El Banco Central de Chile probablemente hará una pausa en los recortes de las tasas de interés por primera vez desde julio, al tiempo que señala que podría reanudar la flexibilización de nuevo más tarde, después de que los responsables políticos capeen un salto a corto plazo en la inflación.
Los miembros del Consejo mantendrán los costos de endeudamiento sin cambios en 5% después del cierre de los mercados el martes, según todos los economistas en una encuesta de Bloomberg. Los inversores están mucho más divididos sobre cuánto tiempo se mantendrán los tipos en ese nivel después de que cayeran desde un máximo postpandémico del 11,25% a mediados de 2023.
Los banqueros centrales dirigidos por Rosanna Costa tratarán de enhebrar la aguja en una compleja perspectiva del coste de la vida en una de las economías más ricas de América Latina. Un peso más débil y otra subida de las tarifas eléctricas locales mantendrán la inflación cerca del 5% en el primer semestre de este año, muy por encima del objetivo del 3%. En el futuro, sin embargo, la moderación de la demanda y los niveles de confianza frenarán el crecimiento de los precios.
"Esperamos que el Banco Central de Chile mantenga su tipo de referencia en el 5,0% en su reunión del 28 de enero. Es probable que la orientación futura siga siendo cautelosa y enfatice que las decisiones futuras dependerán de nuevos datos y que cualquier recorte será gradual. La inflación, en línea con las previsiones del Banco Central, el débil crecimiento y la creciente atonía económica podrían convencer a los responsables políticos de reanudar las lentas reducciones de tipos en marzo. La persistente inflación de los servicios, la incertidumbre exterior y la volatilidad de las divisas son riesgos", dice Felipe Hernández, economista para América Latina.
La decisión sobre la tasa de interés en Chile se publicará en la página web del Banco Central a las 18.00 hora local de Santiago, junto con una declaración del consejo.
Los inversores esperan que el Banco Central de Chile no se ande con rodeos en lo que respecta a los actuales riesgos inflacionistas. A principios de enero, el peso tocó el nivel más débil desde mediados de 2022, avivando los temores a un aumento de los precios de las importaciones.
Las facturas de energía se encarecerán un 10% de media a partir de este mes, ya que los reguladores aumentan las tarifas que se habían congelado tras los disturbios sociales de 2019.
Las promesas del presidente estadounidense Donald Trump de recortes fiscales y aranceles comerciales, junto con las expectativas de que la Reserva Federal ponga en pausa su propio ciclo de flexibilización, apuntan a un dólar más fuerte a nivel mundial.
En conjunto, los banqueros centrales reconocerán que las perspectivas de los precios al consumo a medio plazo en Chile han empeorado.
Los
operadores ven ahora una inflación anual del 4,15% en 12 meses, frente al 3,5% anterior a la decisión del Banco Central sobre
la tasa de interés de diciembre. No ven probabilidades de más recortes de los costes de endeudamiento hasta la segunda mitad de este año.
Los analistas analizarán los comentarios de los responsables políticos sobre el crecimiento económico local. Cualquier énfasis en la inestabilidad de la actividad apuntaría a más recortes de tipos más pronto que tarde, aunque la falta de detalles indicaría lo contrario.
"Aunque ya no vemos margen para recortes de tasa este año, nos inclinamos a que el Banco Central siga señalando presiones inflacionistas más suaves por el lado de la demanda a medio plazo que apoyarían los tipos por debajo de sus niveles actuales en el horizonte de política de dos años", escribieron en una nota los economistas del Banco Itaú, entre ellos Andrés Pérez.