Días agitados tuvo en Chile el vicepresidente y director principal del Centro Adrienne Arsht para América Latina del Atlantic Council, Jason Marczak. Además de participar de la Reunión Anual del BID 2025 y de encontrarse con algunos de los socios del proyecto Seguridad para Chile (ver recuadro), se reunió con los candidatos a la presidencia Evelyn Metthei, José Antonio Kast y Carolina Tohá, para recopilar la información que precisa para un análisis acabado de nuestro país. Desde su cargo en citado centro de estudios, con sede en Washington D. C. y más de 60 años de historia, Jason ha seguido en detalle las implicancias que tiene a nivel regional la política desplegada por Donald Trump desde su retorno a la Casa Blanca.
Al respecto, es optimista, planteando que el uso de aranceles por parte del mandatario estadounidense no debe entenderse como algo restringido a la economía, pues hay intereses de seguridad y migración de por medio, que a su juicio pueden traducirse en lazos más fuertes en el largo plazo. En ese marco, destaca que Chile no está en el foco de Trump y que el estudio que mandató respecto al cobre, bien podría ser una oportunidad para atraer más inversión estadounidense a territorio nacional.
“Es un buen momento para Chile, debido a la idea de que veremos una continuidad de la estabilidad política y económica, antes y después de la elección. Muestra al mundo el hecho de que Chile es una buena apuesta”.
- ¿Cómo ve a América Latina en medio de la conflictividad que agita al comercio internacional?
- En estos dos meses, la administración de Presidente Trump ha tenido más enfoque en América Latina que la que tuvo en el pasado. El secretario de Estado, Marco Rubio ha viajado a Jamaica, Guyana, Surinam, Panamá, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y República Dominicana. Además, esta administración tiene muchas personas que conocen muy bien la región, desde el mismo Secretario de Estado hasta el National Security Adviser (Mike Waltz). Asimismo, ha nombrado muchos embajadores en la región todavía por confirmar, pero incluso nombraron al embajador ante Chile.
Por supuesto, en la región el enfoque más grande está puesto en México y Panamá. También en El Salvador y Argentina. Yo espero que todo este enfoque se traduzca en relaciones aún más fuertes en el largo plazo.
- ¿Es posible, considerando el enfoque las amenazas arancelarias?
- Los países de la región están aprendiendo cuáles son las mejores prácticas para trabajar con el Presidente Trump y cuáles son las prácticas que no funcionan. Trump ha funcionado de manera muy diferente a sus predecesores, especialmente, en su enfoque en aranceles y el uso de estos no solamente para obtener ventajas económicas, sino que también para promover intereses con respecto a seguridad e inmigración. Es un enfoque muy distinto de cómo los otros presidentes estadounidenses han usado los aranceles. Lo vimos con Colombia, donde usó los aranceles para conseguir un cambio en la posición del Presidente (Gustavo) Petro con respecto a la migración.
Inversión de EEUU en Chile
- Aunque Chile no está en el foco, Trump mandató una investigación en torno al cobre. ¿Podría ser gravado con aranceles o se puede descartar esa opción dado que EEUU no produce todo el cobre que necesita?
- Nunca descartaría lo que el Presidente Trump va a hacer. Nunca. Una de las cosas más típicas del Presidente Trump es que no hace las cosas típicas.
Las prioridades del Presidente en la región son, primero, el freno de la migración a EEUU; número dos, cómo mejorar el clima de seguridad; y tercero, China y cómo enfrentar su crecimiento económico en la región y en sectores clave para la seguridad nacional de EEUU.
Algunos de los recursos naturales de Chile son esenciales para EEUU. Nosotros no tenemos la capacidad para producir todo el cobre que Chile produce. Entonces, veo una oportunidad para que EEUU lance un nuevo plan de inversión en los sectores clave para su seguridad nacional y económica.
En la primera administración de Trump, hubo una política titulada América Crece (Growth in the Americas Initiative, en inglés), pero fue lanzada en la segunda mitad. Entiendo que hay un movimiento para relanzar esta política con un enfoque distinto, específicamente, con la idea de asegurar el posicionamiento de EEUU en sectores claves. Entonces, hablando de Chile, pienso que los aranceles de Trump no tienen un efecto tan grande y va a ser muy importante mostrar a la administración Trump ideas para que EEUU acelere su inversión en sectores clave como cobre y litio.
- Entonces, ¿que Trump ponga la mirada en el cobre puede ser entendido como una oportunidad para que EEUU invierta más acá?
- Sí. Me parece que hay un deseo de Chile, y de otros países, de contar con más inversión estadounidense, pero no existen los mecanismos federales eficientes (en EEUU) para facilitarla. Esto es un debate actualmente en Washington, qué puede hacer para reformar el Development Finance Corporation para que atienda mejor los intereses del sector privado en la región, así como indagar en otro tipo de políticas para desarrollar mayores oportunidades para empresarios estadounidenses. Pienso que va a ser muy importante tener un plan bien detallado sobre cómo podemos mejorar la posición y también aumentar el interés de las compañías estadounidenses frente al interés de China en Chile y en otros países de la región.
