Este mediodía la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) presentó su completa oposición a la venta de las aguas tratadas que las distintas sanitarias estarían realizando o prontas a concretar. Según el presidente de la SNA, Luis Mayol, "las empresas no pueden ser dueñas del agua, nunca".
El dirigente del agro acusó que esta práctica, realizada desde los años '90 por distintas empresas incluyendo Aguas Andinas, se permitiría por una interpretación errónea de la ley realizada por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS). Así, en opinión de Mayol se estaría "asignando derechos de aguas al margen de la ley y sin tener facultades para ello".
Mayol acusa a la empresa sanitaria de aprovecharse económicamente de un recurso que se constituye como "un bien nacional de uso público y, que como tal, pertenece a todos los chilenos".
El presidente de la SNA recordó que los agricultores de la cuenca del Mapocho presentaron un recurso legal contra Aguas Andinas cuando esta empresa comenzó a vender las aguas tratadas, agregando que "hubo una intención de acercamiento (entre los pequeños propietarios y la Superintendencia) pero Aguas Andinas se opuso".
El proceso se encuentra ahora radicado en la Corte Suprema, luego de haber sido resuelto a favor en primera instancia de los productores agrícolas.
Aguas Chañar
La misma situación, pero en un contexto más grave, se estaría nuevamente dando en la zona de Copiapó. Aguas Chañar comenzaría a fines de mes a vender sus aguas tratadas a la minera La Candelaria, privando de este elemento a los agricultores del sector de San Fernando, aproximadamente 400 hectáreas de hortalizas que proveen a Copiapó y las zonas adyacentes.
El dirigente del agro confía en que este problema se resolverá a favor de los agricultores, pues a su parecer tanto la SISS como las empresas sanitarias estarían negociando este uso de las aguas tratadas al margen de la ley, privando a miles de productores agrícolas de sus derechos de aguas.
Sólo en la cuenca del Mapocho el efecto de esta medida afectaría a más de 23 mil hectáreas, similar a la mitad de plantaciones frutales de toda la región.