Schalper y la propuesta de Viernes Santo irrenunciable: “Lejos de reaccionar de manera agresiva, el comercio debiese buscar espacios de diálogo”
El diputado de Renovación Nacional (RN) es el impulsor de la iniciativa que ha generado mucho ruido en el mundo económico y social, aunque no es claro que logre avanzar.
Cada día que pasa le resta tiempo de tramitación al proyecto impulsado por el diputado Diego Schalper (RN), quien cree que el Viernes Santo debe ser declarado feriado irrenunciable. Aunque ha generado una fuerte polémica, el legislador está convencido de que si se conversa se puede llegar a puntos de encuentro, de manera de paliar los efectos económicos para el país.
-¿La idea es que el proyecto comience a regir desde este año?
-En principio, está redactado para que eh rija de manera permanente, pero como en todo proyecto de ley, estamos abiertos a abrir conversación. A propósito de la reacción que ha tenido el comercio, podemos tener una discusión porque este día ya era feriado, lo que estamos pretendiendo es que sea irrenunciable. Pero, en principio, está redactado de manera que sea irrenunciable permanentemente. Y habrá que ver los distintos temas que se cruzan; y, por lo mismo, creo que lejos de reaccionar de manera agresiva, el comercio debiese buscar espacios de diálogo para construir una conversación.
-En principio, ¿debería regir desde este año?
-Esa es la idea y vamos a trabajar para eso, junto a los patrocinantes.
-¿Cree que haya acuerdo con el oficialismo para avanzar? Porque tienen un espacio muy corto de tiempo.
-Hemos tenido miradas distintas. En el Senado, la senadora Vodanovic había ingresado un proyecto de similares características. Desde el Ministerio del Trabajo nos han transmitido que les parece una idea interesante; el ministro de Hacienda ha dicho que esto tiene impacto en la economía, de lo que también somos conscientes. Pero ante esa prevención, mi reacción es, dado que lo que está en juego es tan importante como la posibilidad de que las personas tengan un espacio para ejercer su libertad religiosa y su profesión de culto, veamos qué paliativos hay que aplicar para que esto sea posible.
-¿No podría generar mayor incertidumbre en el comercio y los empresarios el hecho de haber presentado este proyecto tan encima de Semana Santa?
-Mire, creo que no, porque ese día ya era feriado; y, por lo tanto, seamos francos, la inmensa mayoría de la actividad económica ese día no operaba. Cosa distinta es el comercio masivo, donde, además, muchas veces esos días cerraba, no porque la ley se lo exigiera, sino de motu proprio. Entiendo que esto haya generado algo de controversia, pero aliento a todos a mirar las cosas en su contexto y, al mismo tiempo, ver cómo hacemos para combinar una sociedad en donde la libertad de trabajo y la libertad de emprender es muy importante, pero sólo es sostenible en el tiempo si es capaz de combinarse con otros valores igualmente importantes como son el fortalecimiento de la familia y de la espiritualidad.
-¿Qué lógica tiene presentar un proyecto de estas características si, como señala, el comercio en general ya cierra?
-Seamos francos, esta discusión surge por dos incidentes interesantes: primero, que las grandes tiendas tomaron la decisión de abrir, con lo cual, obviamente, sus trabajadores –no las planas directivas- se van a ver en la obligación de trabajar en Viernes Santo, lo cual no siempre había sido así. Y, segundo, es un hecho de la causa que el arzobispo Chomalí tomó un liderazgo muy activo en esto, por lo tanto, esa voz en particular, empática con el mundo del trabajo, empática con las personas que son la mayoría de Chile que profesan el cristianismo, lo que evidentemente tuvo incidencia en esta decisión.
-¿No le inquieta que esto sea percibido como una movida electoral, justamente por los tiempos?
-A ver, lo que pasa es que cualquier cosa que uno hace tiene reacciones diversas. Hay gente que está a favor o en contra. Yo tengo la tranquilidad de que todos los que hemos promovido esto, lo hacemos con la profunda convicción de que queremos un desarrollo económico fuerte, pujante, pero al mismo tiempo que se concilie con otros elementos sociales que lo hacen sostenible en el tiempo. Y uno de ellos es el fortalecimiento de la familia y de la espiritualidad.
-Su sector, en general, siempre se ha opuesto a los feriados y particularmente a los feriados irrenunciables, con el argumento del impacto que generan en la economía, ¿por qué es tan importante éste que es un tema de culto en un país en que la Iglesia y el Estado están separados?
-Su pregunta supone dos ideas que me quisiera hacer cargo de cada una de ellas por separado. La primera que usted menciona, mi sector, a diferencia de la izquierda, sí le asigna un valor relevante al desarrollo económico y al emprendimiento; pero quienes creemos en la economía social de mercado pensamos que ese desarrollo económico sólo es sostenible en la medida en que hay ciertos sostenes sociales que lo hacen viable en el tiempo y uno de esos es la familia y otro de esos es la espiritualidad. Ahora, como sí tenemos una preocupación genuina sobre el desarrollo económico del país, planteamos que en la tramitación del proyecto se den los espacios para conversar sobre cómo podemos aplicar ciertos paliativos o medidas que puedan estimular el desarrollo económico.
-Pero el tema religioso…
-Respecto de lo que usted me decía sobre el Estado laico, lo que supone un estado laico es que el Estado no le impone a nadie un determinado culto religioso, pero al mismo tiempo es extremadamente respetuoso y promotor de que las personas puedan llevar adelante su espiritualidad. Eso es lo que, por lo demás, consagra nuestra Constitución.
“Espero que en la Cámara haya alguien lidere bien los destinos de la Corporación y para nosotros sería bueno que sea de centroderecha; pero no hay que obsesionarse con eso”
-No puedo dejar de preguntarle, ¿qué le parece la forma como se dio la elección de la presidencia del Senado, se habrá trizado la relación en su sector?
-Mire, he conversado con los involucrados… Obviamente que Chile Vamos está muy por sobre esto. Yo valoro especialmente la actitud del senador Kast de decir ‘me habría gustado que hubiese sido distinto, efectivamente, no fue un día feliz, pero estoy dispuesto a mirar hacia adelante porque el bien de Chile es mucho más importante’. Eso es lo que le podría decir.
-En ese contexto sería positivo, desde su punto de vista, que la Cámara y el Senado tuvieran un presidente de su sector?
-Para todo gobierno es bueno tener un poder legislativo de signo distinto, cuando se trata de tener frenos y contrapesos. Yo espero que en la Cámara de Diputados haya alguien que pueda liderar bien los destinos de la Corporación y, obviamente, para nosotros sería bueno que sea alguien de centroderecha; pero no hay que obsesionarse con eso. En el fondo, creo que lo importante es que construyamos un espacio que permita hacer un contrapeso al Gobierno, pero también entender que la unidad de la coalición y los desafíos de futuro están por sobre ese tipo de consideraciones.
-¿Cuánto afecta todo esto a la elección presidencial?
-Creo que las discusiones del Parlamento las debemos dejar en el Parlamento, porque tiene su autonomía y la candidata presidencial está en la etapa de contarle al país cómo hacemos para sacarlo de este marasmo en que nos tiene este Gobierno. Porque nuestra convicción es que, a diferencia de lo que piensan algunos sectores extremos, este país no está en una situación de insolvencia, sino en una situación de mala administración, que son cosas distintas. Este es un país espectacular, extremadamente pujante y, en esta coyuntura, necesitamos cambiar al piloto. Algunos creen que el avión se va a estrellar, nosotros creemos que podría tomar mejores millas de vuelo si el piloto se dedicara a trabajar un poquito más.