- Dice que los países de la región están aprendiendo a relacionarse con Trump. ¿Cuáles son las lecciones que ya hay sobre la mesa?
- El Presidente Trump respeta a los líderes fuertes y populares, lo que hemos visto a nivel a nivel global, con casos como el de Rusia. A Claudia Sheinbaum en México la ha tratado muy diferente que a Petro en Colombia. Petro es un Presidente con muy baja popularidad, con elecciones el año que viene y expectativas de que Colombia va a girar de vuelta a la derecha. ¿Y Sheinbaum? Su popularidad seguramente se ha incrementado desde que asumió la presidencia en octubre. Ella sabe cuándo debe responder a las palabras del Presidente Trump y cuando no debe hacerlo.
En esto no hay un formulario exacto, pero Sheinbaum ha aprendido. Respondió después del cambio del nombre del Golfo de México a Golfo de América, pero no respondió con aranceles de represalia cuando Trump hizo el primer anuncio, porque ella sabía que esto no estaba publicado, por lo que había una oportunidad para seguir trabajando con él. Además, ella también ha mostrado el interés en trabajar con la administración de Trump para resolver los temas más preocupantes para el Presidente. Entonces, después del primer anuncio de aranceles, hemos visto delegaciones de secretarios mexicanos en Washington todas las semanas, enfocadas en cómo se puede trabajar conjuntamente.
Hasta ahora, esto le ha servido a México y podría ser un formulario Chile y otros países respecto a cuándo y cómo defender los intereses nacionales.
- La política comercial de EEUU ha agitado a los mercados internacionales, pero la bolsa chilena se ha desacoplado y se mantiene al alza. ¿A qué lo atribuye?
- En el mundo hay mucha incertidumbre sobre la política económica de los Estados Unidos, sobre los efectos a nivel internacional, sobre cómo evolucionará la inflación, incluso sobre el sistema de Bretton Woods que se implementó después de la Segunda Guerra Mundial. Estamos en un momento de grandes cambios, no solamente por el Presidente Trump.
Entonces, Chile ofrece la oportunidad para atraer aún más inversión, porque los inversionistas están mirando a donde hay más seguridad para sus inversiones. Entonces, pienso que es un buen momento para Chile, debido a la idea de que veremos una continuidad de la estabilidad política y económica, antes y después de la elección. Muestra al mundo el hecho de que Chile es una good bet (buena apuesta).
Grupo criminales: “Para combatirlos debemos pensar en cómo eliminar su negocio”
Para el economista de Atlantic Council, hay que poner la mirada la estructura del crimen organizado, su capacidad de adaptación y el reclutamiento de los jóvenes.
Jason Marczak, quien también suele reunirse con grandes empresarios nacionales para tener una mejor visión del país, ha puesto uno de sus focos investigativos en el desarrollo de políticas públicas en contra del crimen organizado. De hecho, junto al economista nacional, Manuel José Prieto, levantaron el proyecto “Seguridad para Chile”, donde -además de Atlantic Council- participan AmCham Chile, AthenaLAB y Business Roundtable. En ese marco, ya tienen en agenda un encuentro en julio en Washington D.C., donde esperan delinear propuestas que permitan hacer frente es este fenómeno de carácter regional.
Al respecto, Marczak plantea que el crimen, que fue uno de los termas que también se abordaron en la Reunión Anual del BID en Santiago, “es un asunto clave, que une distintos países de la región, incluyendo a Estados Unidos”, contexto en considera crucial “comprender el hecho de que los grupos criminales no respetan las fronteras, lo que les presenta la oportunidad para acelerar aún más su posicionamiento en distintas sociedades”, lo que a su vez “acentúa una necesidad de colaboración y cooperación entre los países”.
Adicionalmente, destaca que “los grupos criminales operan como negocios. No son simplemente grupos de delincuentes. Tienen una estructura más formal”, por ello expone que “para combatirlos debemos pensar en cómo eliminar su negocio”, el que considera como exitoso, en tanto logra adaptarse y sobrevivir, cambiando de producto cuando se precisa; mientras recluta a los mejores recursos humanos, la juventud; y elimina a quienes le compiten.
Con este enfoque, “y utilizando cada brazo, cada arma, del Estado”, se podría evitar que se desarrolle un ambiente donde puede operar y crecer el crimen organizado, indica Marczak, agregando que “el esfuerzo debe estar en cómo desarrollar espacios donde se impida su instalación y crecimiento”.
La tarea, asegura, no es solo del Estado, sino que también de la sociedad civil en su conjunto. Allí, destaca el rol del sector privado, que -a su juicio- puede estar abogando por miradas de largo plazo en el Estado, que vayan más allá de la política de un solo Gobierno.