantizar el bienestar social y económico de Ñuble. La aprobación de la ley de transición energética es un paso necesario, pero debe ir acompañado de un compromiso decidido y acciones inmediatas por parte de todos los actores involucrados", advierten los dirigentes en el documento.
Y recalcan: "Ñuble no puede seguir esperando. La sociedad civil, la actividad económica y las organizaciones que buscan agregar valor en nuestro territorio necesitan soluciones inmediatas. La energía no es solo un insumo, es el motor del progreso social y el desarrollo económico. Por ello, apelamos a la acción conjunta, concreta y urgente de nuestras autoridades para destrabar esta crisis energética que condiciona el futuro de nuestra región".