El miércoles 26 de marzo recién pasado, el Senado aceptó la renuncia de la mesa –acto administrativo que se reproduce cada año- y se dio a la tarea de elegir por votación, como siempre se ha hecho, a la nueva dupla que llegaría a la testera para conducir los destinos de la Cámara Alta hasta abril de 2026.
Aunque el acuerdo de la oposición –al que se llegó el año 2024, cuando la UDI y Evópoli desconocieron el alcanzado con el oficialismo al inicio del periodo legislativo- indicaba que la presidencia del Senado le correspondía al senador de Evópoli José Antonio Kast, quien haría dupla en la vicepresidencia con el UDI Iván Moreira; el RN Manuel José Ossandón notificó a su partido y su sector que postularía a la presidencia y que llegaría hasta el final.
Fue imposible hacer que echara pie atrás. Por el contrario, consciente de que no tenía ni siquiera todos los votos de su partido, Renovación Nacional, se dio a la misión de sellar un acuerdo con el oficialismo que dio frutos. Llegó a la presidencia y le permitió al senador Ricardo Lagos Weber (PPD) instalarse en la vicepresidencia. La estrategia dejó heridos en el camino, más allá de las palabras de buena crianza de algunos representantes de Chile Vamos, particularmente del principal afectado, el senador Kast.
Somos todos grandecitos, estamos viejos en política, y sabemos que el trabajo conjunto de todo el Senado es fundamental para levantar a Chile.
En esta conversación con Diario Financiero, el senador Ossandón aborda el tema, poco antes de partir a Marruecos.
-¿Se siente responsable de haber dividido a su sector?
-Obvio que no. La división la provocan las personas que no quieren reconocer la derrota en la elección de la mesa y hablan de un acuerdo que no existe, el cual se rompió el primer año cuando la UDI y Evópoli apoyaron al candidato de izquierda, Álvaro Elizalde.
-¿Cree que se puede mejorar la relación con Kast, en particular, y Evópoli?
-Por supuesto. Somos todos grandecitos, estamos viejos en política, y sabemos que el trabajo conjunto de todo el Senado es fundamental para levantar a Chile. Yo, al menos, no tengo problema con Felipe Kast, a quien aprecio bastante, porque lo he visto trabajar activamente en las comisiones.
-¿Qué le diría a quienes lo critican por haber aceptado los votos del PC para llegar a la presidencia?
-Que miren los diarios y vean cómo fueron las votaciones antes. Elizalde ganó con votos de derecha, Coloma con votos de izquierda y así. El problema ocurrió el año pasado cuando la UDI no quiso apoyar a un candidato del PPD, traicionando una vez más el acuerdo administrativo.
-¿Lo ocurrido en el Senado podría afectar la elección presidencial?
-El Senado es un órgano autónomo. Este es un lugar de alianzas y disputas entre senadores y no tiene nada que ver con la elección presidencial. El mejor ejemplo es el de Evelyn Matthei, que no se metió en esta disputa, entendió que en una elección de esta magnitud es mejor tomar distancia y no presidencializarla.
La unidad en la derecha está difícil porque hay un candidato como Kaiser que está en la trinchera y no quiere competir en una primaria.
“Hay que llegar a acuerdo entre todos los partidos sin excepción”
-Con lo ocurrido en el Senado, ¿cree probable lograr la unidad de la derecha en la carrera presidencial?
-Los problemas no tienen que ver con lo que pasa en el Senado. La unidad en la derecha está difícil porque hay un candidato como Kaiser que está en la trinchera y no quiere competir en una primaria, porque su negocio es otro, sumar gente a su partido.
También debo prestar especial atención al funcionamiento interno, para que la Corporación se adapte a los nuevos tiempos y no aparezca en las noticias por los problemas de altos sueldos o temas administrativos.
-¿Y Kast?
-En el caso de Kast hay algo parecido, sólo que tampoco quiere entender que su proyecto al lado del de Matthei es poco sustentable en el tiempo debido al desgaste que ha tenido.
-A partir del apoyo del PC para llegar a la presidencia, ¿es posible llegar a acuerdos con este partido en materia legislativa?
-O sea, hay que llegar a acuerdo entre todos los partidos sin excepción. Como senador siempre busco eso y como presidente del Senado es mi primera función, pese a que también debo prestar especial atención al funcionamiento interno, para que la Corporación se adapte a los nuevos tiempos y no aparezca en las noticias por los problemas de altos sueldos o temas administrativos.