Alimentos y la escasez de materias primas acrecientan los temores de inflación en EEUU
La mitad del alza del IPC de la mayor economía del mundo en marzo fue por los combustibles. Los valores de prácticamente todos los alimentos han subido en el país este año, algo que también alerta a nivel mundial.
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Desde comienzos de año, las expectativas de inflación han subido en Estados Unidos. Esta semana, de hecho, la estimación implícita promedio en el bono a 10 años se acercó a 2,5%, un alza de más o menos 50 puntos base comparado con fines de 2020.
Un dato coherente con la misma inquietud que despertó el fin de semana pasado el gurú Warren Buffett, quien planteó que ya hay señales de un peak inflacionario.
Las autoridades fiscales y monetarias del país han defendido que el fenómeno será transitorio pese al efecto del plan de estímulo de US$ 1,9 billones de Joe Biden y aunque la secretaria del Tesorio, Janet Yellen, reconoció el lunes que es posible un alza de las tasas de interés, rápidamente matizó y ratificó la independencia de la Reserva Federal.
Pero las cifras escalan. En marzo el IPC de EEUU aumentó 0,6% frente a febrero -el ritmo más rápido desde 2012- y en doce meses superó la meta de 2%. El alza mensual se vio impulsada por los combustibles, cuyo incremento de 9,1% representó casi la mitad del aumento.
Los alimentos también se han vuelto una preocupación. Según NielsenIQ, 50 de 52 categorías han subido su costo, y solo la mantequilla y la leche se mantienen.
El resto del mundo no se queda atrás. La misma FAO precisó ayer que en abril y por undécimo mes seguido los precios de alimentos se elevaron e, incluso, marcaron máximos de mediados de 2014.
No solo chips
El economista para EEUU de BofA, Alex Lin, plantea que en el corto plazo la inflación será impulsada por la escasez de productos básicos en áreas como automóviles y muebles para el hogar, y por la reapertura de servicios de transporte, alojamiento y vestuario. Esto, dice “es probable que refleje presiones transitorias sobre los precios”, no a niveles problemáticos”, dice.
Si bien la disrupción en la cadena global de suministros que ha impactado a los semiconductores -utilizados para la elaboración de autos y aparatos electrónicos- ha sido una luz amarrilla, Paul Ashworth de Capital Economics escribió que la escasez “va mucho más allá” de los chips.
De hecho, el último informe manufacturero de ISM plantea que “los últimos tiempos de entrega récord, la escasez a gran escala de materiales básicos críticos, el aumento de los precios de las materias primas y las dificultades en el transporte de productos siguen afectando a todos los segmentos de la economía de fabricación”.
“La escasez de materias primas se refleja en el aumento generalizado de estos precios”, agrega Ashworth, economista jefe para EEUU.
El índice Bloomberg Commodity Spot, que refleja el costo de 23 materias primas, está en su nivel más alto en casi una década tras subir más de 60% el último año.
Pero hay otro factor, tal como lo expuso ayer , el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, que está detrás de la expectativa de una mayor inflación el segundo y quizás tercer trimstre tanto en EEUU como en otros países: la baja base de comparación derivada de la profunda recesión de 2020.
Sumado a factores de restricciones de oferta, agregó, va a generar un incremento transitorio que “luego va a dar lugar a un regreso a los niveles normales”, señaló.
El director del Centro Hutchins de Política Fiscal y Monetaria de Brookings Institution, David Wessel, comentó que “con la economía recuperándose tan rápido de la pandemia y con tanto estímulo fiscal en trámite, sería una tontería descartar el riesgo de que la inflación suba más de lo que le gustaría a la Fed”, pero precisó que “no significa que sea el resultado más probable”.
A su juicio, el costo de desacelerar preventivamente la economía debido al temor a la inflación es mayor que el de esperar para subir las tasas “hasta que estemos seguros de que la inflación está cerca”.
La Fed estima que este año la inflación cerrará en 2,4%, para bajar a 2% en 2022. Este miércoles, cuando se publique el IPC de abril, el país estará atento a una nueva señal sobre el dilema de la inflación.
Las razones detrás de la racha alcista
del cobre que apunta a los US$ 4,60 la libra
El cobre continúa sus alzas en la Bolsa de Metales de Londres tras marcar ayer un nuevo máximo histórico no visto desde el año 2011: los US$ 4,59 la libra. Está muy cerca, además, de llegar a los US$ 4,60, el mayor nivel registrado en su historia. Esto, según los expertos, se explica principalmente por el crecimiento económico de China, principal consumidor del metal rojo en el mundo, que registró un aumento de 18,3% de su PIB durante el primer trimestre del año.
"La clara recuperación económica está mejorando las proyecciones de demanda del cobre. Dentro de los países que lideran esta recuperación se encuentra Estados Unidos y China, principales consumidores de cobre. Esto ayuda sin duda al metal rojo y es solo uno de los motivos por los que podríamos seguir viendo alzas en su precio", explica el jefe de análisis de la empresa de inversiones XTB Latam, José Raúl Godoy.
Asimismo, los nuevos planes de los gobiernos de enfocarse por completo en las energías verdes y disminuir el uso excesivo del petróleo han sido fundamentales para elevar su valor. Por lo mismo, Goldman Sachs se refirió anteriormente al metal rojo como "el nuevo petróleo".
"Los expertos en la materia indican que para llevar a cabo ese tipo de cambio energético será vital el uso de cobre; tanto así, que algunos bancos de inversión han llegado a proyectar precios del metal rojo para 2025 hacia US$ 6,8 la libra, e incluso, los US$ 9", destaca el analista.
En tanto, el director de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco, Jorge Cantallopts, indica que el riesgo de abastecimiento producto de las restricciones sanitarias en los países productores como Perú y Chile "ha generado un escenario de escasez de corto plazo del mineral, tanto en concentrados como en refinados". Además, agrega, la depreciación del dólar durante las últimas semanas ha impulsado el valor de los commodities, provocando que varios inversionistas ingresen a este mercado.