El senador Daniel Núñez (PC) se lanza en picada contra el empresariado por su propuesta tributaria
Y sobre la reunión de los ministros con empresarios ad portas del ingreso de la nueva Ley de Pesca, el senador oficialista admitió que “me parece que hay que cuidar mucho las formalidades y, obviamente, se cometió un descuido”.
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El senador comunista Daniel Núñez, integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta, ha seguido la contingencia con atención y en ese contexto celebra el ingreso de la nueva Ley de Pesca y la labor de los ministerios de Economía y Medio Ambiente en ello, pero reconoce que ahí hubo un descuido y que ese tipo de reuniones de las autoridades debe quedar registra por Ley de Lobby.
Y como es lógico, también ha estado enfrascado en el proceso de negociaciones por el pacto fiscal y, en ese contexto, la propuesta de los gremios empresariales le cayó como un balde de agua fría. Acá explica a Diario Financiero su mirada al respecto.
-¿Qué opina sobre la reunión sostenida por los ministros de Medio Ambiente y Economía en casa de Pablo Zalaquett ad portas del ingreso de la nueva Ley de Pesca al Congreso?
-Es fundamental que cuando hay reuniones con empresas o gremios empresariales, ello quede debidamente registrado en la Ley del Lobby, porque, evidentemente, siempre hay que actuar con un criterio de la máxima transparencia. Ahora, yo tengo mucha confianza en la ministra de Medio Ambiente, en la gestión del ministro de Economía, Nicolás Grau; y, más allá de que lo correcto, lo deseable hubiese sido que estuviera registrado en la plataforma de Ley de Lobby, no le asigno ningún carácter de irregular o de una situación dolosa a lo que se haya conversado en la reunión.
-¿Le parece una reunión normal?
-Yo entiendo que los ministros, permanentemente, se encuentran con empresarios y hay conversaciones más bien informales; pero creo que esta figura en la cual hay un lobista, en la cual hay una cena, en mi opinión, mejor hubiese quedado registrada en la Ley de Lobby. No obstante, creo que se ha hecho aprovechamiento de esta situación desafortunada para cuestionar la transparencia de la gestión del Ministerio de Economía, en un contexto en el cual, por primera vez, tenemos una nueva ley de pesca que va a traspasar derechos de pesca de la industria pesquera a la pesca artesanal, dando cuenta que estamos enfrentando el poder corruptor del dinero. Y me parece que desde ese punto de vista cuestionar al Ministerio de Economía es un poquito pasado de rosca, por decirlo en un lenguaje más popular.
-¿No cree que con este proyecto podría ocurrir lo mismo que con la llamada Ley Longueira, en el sentido de deslegitimarla?
-La Ley de pesca está centrada en lo que es la explotación de los recursos pesqueros y no es una ley que tiene como foco la acuicultura. Desde ese punto de vista, entiendo que es una iniciativa legal específica, pero no obstante, yo creo que independiente de eso, es recomendable siempre registrar por Ley de Lobby los encuentros con las empresas, ya sean reuniones de carácter informal como una cena o más formales como las que se pueden hacer en un ministerio o en el Parlamento. Y lo fundamental acá es que no hay ningún hecho como los que llevaron a la investigación de la Fiscalía y a decretar la prisión de un exsenador como Jaime Orpis. No hay ninguna situación de ese tipo y me parece que, en ese sentido, la comparación no es justa.
-Pese a todo, un viejo adagio dice que “no sólo hay que ser, hay que parecer” y esta reunión oscurece la transparencia con que se deberían llevar adelante las conversaciones para este tipo de proyectos, especialmente este que surge porque la ley anterior fue cuestionada, ¿no le parece?
-Creo que el Gobierno, ministros, parlamentarios y todas las autoridades debemos cuidar mucho el no sólo ser, sino también parecer y, desde ese punto de vista, por supuesto que esto debió ser registrado en la Ley de Lobby, más aún cuando hay un lobista, que es el patrocinador de la reunión y alguien que, además, ha tenido en ciertos momentos un comportamiento cuestionable. Así es que me parece que hay que cuidar mucho las formalidades y, en ese sentido, obviamente se cometió un descuido.
Pacto fiscal
-¿Qué le parece la propuesta del empresariado en el marco de las negociaciones por el pacto fiscal?
-Es realmente impresionante… Acá hay un hecho gravísimo y es que las grandes empresas agrupadas en la CPC y la Sofofa se están desentendiendo de su responsabilidad de pagar los impuestos que estipula la ley; no hay ninguna medida real y concreta para combatir la evasión ni la elusión tributaria en la propuesta que ellos hacen, lo cual me parece muy grave, más aun cuando hay estudios, con datos objetivos, que indican que hay una evasión cercana al 50% del impuesto de primera categoría que es el que pagan las empresas…
-Ese estudio ha sido cuestionado…
-Que esté siendo cuestionado no significa que el informe no sea real. Tiene datos certeros, con un experto que tiene todas las consideraciones. Yo me leí el informe y lo considero absolutamente válido; por lo tanto, en mi opinión no tiene fundamentos para que se lo cuestiones y lo real es que hoy día en Chile las empresas, especialmente las grandes, no están pagando íntegramente sus impuestos, como corresponde. Entonces, lo que uno esperaría que lo primero que hiciera fuera ese llamado de alerta para que se corrigiera esa situación. Y, en cambio, lo que se termina proponiendo, en la práctica, es que las trabajadoras y trabajadores con salarios de $ 800 mil, $ 700 mil o $ 650 mil sean los que paguen un impuesto que no existe hoy día por su trabajo, me parece que es una medida regresiva, que aumenta la desigualdad y es absolutamente contrario al criterio de equidad tributaria, que es lo que la sociedad chilena está demandando. Me parece que esto es un verdadero portonazo tributario, donde se intenta expropiarle parte de sus ingresos a los trabajadores para compensar los menores ingresos fiscales que tiene el Estado por los impuestos que no pagan las grandes empresas.