Por Bárbara Sifón Andalaft
Para el director del centro de Microdatos de la Universidad de Chile, David Bravo, la actual situación del empleo es histórica, pero junto al buen nivel de las cifras espera que el foco del debate en adelante se sitúe en la calidad de los empleos.
- ¿Cómo ve usted las cifras de desempleo durante 2012?
- Lo que veo es que si uno mira las cifras en los últimos 57 años, no puede sino concluir que estamos en un muy buen año y los datos dicen que en las próximas mediciones vamos a tener tasas en torno al 6%.
- ¿Se podría hablar entonces de pleno empleo?
- En la medida que tengamos un año en torno a ese número (6%), son datos que configuran en Chile el pleno empleo. Para el primer semestre de 2013 vamos a estar hablando de pleno empleo.
- Sin embargo surgen muchas críticas respecto a la calidad del empleo…
- Invitaría a la gente a hacer un análisis histórico y a no ser mezquinos, porque si de algo peca Chile es que en los últimos 30 años el objetivo del empleo no ha sido prioritario. Llamaría a las personas a dimensionar el logro y luego pensar en la meta siguiente, que es mirar al interior de ese empleo.
- Pero además la calidad del empleo tiene que mejorar…
- Sin duda la calidad del empleo ha mejorado. Los salarios han aumentado y el empleo asalariado ha crecido más que el total. Se podrá discutir la desigualdad en la distribución del ingreso, pero en materia de empleo hemos obtenido un logro relevante. Tenemos una muy buena oportunidad, una tasa de desempleo baja y el objetivo de la autoridad debiera ser mantenerla baja.
- ¿Es ése entonces el principal objetivo actual?
- Ese no debería ser el único objetivo, pero si pudiéramos concordar que tener tasas de desempleo del orden del 6% es una condición necesaria para poder llevar adelante la economía, sería un gran logro y, de mantenerse esa tasa, se dará un signo de que estamos en otra etapa de nuestro desarrollo y eventualmente nos podemos concentrar en otros aspectos de las condiciones de trabajo que son fundamentales.
- ¿Qué importancia tienen los empleos fiscales en estas cifras?
- Me parece que es importante hacer la distinción por categoría entre empleos directos e indirectos. Los primeros tienen un gran problema, aparte del bajo impacto, cuesta mucho eliminarlos. Mientras que los empleos indirectos, tienen un rol muy importante para que grupos que están fuera del mercado laboral, logren entrar.
- ¿Debiesen desaparecer los empleos directos?
- Con estos empleos generamos dependencia del Estado y cuando miramos la tendencia en los últimos años, vemos que vienen bajando y sería relevante seguir en esa línea.
- ¿Estos buenos números son resultado de la actual administración?
- El primer año hubo una buena continuidad, el segundo también, pero el tercer año, básicamente lo que tenemos es una administración que ha consolidado un crecimiento económico, que es la clave para el crecimiento del empleo.
- ¿Qué rol juega el ministerio Trabajo?
- El ministerio tiene una gran parte en los desafíos futuros y tiene que ver con la calidad de la mano de obra y la falta de capacitación. La ministra ha sido clara en establecer el diagnostico, tal vez más que nadie, y lo que esperamos es que ese diagnóstico se puede traducir en una implementación.
- ¿Qué políticas permitirán mantener bajas estas tasas?
- Primero, lo que tiene que ver con capital humano. Nosotros partimos de la base de un nivel insatisfactorio de competencias. Lo segundo tiene que ver con cómo se estructura un sistema de capacitación que nos ayude a conectar con lo que las empresas verdaderamente necesitan. El sistema actual no mira adecuadamente las necesidades de las empresas y, por esto, la ministra ha empujado la conformación de consejos sectoriales que recojan la información clave de las empresas. Además, en conjunto con el ministerio y la CChC, este año vamos a repetir un estudio que hicimos hace 15 años sobre competencia básica de la población adulta (15-65 años) y esperamos tener los resultados en junio y que este estudio sea la base para diseñar políticas, cosa que no se hizo 15 años atrás.
- Sin embargo, estas altas tasas de desempleo han generado problemas de mano de obra en algunos sectores...
- Producto de la situación en la que estamos, efectivamente se empiezan a sentir problemas para llenar puestos de trabajo y en 2013 ese va a ser el único tema. El desafío más importante de hoy es cómo en este escenario muy bueno para los trabajadores, las empresas hacen las innovaciones en productividad que les permitan adaptarse.
- ¿Está de acuerdo con hacer cambios en la legislación para que aumente la mano de obra extranjera?
- Necesitamos evidencia antes de mover parámetros en la ley. No se trata de oponerse a la entrada de trabajadores extranjeros, pero nosotros deberíamos estar seguros de que las empresas están haciendo su trabajo. Pero si los datos son duros y muestran que efectivamente pueda ser aconsejable eso, sería interesante mirarlo, pero creo que hay que aportar evidencia antes y no he visto datos que nos permitan aproximar en esa línea.
CRÍTICAS A PROYECTO DE INE AUTÓNOMO
Si bien el análisis de Bravo respecto al momento que vive actualmente el país es optimista, hace énfasis en lo innecesario que resulta para las estadísticas que éstas sean presentadas por el gobierno. En ese sentido, hace referencia a la última polémica por la encuesta Casen y a algunos aspectos de la encuesta del Injuv.
En ese sentido, afirma que tal como está planteado en este momento, el proyecto que le da autonomía al INE no servirá para garantizar una solución a las últimas controversias que se han presentado en materia estadística. A juicio del director del Centro de Microdatos, el presupuesto del proyecto del Ejecutivo es "insuficiente" y ve problemas en la estructuración del consejo de la entidad.
A pesar de que Bravo consideraba que la discusión en torno a cómo debe funcionar el INE no estaba ligada al conflicto generado por la encuesta Casen, asegura que fue el gobierno quien las unió al determinar que sería el INE autónomo quien se haría cargo de la encuesta sobre pobreza.
En este sentido, para el experto es complejo que el INE autónomo sea capaz de garantizar que estos episodios no se repitan y destaca que, a su juicio, el problema en estos casos es que no existen estándares para dar a conocer la información, la que en principio debiese ser entregada por la institución que realiza la encuesta y no por las autoridades de turno, sobre todo para evitar la idea de estar en presencia de conflictos de intereses.